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La ONU reconoce que ha «fallado a la gente del noroeste de Siria»

El jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, ha reconocido que la organización ha actuado deficientemente a la hora de gestionar la ayuda humanitaria destinada a la población afectada por el terremoto en el noroeste de Siria. En total ya hay más de 33.000 fallecidos.

Un convoy humanitario cruzando el pasado viernes la frontera que une Turquía con las zonas opositoras de Siria. (AFP)

El número de víctimas mortales del terremoto que el lunes pasado arrasó grandes partes del sureste de Turquía y el norte de Siria ya supera los 33.000, al haberse contabilizado casi 30.000 muertos solo en Turquía. A esto se añaden 3.575 fallecidos en Siria, según las últimas cifras contabilizadas en ese país.

La ONU señaló el lunes que número total de fallecidos podría llegar hasta los 50.000.

En ese contexto, el jefe humanitario de la ONU, Martin Griffiths, ha reconocido este domingo que su organización «ha fallado a la gente en el noroeste de Siria», una de las zonas más afectadas por los terremotos que azotaron el país árabe y adonde apenas ha llegado ayuda humanitaria.

«Hasta ahora le hemos fallado a la gente en el noroeste de Siria. Con razón se sienten abandonados, buscando ayuda internacional que no ha llegado», ha escrito en su cuenta de Twitter Griffiths, que también ha indicado que se encuentra en la frontera turco-siria, sin especificar de qué lado.

Desde el seísmo del pasado lunes, el grupo de rescatistas Cascos Blancos denuncia que no ha recibido ayuda de las Naciones Unidas en las zonas opositoras del noroeste de Siria, de difícil acceso puesto que solo se puede llegar por un único paso fronterizo, el de Bab el Hawa, que conecta Turquía con la provincia siria de Idlib. Incluso el líder del grupo de rescatistas, Raed Saleh, dijo el viernes que «la burocracia de la ONU participó en la matanza del pueblo sirio».

Ante el aluvión de críticas contra las Naciones Unidas, Griffiths ha explicado en Twitter que su «deber y obligación es corregir esta falla lo más rápido que podamos».

El primer convoy de ayuda humanitaria de la ONU llegó al noroeste sirio el pasado jueves, casi cuatro días después de los seísmos que devastaron esta región del país árabe, pero el envío no incluyó comida ni maquinaria para las labores de rescate.

De hecho, no fue hasta este sábado cuando llegó el primer convoy del organismo con suministros específicos para los afectados por el terremoto en las áreas rebeldes y el tercero de la organización que entró a Bab al Hawa desde el terremoto inicial registrado la madrugada del lunes.