Encuentran con técnicas de geofísica una pirámide interior en Chichén Itzá
Investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) han descuebierto mediante estudios de geofísica que en el interior de la pirámide de Kukulkán, en la zona arqueológica de Chichén Itzá (Península de Yucatán, México), existe una segunda subestructura, es decir una pirámide de menor tamaño.
El grupo, integrado por científicos del Instituto de Geofísica y de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, yafue el que informó, en agosto de 2015, que la edificación maya, también conocida como El Castillo, fue levantada sobre un cuerpo de agua (cenote). Ahora una segunda etapa del estudio, mediante tomografía eléctrica, ha arrojado información sobre el interior.
La estructura hallada «nos dice que existen más etapas evolutivas dentro del asentamiento de Chichén Itzá», ha explicado a Efe la especialista Denisse Argote, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), quien también participa en la investigación.
La tomografía eléctrica tridimensional es una técnica geofísica para el estudio del subsuelo, en este caso aplicada a una estructura, que ha permitido a los investigadores «mirar» de manera no invasiva al interior de la pirámide con una tecnología que ellos crearon y que es única en el mundo.
«El hecho de descubrir, o de ‘iluminar’ dentro de la pirámide, una estructura más antigua nos aporta información de que desde periodos previos existían construcciones monumentales en el sitio», añade Argote.
La especialista ha recordado que en la década de 1930, al explorar la pirámide, se encontró una primera subestructura y ahora se ha hallado un más antigua dentro de aquella.
«De la primera (la más antigua) es difícil dar detalles porque no se está viendo directamente y de la segunda subestructura, la transicional, se puedan observar ciertas partes de la fachada».
Argote explica que existe la posibilidad de que haya un adoratorio o templo en la cima de la estructura recién descubierta. En la estructura hallada en los años treinta del pasado siglo se encontró el templo intacto, pero relleno para que no colapsara. «Puede ser que se haya conservado de la misma manera la más antigua».
Los investigadores han señalado que la dimensiones y la forma de la pirámide más antigua no se pueden saber «hasta que se pueda excavar, de forma arqueológica», aunque se han aventurado a ofrecer algunas medidas, con una altura aproximada de 10 metros, mientras que la de la estructura intermedia es de unos 20 metros.