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Un nuevo equipo estudiará las fuentes de contagio de coronavirus en la CAV

A propuesta de EH Bildu, el Parlamento de Gasteiz acordó ayer que al equipo de rastreadores se le sume un equipo de investigación «para analizar e identificar los ámbitos y las posibles fuentes de contagio».

Una rastreadora en Refena, en Iruñea. (Idoia ZABALETA/FOKU)

La Comunidad Autónoma Vasca es la que menos datos remite a la denominada Red Nacional de Vigilancia Epidemiológica sobre el «ámbito de exposición» en el que se han podido producir los contagios de covid-19. Una situación que cambiará tras lo aprobado este jueves por el Parlamento de Gasteiz.

Así, mientras Nafarroa informa sobre el 70% de los posibles orígenes y deja como «desconocido» el 30% restante, Lakua dice desconocer el origen del 93% de los casos. Puede verse en el último informe de fecha de 2 de diciembre.

Ante esta situación, EH Bildu llevó ayer al Parlamento una proposición no de ley para que se constituya, junto a los equipos de rastreo, un grupo de investigación encargado de analizar en qué ámbitos, dónde y cómo se producen los contagios, para lo que contará con profesionales de perfiles adecuados.

La propuesta de Rebeka Ubera fue consensuada con el resto de grupos parlamentarios de la Cámara, a excepción de Vox, que se abstuvo, cabe suponer que porque aplica un cordón sanitario a las propuestas de la coalición independentista.

Conocer el origen de los contagios se considera importante para poder establecer los verdaderos puntos de riesgo. Durante el debate se llamó la atención sobre el hecho de que se estén tomando decisiones sobre supuestas actividades de mayor riesgo sin contar con datos fiables sobre ello.

Finalmente, tras negociaciones durante el puente festivo se alcanzó un acuerdo entre EH Bildu, Elkarrekin Podemos, PNV y PSE para la creación de un equipo de investigación que se sume a los de rastreo «para analizar e identificar los ámbitos y las posibles fuentes de contagio». También los parlamentario de PP-Cs votaron a favor.

La parlamentaria de EH Bildu Rebeka Ubera destacó la importancia del acuerdo porque «aclarar dónde y cómo se producen los contagios nos ayudará a adoptar medidas más quirúrgicas y profundizar en la prevención, además de evitar también debates estériles».

Junto a ello, aclaró que «para EH Bildu ha sido una prioridad investigar y poner los medios para conocer en qué ámbitos, dónde y cómo se producen los contagios; sabemos que conocer el cien por cien será imposible, pero se puede hacer más de lo que se hace ahora».

2.415 muertes

Conocer el origen de los contagios es fundamental para reducir la incidencia de la pandemia en Hego Euskal Herria. El miércoles se detectaron 534 nuevos positivos: 446 en la CAV y 88 en Nafarroa, donde se registraron tres fallecimientos relacionados con el covid-19, correspondientes a dos mujeres, de 63 y 95 años, y un hombre, de 85 años.

El número total de muertes confirmadas por esta causa en el herrialde llega a 915, pero podrían ser más, bastantes más, ya que el Instituto Nacional de Estadística (INE) advirtió ayer de que entre marzo y mayo fallecieron 2.415 personas por covid-19 o sospecha del mismo en Hego Euskal Herria. Una cifra superior a la aportada por los Gobiernos de Lakua e Iruñea.

En el caso de la CAV, perdieron la vida 1.429 personas que habían dado positivo en las pruebas de detección del covid-19, y se registraron 258 defunciones catalogadas como «covid-19 sospechoso». El dato total, 1.687, es ligeramente inferior al publicado el mes pasado por el Eustat, que informó de 1.697 defunciones provocadas por este virus entre marzo y mayo. Sin embargo, es superior al dato ofrecido por Lakua en los boletines epidemiológicos que publica el Departamento de Salud. En el informe del 31 de mayo se recogen 1.541 fallecidos a consecuencia de la pandemia, 146 menos que los reportados ahora por el INE.

En Nafarroa, perdieron la vida 567 personas a las que se había diagnosticado la enfermedad y se registraron 161 muertes asociadas a cosos «sospechosos». Al igual que en el caso de la CAV, el dato del INE es superior al reportado por el Ejecutivo de Iruñea en el boletín publicado a finales de mayo, en el que se da cuenta de 528 muertes atribuibles al covid-19.

La evidencia de que en esa primera ola hubo más muertes que las reportadas (bien por errores o simplemente por dificultad objetiva de testar la razón exacta) ya había sido acreditada tanto por el Eustat como por otros estudios como el del matemático Txema Mendibil a partir del último informe del Instituto Carlos III sobre la Mortalidad Diaria (MoMo). Como recogió NAIZ todavía en mayo, su estudio estimaba que había 535 fallecimientos que escapaban a las datos oficiales.

Cabe señalar que en Nafarroa las enfermedades infecciosas, entre las que figura el covid-19, se convirtieron en la primera causa de mortalidad, por delante de tumores y de afecciones al sistema circulatorio. En concreto, la tasa bruta de mortalidad por cada 100.000 habitantes entre los meses de enero y mayo se situó en 114,8. En la CAV, la tasa fue de 81 muertes por 100.000 habitantes, lejos de los 118,4 vinculados a tumores y de las 107,5 a afecciones al sistema circulatorio.

Llama la atención el elevado número de muertes por «covid-19 sospechoso» registrado en residencias navarras, el 67,5%. El informe publicado por el INE detalla que la CAV y Nafarroa, junto a La Rioja y Murcia, «presentaron los mayores porcentajes de defunciones por covid-19 virus identificado en residencias socio-sanitarias».

A nivel estatal, el INE eleva a 45.648 las defunciones por coronavirus registradas entre marzo y mayo, 18.557 más que las computadas por el Ministerio español de Sanidad.