El Banco de España (BdE) asegura que el apunte en un informe suyo en el que se menciona un crédito de Caja Navarra a Osasuna por importe de 55 millones es un error suyo. El desmentido llegó a la Audiencia Nacional a petición del juez Eloy Velasco, que instruye la causa iniciada por la asociación Kontuz. El BdE, previamente, se había negado a aclarar esta duda a la comisión de investigación del Parlamento navarro al tratarse de información reservada.

El apunte de los 55 millones figura en un documento que analiza el «Informe de Revisión de Asuntos Financieros, Regulatorios y de Negocio» que elaboró la auditora Ernst&Young para la fusión a tres (CAN, Caja Burgos y Caja Canarias) que dio origen a Banca Cívica, a la que después se sumaría Cajasol. En las explicaciones que da ahora el juez se concreta que los créditos por parte de CAN al club fueron dos, de 7,5 y 8,6 millones de euros, respectivamente.

El de 8,6 millones de euros es de marzo y está vinculado a una operación urbanística en Tajonar. Concretamente, en el informe al que hace referencia el BdE, se señala que el objetivo del mismo es: «Adquisición de Terrenos para su posterior venta». A día de hoy, según la información facilitada por el club al Parlamento, quedan aún por devolver 3,8 millones que se corresponderían a esa operación. El aval que se ofreció fueron unos terrenos.

El segundo crédito resulta mucho más interesante, sobre todo por las fechas. En junio y después de conocer que el club seguiría un año más en Primera, se solicita a la CAN un «crédito de circulante», que se avalará con los derechos televisivos del año próximo. Este tipo de préstamos son a corto. A grandes rasgos, lo que Osasuna pide a la caja es que le adelante 7,5 millones de los 13 que cobrará de los derechos televisivos del próximo año. Probablemente, la productora que emitía la Liga ese año (Mediapro) abonaría luego esa cantidad (más los intereses que fueran) directamente a la CAN. Es decir, que pese a lo relativamente abultado del importe, todo se saldó en unos meses, sin generar más deuda.

Cabe señalar aquí que las cuentas de un club de fútbol no se cierran al final de año (como es lo habitual en el resto de empresas), sino que se cierran por temporadas. La petición de este adelanto, en realidad, lo que indica es que Osasuna ya no tenía efectivo para asumir los pagos al final de la temporada 2008-2009. Y, por ello, necesitó que se le adelantara el dinero de la siguiente. Fuentes internas de la caja han asegurado a GARA que este tipo de adelantos a Osasuna también se hicieron en otras ocasiones.

Una contabilidad temeraria

Si ya en 2009 Osasuna dependía para cerrar el ejercicio del dinero que llegaría por los derechos televisivos de ser un club de Primera el año siguiente, no es de extrañar que, con el descenso, el club sufriera apuros económicos graves, ya que los ingresos por derechos de televisión se reducen drásticamente al bajar.

En resumen, que Osasuna no solo no hacía frente a sus obligaciones con el fisco, sino que necesitó que le adelantaran más de la mitad de los derechos de televisión (su mayor fuente de ingresos) del año próximo. Ante tan precaria situación de las cuentas del club, resulta cada vez más inexplicable la concesión de aplazamientos de la deuda por parte de la Hacienda Navarra hasta acumularse 53 millones de euros.