Piden desde Argentina a Rajoy la puesta en libertad de Otegi
Una campaña iniciada en Argentina y que cuenta con el apoyo del Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel ha escrito una carta dirigida al presidente español, Mariano Rajoy, en la que le piden la puesta en libertad del dirigente abertzale preso Arnaldo Otegi.
Diversas personalidades de Argentina, entre ellas el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, han remitido una carta al presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, y «a la opinión pública en general», en la que le piden la puesta en libertad de Arnaldo Otegi.
Los firmantes destacan que Otegi es reconocido «como un líder por su pueblo, no solo por el amplio sector social al que políticamente representa, sino por la mayoría de la ciudadanía vasca», como demuestran «las diversas manifestaciones y actos por su libertad, junto a la de otros compañeros, tanto por el número de organizaciones convocantes: sindicales, sociales y políticas, como por la amplitud de la asistencia, representando a todo el espectro democrático de la sociedad vasca».
«Similar reconocimiento tiene en el entorno internacional», añaden en la misiva, difundida por la web Arnaldotegi.com
Recuerdan que Otegi «viene luchando desde hace muchos años por la búsqueda de una solución democrática, a través de vías políticas, a las legítimas aspiraciones de su pueblo» y esa apuesta por las vías políticas «ha sido reiteradamente reconocida por representantes de las instituciones del Estado español, incluyendo al expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero».
«Consideramos que el mantenimiento de Otegi en prisión supone objetivamente privar al pueblo vasco, en un momento histórico de gran trascendencia como el que hoy está viviendo, de uno de sus principales líderes y, por tanto, de una de las personas que pueden aportar más para que ese proceso histórico al que nos estamos refiriendo avance de una forma justa y firme», sostienen.
Por ello, solicitan la puesta en libertad del dirigente abertzale y señalan que «la actitud contraria pondría de manifiesto una falta de voluntad en la reconducción política del llamado conflicto vasco».