Imanol  Intziarte
Redactor de actualidad, con experiencia en información deportiva y especializado en rugby

Goia se marcha con un diagnóstico complaciente mientras la oposición le pregunta «dónde vive»

«Ha hecho un trabajo sobresaliente». Son palabras del futuro alcalde de Donostia, Jon Insausti, en el pleno de despedida de su antecesor. Un aplauso que no comparte la oposición, que coincide en que deja la ciudad peor que hace una década.

El alcalde saliente, Eneko Goia, y su sucesor Jon Insausti, a su llegada al pleno.
El alcalde saliente, Eneko Goia, y su sucesor Jon Insausti, a su llegada al pleno. (Maialen ANDRÉS | FOKU)

La marcha de Eneko Goia ha focalizado este jueves el pleno del Ayuntamiento de Donostia en el que se ha analizado el estado de la ciudad, y que el alcalde saliente ha aprovechado para repasar cómo ha evolucionado la capital de Gipuzkoa durante sus diez años de mandato.   

Goia ha arrancado su discurso inicial, que se ha prolongado durante unos 45 minutos, remarcando que cuando tomó la vara de mando, en junio de 2015, la ciudad «estaba en una situación de parálisis», y que los proyectos en marcha eran aquellos que venían de antes, como Tabakalera, la estación de autobuses o la Capitalidad Cultural Europea para 2016.  

Tras esta crítica al anterior Gobierno municipal liderado por Juan Karlos Izagirre (EH Bildu), ha puesto en valor el pacto entre PNV y PSE, que se ha mantenido a lo largo de esta década en la que Donostia, según ha remarcado, ha crecido en número de habitantes (+4.000), ha reducido a la mitad su tasa de paro y ha elevado en 7.000 euros su renta anual por persona.  

A partir de ahí, ha ido repasando diversos temas, empezando por la movilidad, con la apuesta de la pasante del Topo como proyecto estrella. El alcalde ha reconocido que ha sido una obra «compleja, larga y con grandes afecciones», pero he defendido que «la inacción puede ser cómoda a corto plazo para la ciudadanía, pero puede dejar a la ciudad rezagada».

Siguiendo con el transporte ferroviario, ha calificado de «pieza clave» el futuro intercambiador entre Renfe y Euskotren en Riberas de Loiola y ha destacado la nueva estación para el TAV, defendiendo la conexión con Iruñea a través de Ezkio.    

Mejoras en DBus y Bizi

También ha aplaudido la evolución de Dbus –con «cuatro líneas nuevas en diez años y la electrificación cada vez mayor del servicio»– y de DBizi, que ha pasado de 16 estaciones a 70. Ha pasado de puntillas sobre el criticado servicio de taxis, asumiendo que hay «mucho por hacer».

El siguiente capítulo que ha abordado ha sido el de la vega del Urumea, con la recuperación de una zona que se consideraba degradada. Ha reconocido que se trata de «una apuesta que viene de antes, una apuesta compartida», y ha subrayado que la sustitución de puentes y la ampliación del cauce ha reducido la preocupación por las inundaciones.

A ello se suman las diferentes promociones inmobiliarias como Txomin Enea –a falta de la segunda fase y con el nuevo ambulatorio en marcha–, Ciudad Jardín o Cuarteles de Loiola más adelante. Goia ha confesado que le queda como «espinita» la realización de mejoras en Martutene como la nueva estación de tren o la recuperación del centro de los Agustinos.

En cuanto al turismo, ha destacado su crecimiento, que ha atribuido al boom global y a la desaparición de ETA. Una subida que «ha generado vértigo». Goia ha defendido que «en 2011 Donostia tenía un importante déficit de alojamiento» y que «se han tomado medidas para controlar el crecimiento», sin olvidar que es un sector que genera el 14% del PIB.

No es, ni de lejos, el ámbito más relevante, ya que casi la mitad de la riqueza, el 48% del PIB, proviene de la investigación y la tecnología, con «dos elementos clave» como la ciudad universitaria y el parque tecnológico de Miramon.

«Menos personas en cada vivienda»

Respecto a la vivienda, el alcalde saliente ha manifestado que la ciudad «siempre ha tenido ese problema, pero se ha complicado más. Cada vez viven menos personas en una vivienda, así que la oferta de vivienda ha de crecer más rápido que la población. Se están construyendo ahora mismo más de 1000 viviendas, muchas de ellas protegidas. Y ahí más proyectos en cartera, a corto y medio plazo».

También ha considerado que «habrá que dar una vuelta a Auditz Akular, tal y como está ahora no es factible», y ha expuesto sus dudas respecto a la efectividad de la declaración de zona tensionada. «No me importaría decir que estaba equivocado», ha zanjado.

