Bilbo garantizará la adjudicación a empresas circenses que no ofrezcan espectáculos con animales salvajes
El pleno del Ayuntamiento de Bilbo que se celebra este jueves se ha comprometido a garantizar la adjudicación a empresas circenses que no ofrezcan espectáculos con animales salvajes.
En la sesión plenaria, ha salido adelante, por unanimidad, una enmienda de modificación del equipo de gobierno a una moción de Udalberri en la que se pedía declarar Bilbo como «ciudad libre de circos con animales».
La edil de Udalberri Amaia Arenal ha mostrado su satisfacción por el hecho de que el gobierno municipal «se suba al tren de esos más de 300 municipios que han decidido que no se va a permitir que se instalen circos con animales en su localidad».
Tras reconocer que les hubiera gustado que Bilbo se sumase a la red de ciudades de Infocircos, Arenal ha dicho que, «realmente, mientras este tipo de circos no tengan cabida en nuestra ciudad, nos da igual la fórmula». Por ello, ha considerado la enmienda del equipo de gobierno «un paso más en el camino que tarde o temprano nos llevará a un Bilbo libre de espectáculos donde no se maltraten a animales».
En su justificación de la enmienda, la edil de Fiestas, Igualdad y Cooperación, Itziar Urtasun, ha precisado que «en la competencia municipal no está prohibir» este tipo de espectáculos, sino que el «competente» es el Gobierno de Lakua. Tras reconocer la existencia de un debate social y político en relación a este tema y que cada vez más ayuntamientos «se están posicionando» sobre ello, ha afirmado que Bilbo «no se va a quedar atrás».
Desde EH Bildu, Bruno Zubizarreta ha señalado que la aprobación de esta enmienda es «un paso más en el desarrollo ético de Bilbo», y ha señalado que «el siguiente paso es acabar con las corridas de toros».
La edil de Goazen Bilbao Conchi García, ha apoyado la enmienda del gobierno porque «ya es hora de que el ayuntamiento asuma que no puede ser casi el último reducto en el que se permite circo con animales».
Desde el PP, Beatriz Marcos, ha señalado que «para que un espectáculo de este tipo tenga la belleza que suele tener, hace falta esfuerzo, tanto del animal como del domador, pero sin que sean objeto los animales de abuso o prácticas de explotación animal».