Phelps iguala al Hijo del Viento
El deportista más premiado del olimpismo consigue su cuarto oro de la semana en los 200 metros estilos y además se convierte en el primer nadador en repetir título en cuatro ediciones de los Juegos. Su renta total alcanza ya los 22 oros de 26 medallasolímpicas con posibilidades de ampliarse.
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Michael Phelps convierte en oro todo lo que nada. Pero lo más meritorio es que lo está consiguiendo a una edad en la que la mayoría de sus homólogos se dedican a disfrutar de la natación por televisión o a jugar al golf. Phelps ya lo hizo, al golf y al póker, pero regresó a tiempo para demostrar que a sus 31 años tenía mucho que ganar y poco que perder.
El jueves obtuvo su cuarto oro en lo que va de certamen, el de 200 metros estilos, para añadir a los 200 mariposa y los dos relevos de crol. Suma ya 22 oros para un total de 26 medallas olímpicas –tiene dos platas y dos bronces–, y probablemente ha conseguido una más en los 100 metros mariposa cuya final se celebraba de madrugada. Lo sabremos antes, pero se publicará mañana, obligados por la diferencia horaria con Brasil y el cierre de edición.
Ser el mejor nadador de la historia y el deportista olímpico más premiado es sinónimo de hombre récord. Cada medalla tiene un significado. Su oro número 22 le ha convertido en el primer nadador que consigue el título en la misma prueba en cuatro Juegos consecutivos, algo que hasta ahora solo habían logrado dos atletas, también estadounidenses: Al Oerter en lanzamiento de disco (1956-1968) y Carl Lewis en salto de longitud (1984-1996).
A Phelps (2004-2016) le va bien que haya sido en los 200 metros estilos, la prueba que distingue a los nadadores más completos y sin duda el de Baltimore lo es. No tiene un estilo malo, lo que unido a su maestría en la competición le da ese plus. Phelps y Ryan Lochte volvieron a batirse por cuarta vez en esta final olímpica, prueba en la que el astro tiene los títulos y el neoyorquino la plusmarca (1.54.00). En los primeros 100 metros rivalizaron los dinosaurios, uno con la mariposa y otro con la espalda y hasta el tramo de braza Phelps fue segundo. Luego, en el crol, lo dio todo firmando el mejor parcial. Como en sus mejores tiempos puso el turbo para terminar sobrado en 1.54.66 y le sacó dos segundos al japonés Kosuke Hagino (1.56.61) y algo más al chino Wang Shun (1.57.05).
Phelps mostraba con los dedos un cuatro, el gesto de la noche, su último logro, también lo repetía en el podio entre orientales –que asoman en la combinada con Hagino, oro en los 400 estilos, como nuevo referente– y en la vuelta de honor que esta vez dio solo. Phelps posó en solitario mostrando sus 4 dedos a los fotógrafos porque tenía prisa para volver a actuar –45 minutos después superaba las semifinales de 100 mariposa– o quizás porque por primera vez a su lado no estaba su amigo Lochte, plata en 2004 y 2012 y bronce en 2008.
El de Rochester, séxtuple campeón olímpico –esta semana se colgó el oro junto a Phelps en el 4x200 libre– e ilustre veterano de 32 años, le echaba flores la víspera: «Phelps es el mejor, me encanta competir contra él. Para batirle hay que hacer la carrera perfecta y además saca lo mejor de mí». Esta vez no fue así, Lochte quedó quinto. No ha llegado como en otras ocasiones, las nuevas generaciones aprietan y solo su amigo parece capaz de frenar su ímpetu.
Y eso que tras otra jornada extenuante Phelps lo admitió: «Mi cuerpo sufre, me duelen las piernas. Estoy cansado... Es una locura pensar que hace 20 años aprendí a nadar y que todo va a parar en 48 horas». Fue una jornada dorada para el ambicioso USA Team, puesto que se llevaron el oro en tres de las cuatro finales. Ryan Murphy, de 21 años, firmó el doblete de la espalda. Primero ganó los 100 y luego el 200, superando al australiano Mitchell Larkin, vigente campeón mundial de ambas distancias. Solo se les escaparon los 200 metros braza, en una final sin americanas, que habían dominado en Londres, Beijing y Atenas. Lilly King, oro en 100 braza, no llegó a la final.
Venció la favorita Rie Kaneto con la segunda mejor marca del año (2.20.30), aunque la primera también era de ella. La japonesa pudo con Yulia Efimova, que como en el 100 se quedó con la plata y volvió a ser recibida con silbidos, tras ser readmitida pese a su pasado de dopaje.
Problemas para los chinos
Luego se supo que Chen Xinyi, cuarta en 100 mariposa, había dado positivo de un diurético, horas antes de que Sun Yang fuera eliminado en las series de 1.500 y no defenderá el título.
Oleksiak y Manuel rejuvenecen los 100
Dos jóvenes norteamericanas revolucionaron los 100 metros libres femeninos. Penny Oleksiak, una canadiense de 16 años, y Simone Manuel, una estadounidense de 19, obtuvieron el primer oro ex aequo de esta edición –hubo un bronce en los 100 metros espalda femeninos– tras sorprender a las favoritas con idénticos 50.70 segundos que es récord olímpico.
La sorprendente Oleksiak firmó un segundo largo espectacular. En 27 segundos ganó seis puestos y se comió en el camino a Cate Campbell, que pagó la factura de una pésima salida, y a Sarah Sjostrom, que con el bronce en estos Juegos ya tiene una medalla de cada color. Oleksiak alcanzó a Manuel y tocaron la pared a la vez.
Todo parecía preparado para que la fiesta australiana, que inauguró Kyle Chalmers con su victoria en la prueba reina masculina, se prolongara gracias a las hermanas Campbell. Cate, campeona en el Mundial de Barcelona’2013 y bronce en Kazán’2015, batió hace un mes el récord del mundo y Bronte es la vigente campeona mundial, pero ni una ni la otra. Las campeonas y plusmarquistas del relevo de 4x100 libre se quedaron sin medalla –Bronte, cuarta y Cate, sexta– al igual que Ranomi Kromowidjojo, oro en Londres’2012, que terminó entre las dos. Es lo que tienen estas pruebas explosivas, no se puede rectificar.
Chalmers se convirtió el jueves con 18 años en el segundo campeón más joven de la distancia tras Jörg Woithe de Alemania del Este que cazó el oro en Moscú’1980. El de Adelaida, como Oleksiak, también batió el récord del mundo junior entre los absolutos. La velocista de Toronto ha sido uno de los descubrimientos en la piscina carioca de donde se irá además con la plata en los 100 metros mariposa y el bronce en los relevos de 4x100 y 4x200 metros libre gracias a su enorme empuje.
Oleksiak nació en 2000, el año en el que se celebraron los Juegos de Sydney. Allí el oro del 50 libre también fue para dos norteamericanos, los dos yanquies: el inefable Gary Hall Jr y Anthony Ervin, quien viajó a Río para ese sprint y el relevo de 4x100 en cuya final fue sacrificado en favor de Phelps.
Estados Unidos no contabilizaba el oro femenino en esta prueba emblemática desde Los Angeles’1984 cuando casualmente hubo otro exaequo entre Carrie Steinseifer y Nancy Hogshead.M.S.