Fenerbahçe abrasa a triples a un triste Kirolbet Baskonia (65-79)

Si hace una semana Kirolbet Baskonia dio síntomas de recuperación tras derrotar al Barça, no ha tardado ni una semana en volver a caer en el marasmo. Un triste Fenerbahçe se ha impuesto con claridad al cuadro gasteiztarra, al que ha igualado en la clasificación de la Euroliga con un balance de 7-11 y además le ha ganado el basket average. A falta de pan, con una inferioridad manifiesta en el juego interior debido a las ausencias de Vesely y Duverioglu –solo por ello ha podido jugar un Lauvergne que, por lo demás, no tiene futuro en Fenerbahçe–, los pupilos de Zeljko Obradovic han abrasado a triples a los gasteiztarras, con 16 de 27 desde más allá de los 6,75 metros, firmando además 22 asistencias, el día en el que Leo Westermann, reverdeciendo sus laureles de cuando jugaba en Zalgiris Kaunas, se ha salido del mapa con un espectacular 7 de 8 desde la larga distancia.

Ha sido Shengelia –que ha firmado el mejor partido de su vida en la Euroliga en cuanto que valoración, con 37 créditos, acumulando 21 tantos, 7 rebotes, 3 asistencias y 3 tapones–, el autor de la primera canasta: 3-0. Pero la respuesta, con tres triples de Westermann y otro de De Colo, ha sido un 0-12. Y ese parcial ha sido la pesadísima losa de la que no se ha podido librar al cuadro gasteiztarra.

Salvo la ausencia de Ilimane Diop –pura «decisión técnica», según las aclaraciones del entrenador gasteiztarra en sala de prensa–, Dusko Ivanovic, lo ha intentado todo al ver el panorama de un Baskonia. Ha jugado sin bases, sin pívots, y sin bases ni pívots; ha jugado con un «triple poste», con Shengelia de alero alto, más Polonara y Fall. Nada le ha salido bien, salvo chispazos individuales, con el mentado partidazo de Shengelia –37 minutos en la cancha, con un esfuerzo tremendo– y el arreón final de un Youssoupha Fall, autor de 11 de sus 18 puntos en los diez minutos finales.

Los gasteiztarras han perdido 18 balones –por mucho que hayan recuperado 9, 7 de ellos obra de un Pierria Henry cuyos números mienten más que hablan a cuenta de sus 6 asistencias– y, después del 11-20 con el que ha terminado el primer cuarto, solo han parecido salir a flote en el segundo cuarto –y en el arranque del último–.

Fenerbahçe tampoco está para grandes alegrías y los pupilos de Dusko Ivanovic se han arrimado hasta un esperanzador 25-29. Pero en estas, un horroroso Shavon Shields ha errado un lanzamiento que hubiera supuesto el 27-29, y la respuesta ha sido otro parcial de 0-10, nuevamente a golpe de triple, después de que la escuadra otomana, todo hay que reconocerlo, haya encontrado siempre muy buenas opciones de lanzamiento merced a su buen movimiento de balón, sobre todo con los pívots turcos muy clarividentes a la hora de sacar el balón para los tiradores. Total, que al descanso el marcador no engañaba: 28-42.

Remontada truncada

«Hemos estado mejor que en otros partidos, pero cuando quieres salir de una situación como la nuestra, tenemos que defender mejor», ha dicho un Dusko Ivanovic conciliador tras el partido. Tanto es así, que Fenerbahçe ha conseguido estirar su renta hasta una máxima de 22 puntos, llegándose al 40-62 –y pitos entre los 10.613 espectadores asomados al Buesa Arena– hacia el final del tercer cuarto. Ha sido entonces cuando Ivanovic ha optado por un quinteto «suicida» compuesto por Janning, Stauskas –o Shields–, Shengelia, Polonara y Fall. «Cuando las cosas no están saliendo a partir de tu plan principal, hay que intentar otras cosas», ha declarado el técnico baskonista, con honesta claridad.

Y lo cierto es que ese cambio a la desesperada ha resultado: un parcial de 11-0 y posesión, metiéndole el miedo en el cuerpo a un Fenerbahçe que durante el arranque del último período ha flojeado mínimamente en su acierto desde lejos, al tiempo que no ha sabido cómo frenar al gigantón de Fall. Pero una discutible falta en ataque del pívot senegalés –amén de unas cuantas absurdas pérdidas en momentos donde aún había partido– ha tenido como seguida un par de triples de Derrick Williams y el inefable Leo Westermann, y a partir de ahí el duelo ha quedado encauzado a lo que ha planeado Zeljko Obradovic.

La desventaja gasteiztarra se ha mantenido siempre por encima de la decena de puntos, al tiempo que el Fenerbahçe más terrenal que se recuerda se ha conformado con ganar en Gasteiz pero sin hacer sangre.

Visto lo visto, y sin querer ser catastrofista, Kirolbet Baskonia no ha dado la talla como colectivo y ha ofrecido una triste imagen y hasta la «estampida» de buena parte de la grada minutos antes de que haya terminado el partido ha sido de lo más entendible, ya que a lo único que ha podido aspirar este vez el cuadro gasteiztarra ha sido a no perder por una diferencia escandalosa.