El Claustro de EHU ha denunciado la «infrafinanciación» que padece este centro educativo, al recibir una partida presupuestaria de 402,8 millones de euros, lo que supone el 0,41 % del PIB de la CAV en 2024, un porcentaje «que dista mucho de las cifras destinadas a la educación universitaria pública en otros Estados europeos», así como del 1 % que plantea la LOSU para 2030.

Una situación que, a su juicio, parece premeditada, pues desde Lakua no solo «falta una apuesta clara por la universidad pública», sino que «pone la alfombra roja a las universidades privadas, promoviendo un modelo elitista de educación universitaria». Dichos centros privados «no han venido para ser complementarios a los de la EHU, sino para sustituir, en muchos casos, la oferta de la universidad pública», advierte.

El Claustro expone que no se trata de una «situación nueva», sino que viene persistiendo en el tiempo, unida a la crisis económica que también ha «golpeado» a la universidad pública, si bien esta, pese al «ligero incremento presupuestario de los últimos años», no está recibiendo la financiación «suficiente», ni la atención «necesaria», como hacer frente a sus necesidades estructurales. 

En este sentido, asegura que «se mantienen múltiples carencias, disfunciones y situaciones de discriminación y precariedad, y otros muchos aspectos son también mejorables», que podrían poner en serio peligro «la formación de calidad e investigación de alto nivel, fruto del trabajo realizado durante décadas por las y los trabajadores de la EHU». 

Refleja que las consecuencias negativas de esta situación no solo afectan a dichos trabajadores, «sino también a la enseñanza», al apuntar que «cada vez son más frecuentes las asignaturas que se quedan sin profesorado», junto a la imposibilidad de encontrar personal técnico suficiente «para llevar a cabo la investigación de forma adecuada».

Así, enumera que la plantilla es «insuficiente» en algunos servicios y departamentos y que la pérdida de poder adquisitivo ha sido «evidente en las últimas décadas» –superior al 20 %–, a lo que hay que añadir los «obstáculos impuestos» por Lakua a los complementos retributivos puestos en marcha en 2006, entre otras cuestiones.

«Y qué decir de los salarios precarios del profesorado sustituto a tiempo parcial, donde las actividades necesarias complementarias para desarrollar adecuadamente la docencia (preparación de clases, formación, coordinación y gestión básica...) no son retribuidas», abunda.

«Instrumento imprescindible»

La declaración del Claustro, aprobada mayoritariamente con 83 votos a favor, 15 en contra, 21 abstenciones y 1 nulo, menciona también el elevado tiempo de espera para promocionar –casi 200 miembros del PDI se encuentra en dicha situación–, «con el consiguiente perjuicio académico y económico».

Denuncia, asimismo, que la ratio PTGAS/PDI en EHU «es la más baja del Estado y muy inferior a la de los Estados europeos», estando pendientes la revaloración de los puestos de trabajo del colectivo PTGAS y la elaboración de una nueva relación de puestos de trabajo. «Dentro de este colectivo también hay trabajadoras y trabajadores que acuden a otras instituciones en busca de mejores condiciones laborales, y el ejemplo más evidente lo tenemos en el servicio médico», refleja.

«Es necesario aumentar el número de contratos para realizar tesis doctorales, garantizar la accesibilidad tecnológica al estudiantado en aulas y edificios, ofrecer más recursos específicos para el estudiantado con discapacidad, y también reforzar los servicios de mantenimiento, igualdad, prevención y atención psicológica», indica el Claustro.

No solo eso, considera que también es necesaria una mayor inversión ante la «preocupante falta de mantenimiento» de algunos edificios de la EHU, además de la necesidad de poner en marcha nuevas infraestructuras y dotar de más recursos «para un mejor desarrollo de la docencia y la investigación».

Disminuir la burocratización de muchos trámites, mejorar la organización interna y publificar algunos servicios ahora mismo privatizados son otros aspectos en los que se debería intervenir a juicio del máximo órgano representativo de la comunidad universitaria de la CAV.

Por todo ello, las y los claustrales de la EHU solicitan que «se incremente sustancialmente la financiación que el Gobierno Vasco destina a la EHU para poder dar respuesta a las necesidades de la misma y poder desarrollar de la forma más eficiente posible el servicio público que la universidad pública debe prestar a la sociedad», si bien observan que por parte de Lakua «no se aprecia ninguna intención de cumplir con esta aportación».

«La universidad pública es un instrumento imprescindible para contribuir a la igualdad de oportunidades y a la cohesión social, así como para responder a los problemas y retos de la sociedad. Invertir en la universidad pública es invertir en una sociedad más justa», concluyen.