Miles de personas despiden en las calles de Tokio al ex primer ministro Shinzo Abe
Miles de personas se han congregado hoy en las calles de Tokio para ver pasar el cortejo fúnebre del ex primer ministro japonés Shinzo Abe, muerto a tiros el pasado viernes, después del funeral privado celebrado por la tarde en el templo budista Zojoji.
La ceremonia fúnebre por Shinzo Abe era solo para familiares y allegados, pero se han formado largas filas de personas vestidas de negro frente al templo Zojoji para despedir al primer ministro que más tiempo estuvo en el poder en Japón.
El flujo de gente ha superado con creces al de ayer, cuando tuvo lugar el velatorio, pero reinaba la confusión sobre la accesibilidad al templo dado el carácter privado del evento.
«No puedo sobrellevar la tristeza, así que vine a dejar flores y a orar», ha señalado a AFP la consultora Tsukasa Yokawa, de 41 años, quien ha calificado a Abe como «un gran primer ministro».
Abe fue tiroteado el viernes durante un acto de campaña en la ciudad de Nara, dos días antes de las elecciones parciales a la Cámara Alta de la Dieta (Parlamento), en las que su partido afianzó el domingo su mayoría.
El sospechoso del crimen, Tetsuya Yamagami de 41 años, detenido inmediatamente después del crimen, declaró a la Policía que lo atacó porque creía que Abe estaba ligado a la Iglesia de la Unificación (fundada por el coreano Sun Myung Moon y conocida como la secta Moon) que, al parecer, perjudicó a su familia.
Mientras la gente se amontonaba en el exterior, en un área privada tenía lugar el funeral por el rito budista, que generalmente consiste en la ofrenda de incienso mientras un monje entona sutras, oraciones y textos que contienen las enseñanzas del budismo.
Una vez terminada esta ceremonia, el féretro se sella y se traslada a un centro para su incineración.
Centenares de personas se habían aglutinado en las aceras en el exterior del templo para ver pasar el coche fúnebre con los restos mortales de Abe de camino al crematorio.
«Es despreciable», ha afirmado Yuko Takehisa, una enfermera que acudió para ver pasar el cortejo.
«Se pudo haber hecho más para evitarlo», al declarado al indicar que «nadie denunció a Yamagami» con la policía a pesar de que algunas versiones apuntan que había probado una arma casera antes del ataque.
Tras el homenaje, el cortejo con los restos de Abe se ha trasladado a los lugares emblemáticos de la capital y a los símbolos del poder, como la residencia del primer ministro, Fumio Kishida, conocida como Kantei, y la sede de la Dieta.
Fuera de los edificios, funcionarios y altos cargos aguardaban de pie con semblante sombrío y efectuaban reverencias como signo de respeto.
En el asiento delantero del vehículo viajaba su esposa, Akie, con una tablilla de madera inscrita con el nombre póstumo entregado al difunto, una tradición budista para evitar su regreso si se le llama por su nombre en vida.
Durante todo el trayecto, miles de personas han ofrecido sus plegarias y han sacado fotografías del último recorrido de Abe.
Meika Nakashima, de 72 años y residente de la vecina prefectura de Saitama, ha sido una de quienes se desplazaron hoy hasta Zojoji, portando un ramo de flores y un marco con numerosas fotografías del difunto Abe, incluida una tomada con ella el pasado 22 de junio.
«El señor Abe trabajó mucho por el país, pero ahora está muerto. He venido para orar para que descanse en paz», ha dicho en declaraciones a Efe a su llegada a la entrada del templo.
Homenaje público futuro
Cuando concluya el crematorio, los familiares de Abe participarán en una ceremonia durante la que, usando palillos, introducirán los huesos restantes del difunto en una urna con sus cenizas.
Esta urna permanecerá siete semanas (49 días) en el domicilio de Abe y está previsto que posteriormente sean trasladadas a la tumba familiar situada en la prefectura de Yamaguchi, en el sudoeste del país, de donde proceden los ancestros del veterano político.
La viuda de Abe recordó cómo había desayunado con él pocas horas antes del atentado que le costó la vida y dijo que se habría mostrado "contento de ver tanta gente" reunida por su funeral.
El ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi, hermano de Abe, ha calificado hoy el ataque de «acto terrorista». «He perdido a mi hermano, y Japón ha perdido a un líder irreemplazable», ha escrito en Twitter. «Mi hermano amaba Japón y arriesgaba su vida por la política y para proteger esta nación», ha agregado.
Fallos de seguridad
Satoshi Ninoyu, presidente de la Comisión Nacional de Seguridad Pública, la entidad a cargo de la policía, ha prometido una revisión a fondo de posibles fallas en la seguridad.
La Policía local ha admitido problemas en su programa de seguridad para Abe, quien fue abordado por detrás y atacado a plena luz del día.
En la casa del sospechoso la policía encontró perdigones y otros posibles componentes para fabricar armas como la que se usó en el ataque, informaron medios japoneses citando fuentes anónimas.
Yamagami pasó tres años en la marina japonesa y supuestamente dijo a los investigadores que su madre, hizo una gran donación a una organización religiosa dejando a la familia con problemas financieros. La Iglesia de la Unificación ha señalado que la madre del atacante pertenece a esa organización y ha hecho donaciones.
Según la Policía nipona, Yamagami eligió a Abe como objetivo debido al resentimiento que guardaba hacia su abuelo, el ex primer ministro Nobusuke Kishi, al que consideraba responsable de introducir en Japón a la Iglesia de la Unificación. Sin embargo, la única relación de Kishi, con la iglesia fue aparentemente a través de terceros grupos participados por unificacionistas pero de carácter político (conservador y anticomunista), nunca religioso.
Abe provenía de una familia política y se convirtió en el primer ministro más joven de la posguerra cuando asumió el poder por primera vez en 2006 a los 52 años.
Renunció en 2020 al final de su segundo período, tras sufrir problemas de salud.
Sus visiones nacionalistas crearon división, en especial su voluntad de reformar la Constitución pacifista de Japón para dotar al país de un Ejército convencional, y además enfrentó una serie de escándalos, incluyendo denuncias de favorecer a sus allegados.