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Abdoulaye Coulibaly, de Guinea a morir en el Bidasoa con 18 años

El joven ahogado en el Bidasoa el pasado domingo cuando trataba de llegar a Hendaia ha sido identificado como Abdoulaye Coulibaly, un joven de 18 años de Guinea, de donde salió el pasado mayo con la esperanza de llegar al Estado francés.

MIgrantes en la concentración de recuerdo del lunes en Irun. (Jon URBE | FOKU)

Abdoulaye Coulibaly tenía 18 años –cumpliría los 19 dentro de tres meses– y salió el pasado mes de mayo de Guinea (Guinea Conakry), con la esperanza de llegar al Estado francés, donde tenía familiares.

Pero su viaje, lleno de riesgos a falta de otras vías seguras para llegar a Europa, acabó en las aguas del río Bidasoa, donde murió ahogado el domingo.

Coulibaly había logrado sobrevivir en el Atlántico a la peligrosa travesía por mar, en un cayuco en el que fue rescatado a menos de una milla de la costa junto a varias decenas de personas que también trataban de llegar a Europa procedentes del África subsahariana.

Decenas de personas mueren en esta ruta, la más mortal de las que las personas migrantes utilizan para intentar llegar al Estado español. Según la ONG Caminando Fronteras, en la primera mitad del año, han fallecido ya 1.922 personas en ella, una media de más de diez personas al día.

Una vez en Gran Canaria, se confirmó la situación de vulnerabilidad del joven guineano, por lo que fue trasladado a la península dentro de los movimientos que el Gobierno español ha ido llevando a cabo a lo largo de este año tras la congestión que llegó a producirse en los centros de acogida –oficiales o improvisados– de Canarias, donde se hacinaban miles de personas.

Coulibaly llegó así a Madrid el pasado 29 de julio y luego fue trasladado a Catalunya, a un centro de Cruz Roja en Granollers. Decidió continuar su viaje desde allí y partió el pasado 5 de agosto. Tras llegar a Irun ese mismo día, según registró el albergue de Hilanderas, tres días después, alrededor de las 9.45 del domingo, intentaba cruzar a nado el río Bidasoa acompañado de un amigo.

A pesar de que desde Irungo Harrera Sarea les habían advertido del peligro de cruzar el río, el aumento de la presencia policial hizo que ambos no esperaran más.

Abdoulaye Coulibaly se ahogó en una fuerte corriente al poco tiempo de entrar en el agua, mientras su compañero lograba llegar a la otra orilla.

Un vecino de la zona vio cómo una de las personas que intentaba cruzar el Bidasoa se hundía nada más entrar en el río y desaparecía. Aunque esa persona se lanzó al agua, la intensa corriente le impidió socorrerlo.

Un helicóptero de la Ertzaintza, buzos de Cruz Roja de Hondarribia y de los Bomberos, así como una dotación de la Unidad de Vigilancia y Rescate de Montaña y patrullas de Seguridad Ciudadana de la Ertzaintza recorrieron la ribera del río, donde los bomberos recuperaron su cuerpo poco después.

Tres en tres meses

Esta es la segunda muerte que se produce en menos de tres meses en similares circunstancias en el Bidasoa, ya que el 22 de mayo fue rescatado en sus aguas el cuerpo sin vida de otro migrante. el joven marfileño Yaya Karamogo, que trataba de alcanzar la orilla de Hendaia.

La muerte del joven guineano motivó la denuncia de las actuales políticas migratorias europeas en una concentración del lunes en Irun, convocada por Irungo Harrera Sarea.

Los participantes exigieron una nueva política migratoria que evite situaciones desesperadas e impida que el Bidasoa se convierta en una tumba para las personas que tratan de cruzar la frontera, y reclamaron mayor responsabilidad a las instituciones de Euskal Herria.