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Una investigación insta a Londres a que divulgue el nombre de un agente infiltrado en el IRA

El Gobierno británico debe divulgar la identidad de un agente doble –ya conocida– que operó dentro del IRA durante el conflicto en el norte de Irlanda, según una investigación independiente, que señala que el MI5 prefirió protegerlo a evitar acciones del IRA.

Cuartel del MI5 en Palace Barracks, en el norte de Irlanda, en 2010.
Cuartel del MI5 en Palace Barracks, en el norte de Irlanda, en 2010. (Peter MHULY | AFP)

La llamada Operación Kenova, que durante nueve años ha investigado al agente conocido como Stakeknife (Cuchillo de estaca) ha instado este martes al Gobierno a divulgar la identidad de un agente doble que operó dentro del IRA.

En su informe final también ha revelado que el servicio británico de espionaje interno, el MI5, trató de ocultar la verdad sobre sus vínculos con el informante, que falleció en 2023 a los 77 años.

El documento, de 160 páginas, asegura que hay «un argumento ético convincente» para que el Ejecutivo de Londres derogue la «política de 'ni confirmar ni negar' (NCND) con respecto a la identidad del agente Stakeknife»

«Es de interés público que se nombre a Stakeknife», ha subrayado el máximo responsable de Kenova, el superintentende Iain Livingstone.

Nombre conocido hace años

Stakeknife fue el alias asignado a un destacado exmiembro del Ejército Republicano Irlandés (IRA), que trabajó como doble agente para los servicios de inteligencia británicos y que los medios locales identificaron ya en 2003 como Freddie Scappaticci, un conocido republicano del oeste de Belfast que siempre negó esas acusaciones.

No obstante, el informe respeta las normas de los servicios de espionaje británicos y evita referirse a Scappaticci, aunque pide que el Gobierno divulgue oficialmente su identidad.

El informe confirma asimismo que las fuerzas de seguridad británicas no evitaron que se llevaran a cabo acciones incluso con resultado de varias muertes para proteger a sus agentes dentro del IRA, entre ellos a Stakeknife. Esta protección se prolongó más allá de los Acuerdos de Viernes Santo.

La pesquisa independiente, que ha costado 40 millones de libras (46 millones de euros), vincula al citado agente con al menos 14 muertes y 15 incidentes de secuestro y tortura, si bien ha llegado a examinar más de un centenar de muertes y secuestros relacionados con las actividades de la unidad del IRA liderada por Stakeknife encargada de descubrir a topos.

La Operación Kenova recopiló un total 3.517 informes de inteligencia aportados por Stakeknife, incluidos 377 en un período de 18 meses.

«Un activo valioso» y protegido

No obstante, señala que «una y otra vez» no se actuó en consecuencia, lo que sugiere que las fuerzas de seguridad priorizaron la protección del agente sobre la de aquellos que «podrían y deberían haber sido salvados».

La fiscalía de Irlanda del Norte ya anunció la pasada semana que no iniciará procesos judiciales tras examinar el último lote de archivos de esta investigación.

Según el informe, las fuerzas de seguridad británicas, a través de sus servicios secretos, reclutaron a Stakeknife durante la década de los años 70, después de su ingreso en el IRA, si bien continuó operando como agente doble durante los 90.

El agente ordenó la captura y muerte de muchos supuestos informantes, miembros o colaboradores del IRA a los que él señalaba como «topos».

El expía recibió «incentivos financieros» durante y después del período en que estuvo activo operativamente, que incluían el equivalente a un salario anual hasta sumas globales de miles de libras.

Si bien la pesquisa no confirma oficialmente la identidad de Stakeknife como Scappaticci, sí indica que este «fue sin duda un activo valioso» para las fuerzas de seguridad, que «proporcionó información confidencial de alta calidad sobre el IRA Provisional con un riesgo considerable hacia sí mismo».

Aun así, el informe rebaja la cifra de detenciones y los éxitos policiales que el MI5 atribuía al agente doble  StakeKnife.

Se cree que Scappaticci huyó a Italia cuando abandonó el norte de Irlanda, al ser identificado por los medios de comunicación como Stakeknife en 2003.

Ese mismo año, un informe elaborado por el exjefe de la Policía Metropolitana de Londres John Stevens, tras 14 años de investigaciones, consideraba probada la colaboración de las fuerzas policiales con los paramilitares protestantes para matar a católicos en la década de los ochenta.

En este contexto de la guerra sucia en el norte de Irlanda las supuestas víctimas de Stakeknife, quien dirigió una unidad del IRA encargada de descubrir a topos, aseguran que las fuerzas de seguridad le dejaban cometer crímenes para ganarse la confianza de sus superiores en la organización y mantener oculta su condición de agente doble.