Stéphanie Frappart, la locomotora de las árbitras, va sumando hitos
La francesa Stéphanie Frappart actuará como cuarta árbitra en la Eurocopa masculina que comenzará este viernes. La gala conseguirá otro hito pues anteriormente ha sido la primera mujer en dirigir un partido de Champions masculina así como la final de la Supercopa europea.
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Nunca antes una mujer había arbitrado un partido de la Eurocopa masculina. Ni actuando de cuarto árbitro –ese colegiado que suele estar entre los banquillos, apaciguando los ánimos del área técnica así como dispuesto a sustituir al árbitro principal en caso de una lesión–.
Stéphanie Frappart conseguirá otro hito en su carrera profesional así como en la historia de las árbitras, pues será la primera mujer que forme parte del equipo arbitral en una Eurocopa masculina. No está entre los 18 colegiados titulares pero al menos ha logrado estar presente en una lista que hasta ahora estaba exclusivamente reservada para hombres.
Y es que la francesa sigue mostrando el camino para las árbitras. Esta participación en el Campeonato de Europa de Naciones supone un nuevo hito para este talentoso y carismática pionera (37 años), que sube de rango a toda velocidad: primera mujer al silbato en la segunda división francesa (2014) y luego en la Ligue 1 masculina (2019), primera mujer en liderar la Supercopa de Europa en agosto de 2019 y luego primera mujer en arbitrar la Liga de Campeones en diciembre pasado...
«Voz pequeña» pero gran «diplomática»
Y aquí está ahora en la Euro, organizada en once países del continente, después de haber estado ya en el silbato durante el torneo femenino de 2017 o durante el Mundial femenino 2019 organizado en el Estado francés.
«Es un gran avance, un reconocimiento a mis cualidades y mis habilidades. Es mi línea de conducta desde el principio, soy elegida por mis habilidades y no por mi género», comentó la semana pasada durante el encuentro con la prensa en la sede de la Federación Francesa (FFF).
En Ligue 1, acerca Frappart hay unanimidad: ha atraído los elogios de los jugadores en el juego, ya sea en el campo o al margen.
«Tiene mucha diplomacia», dijo el entrenador del Lille, Christophe Galtier, después de su debut en L1, en 2019. «Solo necesita una mirada, una sonrisa, un gesto... y se detiene».
«Tiene una voz pequeña pero tiene carisma, personalidad", había descrito el centrocampista Pierre Bouby, que coincidió con ella en la Ligue 2 con el Orléans. «Utiliza las palabras adecuadas, explica, es diplomática y podemos discutir con ella".
«Fomento de las vocaciones»
«Es una locomotora para el arbitraje femenino y una mujer excepcional», dijo a la AFP el presidente de la Comisión Federal de Árbitros, Eric Borghini.
El gerente la describe como «una mujer de una calma y serenidad impresionante, no la desestabilizas, tiene una madurez increíble».
Su forma de arbitrar, con diplomacia y firmeza, también es bienvenida para Jürgen Klopp, técnico del Liverpool, tras la Supercopa de Europa de 2019.
Un año después, durante el Juventus de Turín-Dynamo Kiev (3-0) en diciembre de 2020, se convirtió en la primera mujer en oficiar como árbitra principal de un partido de la Liga de Campeones, y su actuación de esta noche, allí, bajo control, había sido aplaudida por la prensa.
En la Eurocopa, estará al margen, lo más cerca posible de los entrenadores, y solo debería entrar en juego en caso de lesión del árbitro principal.
Pero su selección para el gran encuentro continental ya la convierte en un ejemplo, una figura del fútbol europeo con creciente notoriedad.
«Humilde»
«Tomé en cuenta el hecho de que mi presencia siempre sería un evento», dice. «En la calle, me llaman bastante a menudo, pero siempre es amable. La gente quiere una foto o un autógrafo, pero yo siempre respondo cordialmente».
Frappart, al no ver ninguna «diferencia entre un hombre y una mujer», se felicitó de que la Federación no hubiera adaptado sus controles de reingreso a las mujeres para el curso de reanudación en Clairefontaine.
Hay que pasar «las mismas pruebas físicas que los chicos«, porque «los jugadores no van más lento cuando yo arbitro, así que los requisitos no deben ser menores», apuntó.
Stéphanie Frappart, ex jugadora del AS Herblay en la región de París, ha arbitrado desde los 13 años. Recorrió los estadios de la Segunda División francesa durante cinco temporadas antes de ser ascendida en el verano de 2019 a la Ligue 1, algo que ningún otro árbitro principal había logrado hasta entonces.
Si no es la primera, está entre las pioneras, como la suiza Nicole Petignat, primera mujer en arbitrar la Copa de la UEFA en 2003, o la alemana Bibiana Steinhaus, primera árbitra en un gran campeonato europeo.
Estas pioneras podrían dar ideas a otros futuras árbitras
«Es parte de mi papel fomentar las vocaciones. Es un verdadero placer demostrar que es posible. Ahora podremos ver árbitras en la televisión, es un orgullo», comentó Stéphanie Frappart.
«Tenemos un 4% de mujeres en el arbitraje francés», recuerda Eric Borghini. «Es emblemático, puede hacer soñar a una joven que quiera hacer arbitraje», concluye.