Goia ha resaltado que a pesar del envejecimiento de la población y de la bajada de la tasa de natalidad, la población ha crecido debido a la inmigración, con 30.00 personas (16%) nacidas fuera del Estado español. «A algunos les da miedo que esto suponga una pérdida de personalidad, pero el miedo no es buen compañero, es un reto».

Movimiento poblacional

En cuanto al cambio climático, ha recordado que en 2016 Donostia firmó el Acuerdo de París y que «el transporte es la principal fuente de CO2», ante lo cual se aprobó la Zona de Bajas Emisiones. Como efecto colateral ha indicado que este cambio va a trae «un movimiento poblacional que ya se ve en el turismo, gente que huye del calor para acercarse al Cantábrico».

Sobre la seguridad, Goia ha asumido que «ha crecido la preocupación por este tema». Los datos policiales han empeorado y «la percepción más, si cabe. No hay que esconder las realidades, el problema está claro». El Ayuntamiento, ha explicado, trabaja para abrir en Egia una comisaría conjunta con la Ertzaintza. Se ha producido un incremento de las detenciones, pero ha lamentado la falta de medidas legales más duras para los multireincidentes.

En su recta final, ha puesto en valor los pasos dados en recuperación de la memoria histórica, con la instauración del 13 de septiembre como Día de la Memoria, y la colocación de placas para «reconocer a todas las personas que han perdido la vida de forma injusta en esta ciudad».

«En una burbuja»

A renglón seguido han comenzado las intervenciones de los grupos políticos, comenzando por EH Bildu, líder de la oposición. Juan Karlos Izagirre ha lamentado que Goia haya reivindicado «una gestión brillante, sin espacio para la autocrítica. Como si el malestar de la ciudadanía no tuviera nada que ver con el Gobierno municipal, que parece que vive en una burbuja».

El anterior alcalde ha considerado que  «no es justo decir que todo empezó en 2015», una fecha en la que «salíamos de una crisis económica, y aún así dejamos el Ayuntamiento en una buena situación económica». Así, ha repasado buena parte de los proyectos impulsados durante su mandato.

Repasando algunos de los puntos abordados por Goia, respecto a la pasante ferroviaria Izagirre le ha acusado de «obviar el rechazo generado», así como los problemas de retrasos y que el presupuesto se haya «duplicado».

En cuanto a la vega de Urumea, ha puesto en valor el trabajo que se llevó a cabo entre 2011 y 2015, con un gran esfuerzo económico y «la aportación de vecinos de Txomin y Martutene, personas que estaban enfadadas pero que aún así colaboraron para buscar soluciones. Esa participación se acabó con este alcalde».

«¿Dónde vivís?», ha preguntado a los partidos del Gobierno al abordar el tema del turismo, remarcando que «vuestras propias encuestas os dicen que las y los donostiarras opinan todo lo contrario. ¿Como no van a alabar a Donostia desde el sector turístico, si se les ha dejado hacer lo que querían sin ningún control?».

Pago por los terrenos de cuarteles

En cuanto a la vivienda, Izagirre ha reconocido que la compra de los terrenos de los cuarteles de Loiola es una buena noticia, aunque ha considerado que «se pagó tan cara –74 millones de euros– porque dijisteis que se iba a haber muchas viviendas libres». Ha destacado que «el PNV votó no a las leyes de vivienda», tanto la autonómica como la estatal, y que el nuevo Plan General está estancado, ya que el concurso para su redacción quedó desierto.

«La percepción es que se ha dejado a ciertos sectores campar a sus anchas para el negocio y la especulación, una ciudad para las élites, con pérdida de personalidad. Se desoye y desatiende a las donostiarras y sus necesidades, y además se les riñe si dan su opinión», ha criticado.

A su juicio, se cambia de alcalde «para no cambiar nada. El modelo PNV-PSE ha fracasado, necesitamos un cambio de Gobierno. Hay que escuchar a la gente, compartir y consensuar. Pisar la calle, estar con asociaciones, facilitar la relación con el Ayuntamiento».

El PSE reivindica su papel

La portavoz del PSE, Ane Oyarbide, ha reivindicado el papel de su partido en el Gobierno municipal, con un recordatorio a sus antecesores Ernesto Gasco y Marisol Garmendia. También ha valorado el impulso a la vivienda desde el Departamento autonómico que lidera Denis Itxaso y el papel que ha jugado el Departamento de Transportes con la puesta en marcha del billete único y la intermodalidad.

