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La oposición siria en Riad confirma su asistencia a las conversaciones de Ginebra

El Alto Comité de Negociaciones (ACN) de la oposición siria reunida en Riad ha decidido participar en el diálogo de paz que ha comenzado en Ginegra entre la Organización de Naciones Unidas y el Gobierno de Bashar al-Assad.

Staffan de Mistura, mediador de la ONU para Siria, atiende a los medios en Ginebra. (Fabrice COFFRINI/AFP).

En un comunicado, el ACN asegura haber logrado garantías internacionales de que se va a levantar en bloqueo a las «ciudades asediadas», suministrar ayuda humanitaria, cesar los bombardeos y liberar a los detenidos.

El portavoz de esta comisión negociadora, Salem Muslit, ha explicado a la televisión saudí Al-Arabiya que han recibido garantías de «Arabia Saudí, Estados Unidos y del resto de países amigos de Siria».

Los representantes del Gobierno de Bashar al-Assad se han reunido en Ginebra con el enviado especial de la ONU para Siria, Staffan de Mistura, dando el pistoletazo de salida a unas difíciles negociaciones para intentar poner fin a la guerra en Siria.

Los representantes de la ONU se han entrevistado con la delegación de 16 miembros, dirigida por el embajador sirio en la ONU Bashar al-Jaafari, en las últimas horas de la tarde de este viernes.

El ACN, conocido como el grupo de Riad, fue creado en diciembre para reunir a los principales grupos opositores, tanto a las organizaciones armadas como a las formaciones políticas, ante la perspectiva de estas negociaciones. Cuenta con el apoyo de Arabia Saudí, Catar y Estado francés, pero es impugnado por Rusia, que denuncia la presencia de «terroristas» en su seno, principalmente el jefe negociador Mohamed Allush, representante del grupo salafista Jaish al-islam.

Además, otros opositores, que no cuentan con el apoyo de Riad pero que han sido invitados a título personal por la ONU, se encuentran en Ginebra y están determinados a participar en las negociaciones, lo que aumenta la confusión.

Está previsto que estas negociaciones, que buscan poner fin a una guerra que ha dejado más de 260.000 muertos y millones de refugiados desde marzo de 2011, duren seis meses.

Según Bettina Luescher, portavoz del Programa Mundial de Alimentos (PMA), 18 zonas en Siria están sitiadas y más de 4,6 millones de personas tienen poco o ningún acceso a ayuda humanitaria.

«El PMA pide que todos los actores y organizaciones humanitarias tengan acceso a estas zonas para entregar ayuda de urgencia, comida, agua y medicamentos», ha dicho ante la prensa desde Ginebra.

Contactos indirectos

La ONU ha indicado en un comunicado que de Mistura se reunirá –tras entrevistarse con los delegados del Gobierno– con «otros participantes y representantes de la sociedad civil». Las negociaciones serán indirectas. Las partes estarán en salas separadas y los emisarios irán de una a otra llevando las propuestas.

Otra de las interrogantes es el tema de la representación de los kurdos. El PYD, el principal partido kurdo, no ha sido invitado a las negociaciones. El PYD sirio –al que Turquía considera una rama del PKK, el enemigo número uno de Ankara– lucha en el terreno contra los yihadistas del ISIS, pero sectores de la oposición siria lo acusan de complacencia con el régimen de Damasco.

Las negociaciones se basan en la resolución 2254 votada en diciembre en la ONU. Prevé un alto el fuego, un gobierno de transición en los próximos seis meses y elecciones en 18. La oposición exige que Al-Assad salga del poder cuando comience el periodo de transición. Irán, uno de los principales actores del conflicto sirio, que apoya a Damasco, duda que sea posible encontrar una solución política rápidamente.

«Me sorprendería que (las negociaciones) concluyan pronto, ya que en Siria hay grupos en guerra contra el gobierno pero también entre ellos. Hay injerencia en los asuntos internos sirios», ha dicho el presidente iraní, Hassan Rohani, a medios de comunicación franceses.