Frances McDormand, la suerte de Joel Coen
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Habrá quien piense que Frances McDormand tuvo la enorme suerte de conocer ya en su primera película al director Joel Coen, pero fue al revés, ya que pocos cineastas dan con la mejor actriz del país nada más empezar su carrera. Lo más gracioso es que todo fue fruto de la pura casualidad, porque quien se tenía que haber presentado al casting de ‘Sangre fácil’ (1984) era Holly Hunter. Ella y Frances habían estudiado juntas en la escuela de arte dramático de la Universidad de Yale, y juntas se mudaron a Nueva York para probar suerte, compartiendo piso. Como al principio era Holly la que tenía la agenda más ocupada, fue Frances la que acudió a la prueba en su lugar, y lo demás ya es historia viva de nuestro cine. Todo en la existencia de esta mujer ha sido bastante azaroso, ya desde su mismo nacimiento cuando fue dada en adopción a la familia de un pastor que viajaba refundando iglesias de los Discípulos de Cristo. De ahí a interpretar personajes duros solo había un paso.

La oscarizada protagonista de ‘Fargo’ (1996) y ‘Tres anuncios en las afueras’ (2017) es muy parecida a la de ‘Nomadland’ (2020), película ganadora del León de Oro en la Mostra de Venecia. Aquí toma el perfil de una de las tantas víctimas de la crisis económica del 2008, que sin posibilidad de trabajo o residencia estables se ve abocada a la vida nómada en una autocaravana. Quien adapta la novela original de Jessica Bruder es la cineasta de origen chino Chloé Zhao, quien ya en su anterior ‘The Rider’ (2017) mostró una especial inquietud por la vuelta en estos tiempos convulsos hacia el Viejo Oeste.