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Buitrago aprovecha el «juego de amagos» de los líderes para ganar en Tre Cime di Lavaredo

Definitivamente, la cronoescalada de Monte Lussari decidirá el Giro 2023, ya que el único movimiento por la general ha sucedido a falta de kilómetro y medio. El canadiense Derek Gee ha sido el protagonista de la fuga, sumando su quinta segunda plaza, esta vez en beneficio de un Buitrago más astuto.

Santiago Buitrago, heredero de Lucho Herrera en Tre Cime di Lavaredo. (Roberto BETTINI | AFP)

Tendrá que decidirse todo en la cronoescalada de este sábado a Monte Lussari, una suerte de cortafuegos convertido en puerto de montaña, después de que este viernes los favoritos a ganar este Giro 2023 hayan jugado a la guerra de nervios y amagos en la ascensión a Tre Cime de Lavaredo, sin hacer siquiera ademán de encender ningún fuego, pese a tener en el camino un paso como el Giau, terreno más que suficiente como para darle calor a la antepenúltima etapa de la corsa rosa.

El único movimiento significativo, obra de Primoz Roglic, ha sucedido a falta de kilómetro y medio para el final. Fruto del movimiento del esloveno, Joao Almeida ha vuelto a ceder algo de tiempo, mientras que en un final algo abracadabrante, Geraint Thomas ha pasado, en los 200 metros finales de la prueba, a descolgar a Roglic para terminar siendo él el descolgado, cediendo la friolera de tres segundos.

Así las cosas, el colombiano de Bahrain Santiago Buitrago se ha convertido en el ganador de la etapa reina del Giro 2023, mostrándose como el más fuerte y sobre todo el más astuto de una fuga multitudinaria, en la que el joven canadiense Derek Gee –Israel– ha conquistado su quinta segunda plaza de la ronda italiana, viéndose superado por el citado Buitrago en ese kilómetro y medio final tan terrorífico, luego de que el ciclista sudamericano le haya dejado hacer a lo largo de esa ascensión.

«He querido mantenerlo en referencia visual siempre, después de que se haya destacado como el rival más fuerte de la escapada. La idea era no perderlo de vista y que fuera madurando, hasta que en el kilómetro y medio final he decidido darlo todo. Ha costado mucho, pero ha resultado», ha indicado el ciclista bogotano en la línea de meta.

El pelotón, a su paso por el Passo Giau. (Luca BETTINI/AFP)

Amenaza sin ejecución

Ineos ha controlado la etapa como ha querido. Poco han importado los 183 kilómetros entre Longarone y la meta de Tre Cime di Lavaredo. Se esperaba mucho de lo que pudiera suceder, pero a efectos clasificatorios, más allá de que el veterano Damiano Caruso le ha vuelto a arrebatar la cuarta plaza a Edward Dunbar, poco ha sucedido. Se ha confirmado que Almeida está un punto por debajo de Roglic y Thomas y que entre estos dos, cualquiera de ellos puede alzarse con la maglia rosa. Para este viaje no hacían falta alforjas, vaya.

Casi de forma inesperada, una fuga ha tenido el premio de disputarse la carrera y suceder en el palmarés a Vincenzo Nibali entre los ganadores en Tre Cime di Lavaredo. El bueno de Derek Gee, uno de esos «enfadados con el pelotón» que lleva medio Giro escapado, junto con Carlos Verona –Movistar–, Magnus Cort Nielsen –Education First–, Michael Hepburn –Jayco–, el vencedor Santiago Buitrago –Bahrain–, Patrick Konrad –UAE– Nicolas Prodhomme y Larry Warbasse –AG2R– y Davide Gabburo –Baerdiani– han podido disponer de más de seis minutos de renta sobre un gran grupo que ha superado Giau con 40 unidades en su seno –como para decir que nadie sale del pelotón porque va muy rápido–, en una suerte de carrera donde ha primado la amenaza antes que la ejecución, toda vez que Ineos ha mantenido a cinco de sus hombres hasta el último puerto, algo que se puede decir también sobre Jumbo Visma.

Definitivamente, el ciclismo es un deporte en el que las piernas precisan de una cabeza amueblada para ganar. Buitrago se ha convertido en la rueda a seguir, pero el colombiano de Bahrain –que ha tomado el testigo a nada menos que Lucho «Jardinerito» Herrera entre los ganadores en Tre Cime di Lavaredo, después de que el mítico escalador de Fusagasugá se impusiera en 1989– ha jugado con inteligencia. Ha movido el árbol para descartar a los rivales más débiles, y cuando Derek Gee se ha movido en las primeras rampas del puerto final, le ha dejado hacer.

Por momentos ha parecido que Buitrago andaba justito de fuerzas, pero sin que se pueda decir que lo ha superado cuando ha querido, sí es cierto que ha sabido desgastar al joven canadiense, y cuando ha sentido que el norteamericano iba con lo puesto, ha pasado al ataque, con un éxito inapelable.

Mientras, por detrás Ineos ha seguido endureciendo el ritmo paso a paso, sin prisas, reduciendo el pelotón a unas diez unidades, hasta que a falta de kilómetro y medio, tras un «amago de ataque» de Almeida, Roglic ha cambiado al fin de ritmo. Geraint Thomas ha podido irse a rueda del esloveno, así como el luso del UAE, aunque con su habitual estilo de agonía.

En el sprint final, a Geraint Thomas se le han hecho largos los últimos metros y tendrá que afrontar la cronoescalada final con 26 segundos de renta sobre Roglic, con almeida ya a 59 segundos.