El Eibar se da un alegrón inesperado ante el Atlético (2-0)

El Eibar comenzaba la segunda vuelta con la necesidad de reconducir sus números en Ipurua, donde había encajado ya cinco derrotas, y ha decidido ponerse a ello de inmediato. Por primera vez desde que llegaron a la categoría, los azulgranas se han impuesto a un Atlético al que ya habían rascado un par de empates en Madrid pero que contaba sus visitas a Ipurua por victorias. Y por victorias inapelables, además.

Aunque era imprescindible que el equipo completara una noche inmaculada, como ha sido, para aspirar a un buen resultado, el buen inicio de los armeros ha resultado clave. Con dos cambios en el once –Burgos y Orellana por el sancionado Paulo y Charles, lo que ha supuesto que el Eibar actuara con un solo delantero, Enrich–, el equipo ha salido concentrado y convencido. Y ha habido premio. Tras un par de escarceos y un aviso más serio ha llegado el 1-0 a los diez minutos. Con suspense porque el colegido lo ha anulado en principio para rectificar después a instancias del VAR. Y con emoción porque lo ha marcado Esteban Burgos. Cuando ha realizado ese remate –en el segundo palo, en un córner botado por Enrich–, el central argentino sólo había disputado ochenta minutos en Primera, sesenta de ellos con el pómulo fracturado y diez, los que habían pasado desde el inicio del partido, con máscara.

A su correoso arranque, el Eibar le ha añadido su buena gestión del primer tiempo, en el que no ha podido evitar pero sí ralentizar la reacción del Atlético. En cualquier caso, conforme transcurrían los minutos, el equipo colchonero se ha ido acercando a Dmitrovic con más frecuencia y con más claridad.

Tras el descanso, los madrileños han apretado aún más, así que ha llegado el momento de poner a prueba la capacidad de sufrimiento. Ese examen también lo ha superado el equipo de Mendilibar, hasta el punto de que, olvidando las carencias defensivas que tan caro pagó durante semanas, ha dejado la puerta a cero por tercera vez en cuatro jornadas. Aunque durante muchos minutos ha parecido imposible que fuera a aguantar ante un rival que golpeaba una y otra vez.

Pero hoy era el día. Quizá porque a todas esas virtudes –el buen inicio, la concentración, la gestión del marcador, la capacidad de sufrimiento…– se les ha unido la ambición. Según se ha ido acercando el final del partido, los locales se han ilusionado con la posibilidad de sentenciar. Primero ha sido alguna contra aislada, después una presencia cada vez mayor en la parcela visitante. Y tras un par de avisos ha llegado el alegrón. Se acababa de cumplir el noventa cuando un disparo de Expósito desde la frontal se convertía en el 2-0 que permite a los azulgranas comenzar la segunda vuelta con las cuentas más claras y el ánimo reforzado.

Ultras en Ipurua
El Atlético ha estado apoyado por un grupo de aficionados en Ipurua. Una buena parte de ellos ha protagonizado la imagen más bochornosa de la jornada, desplegando su escenografía fascista mientras se dirigían al estadio. La sorpresa y el disgusto de los aficionados eibarreses ha sido doble, al comprobar que lo hacían con total impunidad y apenas escoltados por dos coches de la Ertzaintza.