«Super Mario» encuentra su sitio
Götze Fue galardonado con el trofeo Fritz Walter como mejor jugador germano en las categorías sub17 y sub18 y en 2009 debutó con el primer equipo del Borussia Dortmund. Las lesiones y una enfermedad metabólica truncaron su escalada en la Bundesliga. Ahora está recuperando su mejor nivel en el PSV.
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Apenas 62 futbolistas cuentan con el privilegio de haber marcado en alguna de las 21 finales de la copa del mundo disputadas hasta el momento. Menor es todavía la cantidad de jugadores que han logrado anotar el tanto decisivo en dicha gran cita, un honor reservado para el italiano Schiavo, el uruguayo Ghiggia, el argentino Burruchaga, el español Iniesta y los germanos Rahn, «Torpedo» Müller, Brehme y Götze.
Este último decidió la final de 2014, apenas un cuarto de hora después de haber entrado al campo, en el minuto 113 del partido que enfrento a la mannschaft contra la albiceleste de Messi. Tras batir a Sergio Romero y otorgar su cuarta estrella a la selección alemana, Mario Götze tocó el cielo en Maracaná. Era el hombre del momento. Todos los focos se centraban en un genio precoz, para el que no parecía vislumbrarse ningún límite futbolístico.
Aquel fue el cenit de un jugador nacido el 3 de junio de 1992 en la localidad bávara de Memmingen, cerca de la frontera con Austria, en el seno de una familia que combina la ciencia con el fútbol. Sus hermanos Fabian y Felix también han logrado jugar en la Bundesliga. El primero con el Mainz, mientras que el segundo milita en el Augsburgo. Su padre, en cambio, es catedrático de Tecnología de Datos en la universidad de Dortmund, la ciudad a la que los Götze se trasladaron en 1997.
«El Messi alemán»
Galardonado con el trofeo Fritz Walter como mejor jugador germano en las categorías sub17 y sub18, en noviembre de 2009 pasó de destacar con la selección juvenil a debutar con el primer equipo del Borussia Dortmund de la mano de Jurgen Klopp. En su estreno en la élite apenas disputó cinco encuentros con los Die Schwarzgelben (los aurinegros), pero acabó ganándose un sitio en la plantilla. Tanto, que en la siguiente campaña, la 2010-2011, se convirtió en un fijo disputando 41 partidos y anotando 8 goles, una aportación clave para conquistar la Bundesliga. Matthias Sammer, entonces director técnico de la federación teutona le calificó como «uno de los mayores talentos que Alemania ha tenido nunca». El mítico Franz Beckenbauer fue más rotundo al definirlo como «Der deutsche Messi». O, lo que es lo mismo, como «el Messi alemán».
Las expectativas eran altísimas, en octubre de 2010 debutó con la selección absoluta, renovó su contrato con el Borussia Dortmund tras rumorearse un presunto interés del Arsenal, trabajó también en las oficinas comerciales de la entidad y fue una pieza clave para que su equipo completase el doblete en 2012. Sin embargo, la consagración europea estaba por llegar. No tardo en hacerlo, ya que el conjunto de Klopp consiguió el billete para la final de la Champions League un año después. Una cita en la que su equipo echó de menos a Mario Götze, lesionado en las semifinales disputadas ante el Real Madrid. No era para menos, porque su talentoso centrocampista había conseguido marcar 16 goles en todas las competiciones. Finalmente, en la gran cita de Wembley, el conjunto de Renania del Norte-Westfalia cayó ante su particular archienemigo: El Bayern de Jupp Heynckes.
