El compositor vasco Alberto Iglesias logra un nuevo galardón por ‘Dolor y gloria’
La Union des Compositeurs de Musiques de Films ha premiado a Alberto Iglesias en la categoría Partitura Internacional de los Premios UCMF 2020 por la banda sonora de la película de Pedro Almodóvar, ‘Dolor y gloria’. Por otro lado, el compositor donostiarra ha presentado dos piezas que serán incluídas en su nuevo proyecto, ‘A Song’.
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Alberto Iglesias continúa cosechando premios destinados a su composición para ‘Dolor y gloria’, de Pedro Almodóvar. Tras el Goya, Cannes Soundtrack, Premio Feroz y la medalla del CEC (Círculo de Escritores Cinematográficos), ahora ha sido la Union des Compositeurs de Musiques de Films la que ha querido reconocer la partitura que compuso para la última película del cineasta manchego.
El premio a la mejor Partitura Internacional de los Premios UCMF 2020 le será otorgado por Thierry Jousse, periodista especializado en música destinada a películas de Radio France, el próximo 17 de junio y de manera virtual.
‘A Song’, un nuevo proyecto
Por otro lado, durante estos últimos meses, Alberto Iglesias ha estrenado ‘Instantánea’ y ‘La Noche en tus Manos’, dos nuevas piezas sinfónicas que suponen los primeros adelantos de su próximo proyecto ‘A Song’, que verá la luz a finales de 2020.
Este ambicioso proyecto no cinematográfico se compondrá de cuatro CDs a través de los cuales Iglesias presentará una amplia selección de piezas variadas. Entre ellas figuran nuevas grabaciones de obras para ballet que compuso en los noventa, su colaboración con Juan Muñoz y John Malkovich, el ‘Cuarteto breve’ que compuso por encargo del Tokyo Quartet y la premiere absoluta de su ópera ‘Sierra de la atmósfera’.
También sumará una revisión de ‘Cautiva’, de la que ‘Instantánea’ –el primer tema que publicó el pasado mes de abril– forma parte.
Alberto Iglesias, secuencias sonoras
Nacido en Donostia en 1955, Alberto Iglesias cuenta con una formación académica que incluye estudios de piano, composición, contrapunto y música electrónica, y en su extenso palmarés figuran varias nominaciones al Óscar de la Academia de Hollywood, a los Globos de oro y al BAFTA (British Academy of Films and Televisión Arts) que, unidos a los premios Goya –ostenta el récord de galardones, once–, avalan su prestigio creativo.
Iniciada en los años 80, su carrera incluye más de 30 bandas sonoras entre las cuales destacan sus colaboraciones para cineastas como Pedro Almodóvar (‘La flor de mi secreto’, ‘Carne trémula’, ‘Todo sobre mi madre’, ‘Hable con ella’, ‘La mala educación’, ‘Volver’, ‘Los abrazos rotos’, ‘La piel que habito’, ‘Los amantes pasajeros’, ‘Julieta’ y ‘Dolor y gloria’), Julio Medem (‘Vacas’, ‘La ardilla roja’, ‘Tierra’, ‘Los amantes del círculo polar’, ‘Lucía y el sexo’ y ‘Ma Ma’), entre otros muchos. A ello se suman las composiciones que ha realizado para Fernando Meeirelles (‘El jardinero fiel’), Steven Soderbergh (‘Che’), Marc Foster (‘Cometas en el cielo’), Tomas Alfredson (‘El topo’), Hossein Amini (‘Las dos caras de enero’) o Ridley Scott (‘Éxodo, dioses y reyes’).
En una entrevista ofrecida a ZAZPIKA, el compositor vasco reveló que su acercamiento al mundo del cine fue «un poco inducido. Nunca tuve en mente dedicarme a este campo de la composición pero, de repente, me vi involucrado en este medio gracias a que tenía amigos que estaban empezando a hacer cine. Para mí aquella experiencia fue todo un descubrimiento porque sentí de inmediato una sensación de comodidad y, sobre todo, topé con un territorio en el que podía desarrollar muchas ideas musicales. Me da la sensación que casi todos los comienzos suelen ser muy parecidos; todo se inicia cuando alguien te habla o te propone un proyecto y cuando entras de lleno en el juego, compruebas que te gusta».
En relación a su etapa creativa, también destacó que «yo creo que voy madurando poco a poco. Hoy en día no tengo esa sensación de ‘madurez’, creo que sigo inmerso en un periodo de aprendizaje. En los primeros años 80 yo era muy nuevo en el medio y creo que eso se nota. A diferencia de estos tiempos actuales, en los que contamos con más medios para acceder a una formación específica y muy especializada, los compositores de mi generación hicimos nuestra formación, incluida la más básica, en el puesto de trabajo. Nuestras referencias eran muy limitadas y tuvimos que aprender sobre la marcha, película a película. De todas formas, es un método que me ha venido muy bien y por ello continúo con él porque me ayuda a plantearme cada proyecto como un ejercicio nuevo que me permite experimentar o desarrollar cosas que todavía no he hecho».