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La licantropía falla y la naturaleza se rebela

100% WOLF: PEQUEÑO GRAN LOBO
Australia. 2020. 96’                 Tit. Orig.: “100% Wolf”. Dir.: Alexs Stadermann. Guion: Alexs Stadermann y Fin Edquist. Prod.: Alexia Gates-Foale y Barbara Stephen. Voz V.O.: Ilai Swindell, Sanmara Weaving, Ruper Degas, Jai Courtney, Adriane Daff, Alexs Stadermann, Jane Lynch, James Marsh, Magda Szubanski. Fot.: Heidy Villafane. Mús.: Ash Gibson Greig.

Freddy Lupin se transforma en un caniche, y no en un feroz lobo.(NAIZ)

El estudio de animación australiano Flyng Bark Productions se ha ido haciendo un sitio en el competitivo mercado internacional, sobre todo de un tiempo a esta parte, con Alexs Stadermann como creativo y realizador jefe. Una factoría de la que han salido ‘La abeja Maya: La película’ (2014), ‘Blinky Bill: El koala’ (2015) y ‘La abeja Maya: Los juegos de la miel’ (2017), títulos a los que se viene a sumar ‘100% Wolf: Pequeño gran lobo’ (2020). Todos ellos están pensados para el público de menor edad, por lo que son largometrajes que buscan el entretenimiento con acción y gags humorísticos, siempre en pos de una moraleja o conclusión sencilla y fácil de entender.

En ‘100% Wolf’ la lección a extraer sería la de que no hay que acomplejarse por el aspecto externo, y que tampoco se puede pretender impresionar a los demás mediante la intimidación, sino que hay que saber ganarse el afecto ajeno con nuestras cualidades naturales y con humildad. Es lo que deberá aprender el niño Freddy Lupin, heredero de una ilustre estirpe de licántropos u hombres-lobo, por lo que desde su nacimiento siente la presión de, una vez llegada la noche de luna llena, transformarse en un feroz lobo. Sin embargo, en el momento de estrenar su licantropía se convierte en un inofensivo caniche.

Sufrirá el inmendiato rechazo de la manada, a raíz de la muerte de su padre comandada por su malvado tío Hotspur. Recibe un ultimátum, y si no logra sacar el lobezno que lleva dentro, será apartado del grupo. Lo que termina sucediendo, viéndose abocado a vivir como un perro callejero, para lo que contará con la ayuda de la perrita Batty, hasta que son capturados por empleados de la perrera, lugar en el que también conocerá a un chihuahua y a un doberman con acento alemán. Se suceden  escenas divertidas, una escatológica, debido a que Freddy se niega a mear como un perro.