Ese mismo verano, el conjunto bávaro decidió lanzar una opa hostil a su mayor rival en la Bundesliga, pagando 37 millones de euros por los servicios de Götze. Una cantidad que lo convirtió en el jugador alemán más caro de la historia. Un año más tarde, el Bayern fichó a Robert Lewandowski, el delantero centro del Borussia Dortmund de Klopp, y posteriormente también incorporó a Mats Hummels. El fichaje récord de «Super Mario» partía de la premisa de Guardiola, entonces nuevo técnico del gigante germano, de utilizarlo como «falso 9». No se puede decir que le fuera mal en su primera campaña, anotando 15 tantos que ayudaron en la consecución de la Bundesliga y la Copa germana. No obstante, lo mejor estaba por llegar para Götze, ya que el 13 de julio de 2014 marcó el citado gol que permitió a Alemania levantar su cuarta copa del mundo.
Portada del videojuego PES 2015 de la empresa Konami, las ilusiones en torno a su crecimiento se dispararon, pero no las pudo cumplir. El mismo Beckenbauer, que años antes lo había encumbrado, mostró en público su malestar por el bajo rendimiento de Götze. Lo que unido a las lesiones, padeció un desgarro muscular que le mantuvo cinco meses a los terrenos de juego, y su escaso feeling con Guardiola provocaron su salida del Bayern. Su consuelo, ser convocado por la selección alemana para la Euro 2016, un torneo en el que disputó cuatro encuentros.
Así las cosas, completó el camino inverso al que había realizado previamente, optando por regresar al Borussia Dortmund. Una segunda etapa en la que no pudo desplegar todas sus virtudes debido a un nuevo contratiempo como fue la aparición de la miopatía. Una enfermedad metabólica que produce fatiga y deriva en un aumento de peso. Ausente en el Mundial de 2018, Götze fue perdiendo protagonismo en el conjunto aurinegro de forma paulatina. En mayo de 2020, el Borussia Dortmund anunció que no renovaría el contrato de quien antaño había sido su particular niño prodigio.
Recuperando su mejor nivel en el PSV
El talentoso centrocampista vivió tiempos de cambio. En junio nacería su hijo Rome, fruto de su relación con la modelo Ann-Kathrin Bommel, y fue galardonado con la Orden del Mérito del Norte de Renania-Westfalia «debido a su compromiso social». En lo futbolístico, en plena pandemia, decidió dar un giro a su trayectoria. Buscaba un nuevo equipo lejos de los focos de la Bundesliga, pero que le permitiese seguir siendo competitivo. Descartó la opción de jugar en EEUU y firmó por el PSV Eindhoven neerlandés. La presencia de su compatriota Roger Schmidt en el banquillo fue clave para decidir su destino y firmar por dos temporadas.

En su primera campaña, disputó 25 encuentros y consiguió 6 goles. Unos números que le sirvieron para ampliar su contrato hasta 2024. En la presentación de dichonuevo acuerdo, los rectores del PSV destacaron «la energía en la que Götze envuelve al equipo». Un gesto de confianza mutua reafirmado mediante el rendimiento de un jugador, tanto ejerciendo de mediapunta como escorado a una banda, que se ha mostrado como una pieza clave en un equipo que comenzó la temporada ganando el trofeo Johan Cruyff -equivalente a la Supercopa- ante el Ajax el pasado verano.
El rendimiento de «Super Mario» está siendo excelente, erigido en un ídolo para la afición del conjunto neerlandés. De hecho, algunos hinchas han llegado a acudir al campo vestidos como el popular personaje del icónico videojuego de principios de los noventa. Según datos de Opta, tanto en la Eredivisie como en la Europa League, Götze supera el 80% de acierto en sus pases. Asimismo, cabe señalar que en el encuentro de ida frente a la Real Sociedad, recorrió más de cuatro kilómetros a una velocidad superior a los catorce kilómetros por hora, obteniendo las cifras más reseñables dentro del elenco del PSV. Y, por si esto fuera poco, junto a su compañero Cody Gakpo, el jugador del campeonato neerlandés que más peligro y ocasiones genera. Hasta ahora, en 16 partidos, también ha conseguido 5 goles. Es la redención de un talento tan precoz como brillante, pero al que la irregularidad ha lastrado parte de su carrera. De momento, en Eindhoven vuelve a sonreír.