Estamos a merced de los elementos
Es asombroso oír al coordinador del LABI «técnico» valorar que la curva de contagios está creciendo a menor ritmo que en olas anteriores, y augurar, con flema inglesa, que lo previsible es que vaya a mantenerse al alza 30 o 35 días. La primera parte sorprende porque la subida se está produciendo antes de las vacaciones de Semana Santa, que podrían causar, y explicar, un cambio de tendencia hacia arriba. Está subiendo sin que ocurra nada que lo provoque. Puestos a comparar, habría que hacerlo, por ejemplo, con la semana anterior a navidades, y la tendencia es peor que entonces, pues, de hecho, en esas fechas la incidencia estaba cayendo en la CAV.
La segunda afirmación es chocante por la tranquilidad con la que se asume que los contagios van a seguir creciendo, «quizás con algo más de fuerza», durante varias semanas más. En los últimos siete días, en Araba los casos han aumentado un 33%. Imaginemos que sigue haciéndolo a ese ritmo, «o quizá con más fuerza», otras cuatro semana más. ¿Dónde está el límite para que el LABI, o Jonan Fernández, o Iñigo Urkullu, valoren que hay que hacer algo para darle la vuelta a esto? No es una pregunta retórica, y menos tras escuchar a la consejera de Salud explicar que uno de cada noventa casos acaba con un paciente en la UCI (y dos de cada cien enfermos de covid fallecen, según los datos oficiales). ¿Y por qué van a dejar de subir los contagios si se mantienen las medidas que no están impidiendo que suba ahora?
Con todo, sí es posible, con permiso de las variantes, que esta nueva ola no sea tan dañina. Entre las personas que ya se han contagiado, y las que se han vacunado hay un 20% de población que en principio no es candidata a enfermar. Las residencias están inmunizadas, además de mucha gente mayor y los sanitarios de primera línea. Y a diferencia de Navidad, las vacaciones de Semana Santa no son de celebración en interiores, de comidas y cenas familiares, sino de exteriores, de monte, playa y excursión.
Al menos, si hace buen tiempo. Con suerte será así y la curva no crecerá tanto. Pero es increíble que un año después estemos a merced de los elementos.