Este partido también encabeza la concejalía de Deportes, ámbito en el que ha destacado la nueva cubierta del velódromo, el comienzo de las obras del miniestadio, las dotaciones a los barrios, el proyecto de reforma integral del campo de fútbol de Herrera y cómo no el futuro multiusos de Illunbe. Oyarbide también ha remarcado el crecimiento del deporte femenino, tanto en la base como en élite. 

«Peor que EH Bildu»

Desde las filas del PP, Borja Corominas ha sentenciado que Goia «deja la ciudad peor de lo que la encontró, con problemas de vivienda, peor movilidad, más cara, menos patrimonio, inseguridad. Ha conseguido hacerlo peor que EH Bildu».

Corominas ha criticado que la mayor presión fiscal no ha supuesto una mejora de los servicios públicos. Uno de los pilares de su discurso vienen siendo la falta de seguridad. «Los donostiarras tienen miedo a los delincuentes, tienen miedo a que les roben», ha espetado, mostrando su apuesta principalmente por un modelo policial.

En cuanto a la vivienda, ha denunciado la aplicación de «la ideología de la izquierda», que trae «falta de oferta, burocracia, lentitud administrativa y precios más altos». Su receta pasa por «agilizar» la iniciativa privada.

Sobre la movilidad, ha tildado el metro de «derroche y obra faraónica» y ha abogado por «respetar la libertad del ciudadano« y que «pueda usar el coche con normalidad», sin ningún tipo de restricciones al vehículo privado.

«Un laboratorio para inversores»

Víctor Lasa, portavoz de Elkarrekin Podemos, ha considerado que en esta década Donostia ha sido «un laboratorio para inversores, una ciudad convertida en producto con alquileres impagables. Es imposible vivir solo, difícil en pareja. El nuevo alcalde hereda un modelo que ha fracasado».

A su juicio, «el 40% minimo de viviendas protegidas no es suficiente, tenemos que ser valientes e innovar». También ha criticado los «regalos a una fundación público-privada», en referencia a la nueva sede del Basque Culinary Center, mientras la ciudadanía lleva años esperando otros proyectos que no se llevan a cabo.

En cuanto a la Zona de Bajas Emisiones, ha estimado que se ha puesto en marcha «a regañadientes y en una superficie reducida, y aun así ha reducido un 30% las emisiones».

El futuro alcalde habla de «legado extraordinario»

El último en tomar la palabra ha sido el portavoz del PNV y futuro alcalde, Jon Insausti, para quien «estos diez años dejan un legado extraordinario, con unos pilares sólidos. Goia ha hecho un trabajo sobresaliente».

Así, ha aplaudido el resumen de su antecesor, destacando aspectos como el incremento de socios de Donostia Kultura y Donostia Kirola, la implantación del ordenandor cuántico de IBM, el GOe, el Nanogune, la ampliación del parque tecnológico, las obras en la zona hospitalaria o el polígono industrial de Eskuzaitzeta.

También las obras del Topo, el TAV, la operación de cuarteles de Loiola –ha destacado el trabajo de Aitor Esteban en Madrid– o las medidas de regulación del turismo. Toda una declaración de intenciones para lo que resta de legislatura, en la que se apresta a seguir por la senda marcada hasta los comicios de 2027. 

Goia: La responsabilidad política «más maravillosa»

Goia ha hecho efectiva su renuncia como alcalde y de su cargo como concejal del PNV en el pleno extraordinario que se ha convocado para ello este jueves, tras la sesión de política general.

En su última intervención como primer edil ha reiterado el «honor» que ha supuesto para él haber podido «trabajar por mi ciudad» y ha resaltado que, de las responsabilidades políticas que ha desempeñado, la de ser alcalde es «la tarea más maravillosa del mundo».

Ha querido agradecer la «confianza» de los donostiarras, la «oportunidad» que le ha dado el PNV, al Ayuntamiento donostiarra y a todos sus trabajadores, a todos los miembros de las distintas corporaciones de estos 14 años con las que se ha construido «una relación de respeto».

También ha tenido palabras de agradecimiento para el grupo del PNV, para Jon Insausti por «aceptar la tarea de guiar la ciudad» tras su renuncia y para sus más cercanos allegados que «ya no están» –su hermana, madre y padre han fallecido en su periodo en el Consistorio donostiarra– y para su familia. 

Jon Insausti sustituirá en el cargo a Goia en un próximo pleno extraordinario antes de final de mes, que se celebrará previsiblemente el 29 de octubre.

Mientras, desde esta tarde hasta que sea nombrado el sucesor, ejercerá de alcaldesa en funciones la primera teniente de alcalde y concejala de Vivienda y Planificación Urbana, Nekane Arzalluz.