El día que Rod Stewart invadió el césped de Wembley
Inglaterra y Escocia se miden hoy en Wembley a partir de las 21.00 en la segunda jornada del Grupo D. Se trata del partido entre selecciones más repetidos de la historia, y entre los 113 partidos que han disputado hay uno que los escoceses recuerdan especialmente.
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Inglaterra y Escocia han medido sus fuerzas en 113 ocasiones, siendo el enfrentamiento más repetido entre combinados nacionales a lo largo de la historia. El primer partido entre ambas selecciones se disputó el 30 de noviembre de 1882 en el que constituye el primer partido internacional reconocido por la FIFA. El choque jugado en el Hamilton Crescent de Glasgow, un campo utilizado fundamentalmente para jugar al críquet, concluyó con empate a cero y dio paso a una larga e intensa rivalidad.
Más de un centenar de enfrentamientos en los que Inglaterra ha conquistado 48 victorias, Escocia 41 y se han producido 24 igualadas. La mayoría de dichas contiendas se han competido en el marco del British Home Championship. Un torneo disputado entre 1883 y 1984, interrumpido únicamente por las Guerras mundiales (1914-1919 y 1939-1945) y el conflicto irlandés (1981), por las selecciones de Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte -que pudo contar con jugadores de toda la isla hasta 1951-.
Un campeonato que contaba con varias peculiaridades, la más destacada radicaba en la posibilidad de compartir el título en caso de empatar a puntos, prueba de ello es el entorchado que sumaron las cuatro selecciones en 1956. A partir de 1978, la diferencia de goles fue clave para determinar el ganador. Los equipos más laureados fueron, obviamente, Inglaterra y Escocia con 54 y 41 títulos, respectivamente.
En dicho torneo se enmarcan la mayoría de los partidos disputados entre los pross y la Tartan Army, incluidos algunos de los más míticos, como el primer encuentro jugado entre ambas selecciones en Wembley el 31 de marzo de 1928, saldado con una contundente victoria escocesa por 5 a 1. En total, el mayor templo futbolístico inglés ha albergado 32 encuentros entre ingleses y escoceses, siendo 26 de ellos del British Home Championship. Asimismo, cabe no olvidar el choque que jugaron en la Euro de 1996, marcado por el golazo y peculiar celebración de Gascoigne, la eliminatoria decisiva para la cita de 2000 o el primer partido disputado en el nuevo estadio.
Y es precisamente en Wembley donde Escocia ha conseguido algunos de los triunfos más importantes e icónicos de su historia. Un total de 8 victorias en el gran estadio de su rival. La mencionada de 1928, a las que hay que añadir las cosechadas en 1938, 1949, 1963, 1967, 1977, 1981 -aunque el British Home Championship se suspendió por las protestas en Irlanda en apoyo a la huelga de hambre de los presos republicanos encerrados en Long Kesh- y en 1999.
4 de junio de 1977
Unos triunfos especialmente celebrados por la hinchada de la Tartan Army y que contó con su punto álgido el 4 de junio de 1977. Escocia ganó por uno a dos a Inglaterra en Wembley, se alzó con el título del citado torneo ante 98.000 espectadores y culminó con una histórica invasión de campo por parte de la afición escocesa ante la mirada de los bobbies ingleses.
Los goles de McQueen y Dalglish desataron la locura entre los seguidores del conjunto escocés, hasta el punto de que una multitud acabó celebrando el triunfo sobre el césped. Entre ellos, nada más y nada menos que el músico Rod Stewart, convertido ya en una auténtica celebridad. Hijo de un encargado de obra natural de Edimburgo y de madre inglesa, es el menor de cinco hermanos y el único nacido en Inglaterra, concretamente en el barrio londinense de Highgate. Pronto desarrolló sus dos grandes pasiones: la música y el fútbol, siendo un ferviente aficionado del Celtic de Glasgow y de la selección escocesa.
Aquel 4 de junio de 1977, los fotógrafos inmortalizaron a un Rod Stewart ataviado con la sudadera de la Tartan Army, llevado en brazos por la muchedumbre que invadió el césped de Wembley. Las porterías acabaron por el suelo, el verde repleto de escoceses, algunos de ellos ataviados con sus atuendos tradicionales y otros con los gorros que habían quitado a los bobbies, pero la imagen de la jornada que permanece en la memoria más de cuatro décadas después es la del músico. El idilio entre Rod Stewart y Wembley se prolongó, ya que años después pudo actuar en el estadio en grandes conciertos como los que ofreció en 1980, 1986 o 2007 cuando participó en el tributo realizado a la princesa Diana con motivo del décimo aniversario de su fallecimiento.
Pocas semanas antes del partido de 1977, en mayo, la federación escocesa nombró seleccionador a Ally McLeod. Durante su presentación no pudo ser más elocuente al señalar que «soy Ally McLeod y soy un ganador», el título liguero que había conseguido la temporada anterior con el modesto Aberdeen le avalaba. Una hazaña a la que pronto sumó la victoria en Wembley, el entorchado en el British Home Championship y la clasificación para el Mundial de Argentina tras dejar en la cuneta a Checoslovaquia y Gales. La concatenación de éxitos desató la euforia entre la afición escocesa, acudiendo a la Copa del Mundo como una de las posibles revelaciones debido al nivel de futbolistas como Dalglish, Souness, Johnston, Macari, Joe Jordan o McQueen. Un optimismo que se multiplicaba debido a la ausencia de Inglaterra en la cita mundialista.
Aquel equipo dejó una importante huella en la cultura popular, ya que al margen de las imágenes de la invasión de Wembley, el comediante Andy Cameron creó la canción «Ally’s Tartan Army» basándose en la melodía del «God save Ireland» uno de los clásicos de la música popular irlandesa. La obra de Cameron se convirtió en todo un hit vendiendo nada menos que 360000 copias y llegando al sexto puesto de las listas. Sin embargo, la participación escocesa en el mundial de 1978 no estuvo a la altura, incluyendo la derrota ante Perú, el positivo de Johnston, un empate con Irán y la temprana eliminación pese a ganar a Holanda en el tercer partido de la primera fase.
El encuentro ante los tulipanes incluyó el mítico gol de Archie Gemmill. Uno de los mejores de la historia de la Copa del Mundo, tras regatear a varios jugadores neerlandeses y colocar el balón en la escuadra. Su espectacularidad provocó un gran impacto en el imaginario colectivo escoces. Así, casi dos décadas después, en una de las escenas más recordadas de la icónica “Trainspotting”, el personaje interpretado por Ewan MacGregor compara lo sentido en un orgasmo con las sensaciones que le generó el tanto de Gemmill en 1978.
Escocia lleva 22 años sin ganar a Inglaterra y ha retornado al gran escenario internacional masculino con la esperanza de romper el maleficio que le impide avanzar de la primera fase de los grandes torneos. En un contexto en el que además sobrevuela la posibilidad de celebrar una segunda consulta en torno a la independencia, Escocia no lo tendrá fácil en Wembley pero para lograr la victoria contará de nuevo con el apoyo de su fiel hinchada. Entre ellos, obviamente, Rod Stewart.