Tras su última expulsión por agresión, la NBA suspende de manera indefinida a Green
Poco después de tener que afrontar una sanción de cinco partidos por un altercado con Rudy Gobert, el ala-pívot de los Warriors volvía a hacerlo al propinar un puñetazo en la cara al pívot de los Phoenix Suns Jusuf Nurkic. Aparte de la sanción se especula que Green recibirá «ayuda profesional».
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Después de su última expulsión al propinar un puñetazo en el rostro al pívot de los Phioenis Suns Jusuf Nurkic, la NBA ha anunciado una suspensión por tiempo indefinido para el ala-pívot de los Golden State Warriors Draymond Green.
La NBA, que ya suspendió a Green por cinco partidos por una expulsión anterior en esta campaña tras hacerle una «llave» digna de la lucha libre al pívot francés de los Minnesota Timberwolves Rudy Gobert. Tras lo acaecido del controvertido jugador de los Warriors, de 33 años, con el jugador bosnio de la franquicia de Arizona, la NBA adopta esta decisión por tomar en consideración «el repetido historial de acciones antideportivas» de este jugador.
La suspensión comenzará de forma inmediata y Green tendrá que cumplir ciertos requisitos de la liga y el equipo, no especificados en el comunicado de prensa, para poder volver a las canchas. Asimismo, periodistas con hilo directo con la propia competición como Adrian Wojnarowski y Shams Charania han añadido que Green «va a recibir apoyo y ayuda profesional» para que no vuelva a repetirse una situación similar. Wojnarowski ha indicado además que Green se reunirá con el mánager general de los Warriors, Mike Dunleavy Jr., y con su agente, Rich Paul, para establecer la hoja de ruta para su retorno.
«La liga no quiso poner un número específico (de partidos) en la suspensión sino que permitió que Green se tome el tiempo que pueda necesitar para lidiar con los retos que está afrontando», ha escrito el periodista en sus redes sociales.
En el plano estrictamente deportivo, la ausencia indefinida de Green, bastión defensivo del equipo californiano que ha equiliobrado su tremendo potencial de ataque, supone un problema más para unos Warriors en crisis total con un terrible registro de 4-11 en sus últimos 15 encuentros –10-13 en total de balance; es decir, undécimos de la Conferencia Oeste, tres victorias por detrás del décimo clasificado, meta mínima que se espera para una franquicia como la de San Francisco para no quedarse fuera de la postemporada–.
La novedad de la disculpa
Draymond Green ha ido alimentando su fama de bronco, siendo en sus mejores días uno de los mejores defensores de la NBA, amén de los más valiosos elementos para los Warriors de Steve Kerr, a pesar de no ser más que un interior no muy fiable en el tiro y que supera por poco los dos metros. Sin embargo, ya desde hace años su juego sucio en forma de golpes, «llaves» o pisotones –amén de algún altercado entrenando con sus compañeros– ha ido ganando terreno, compensando en parte con esas artimañas y una actitud provocadora con rivales, árbitros y sobre todo, el público rival, la pérdida de velocidad por el natural paso del tiempo y la acumulación de esfuerzos.
Por eso, por más que ese gesto no lo ha librado de esta sanción, sorprende que Draymond Green haya tenido el novedoso gesto de la disculpa en público con Jusuf Nurkic.
«Estaba agarrándome de la cadera y yo estaba moviéndome para intentar que los árbitros vieran una falta y haciendo contacto con él. Como sabéis, no soy de disculparme por cosas que quise hacer, pero sí pido perdón a Jusuf porque no tenía intención de golpearle», ha dicho el ala-pívot de los Warriors en una rueda de prensa.
Green ha repetido en varias ocasiones sus disculpas, e incluso ha admitido que propinó «un golpe duro» que entra en la categoría de flagrante tipo 2 –lo que conlleva la expulsión automática– y ha querido zanjarlo en que se trató de un «incidente desafortunado» en el que hizo contacto con el pívot bosnio «de forma accidental».
Por su parte, Nurkic también ha hablado ante los periodistas tras el encuentro para dar su versión de lo ocurrido y mostrar su preocupación por la salud mental de Draymond Green.
«¿Qué le pasa? No lo sé. Personalmente, creo que este hermano necesita ayuda. Estoy contento que no intentara ahogarme... Pero al mismo tiempo no tenía nada que ver con el baloncesto», ha indicado el jugador balcánico, tirando de ironía.
«Yo estoy ahí para intentar jugar al baloncesto y él está ahí golpeando. Creo que lo hemos visto a menudo, pero espero que lo que sea que tenga en su vida vaya a mejor», ha añadido.
El cruce de cables de Giannis Antetokounmpo
Lejos de la gravedad del caso del jugador de los Warriors, la última jornada de la NBA ha sido testigo de un tremendo cruce de cables de Giannis Antetokounmpo, pese a su victoria por 140-126 ante los Indiana Pacers, con un monumental registro del 64 puntos y 14 rebotes del jugador heleno, estableciendo el récord de anotación de la franquicia.
El final del encuentro ha dado pie a una polémica infantil y surrealista en la que varios jugadores de ambos equipos, incluyendo a Antetokounmpo y a Haliburton, han discutido por ver quién se quedaba el balón empleado en el encuentro.
El griego lo quería para él como recuerdo por su extraordinaria actuación, mientras que los Pacers pretendían dárselo a Oscar Tshiebwe, jugador de los Pacers que en este partido ha anotado sus primeros puntos en la NBA.
En el momento más incomprensible a la lógica, ‘The Greek Freak’ ha salió disparado y con cara de pocos amigos por el túnel hacia el vestuario de los Pacers con la intención de hacerse con el balón.
«Hubo un malentendido con el balón. Era el primer punto oficial en NBA de Oscar Tshiebwe. Siempre nos llevamos el balón del partido (en esa situación). No estábamos pensando en el récord de franquicia de Giannis (...). Fue una situación desafortunada», ha indicado Rick Carlisle, técnico de los Pacers, en la rueda de prensa.
Carlisle ha añadido que, en la discusión en el túnel a vestuarios con varios jugadores involucrados, el mánager general de los Pacers, Chad Buchanan, ha recibido un codazo en las costillas.
«Nunca había visto algo así antes», ha dicho por su parte Antetokounmpo, quien para darle un toque absurdo todavía mayor, ha añadido que además que ahora sí tiene un balón pero que no está seguro de que sea el que se ha usado en el partido.
Esta polémica ha sido el culmen de un duelo que también tuvo otro momento de tensión, esta vez dentro de la cancha, cuando Aaron Nesmith ha mandado al suelo a Antetokounmpo con una muy dura falta en el último cuarto.
Bobby Portis ha saltado de inmediato para defender a su compañero en los Bucks y, tras una tangana, los árbitros han pitardo flagrante de tipo 1 y técnica para Nesmith sin expulsarlo y técnica para Portis.
Poco más ha durado Portis en la pista, ya que un minuto después ha recibido su segunda técnica y la expulsión por discutir esta vez con Obi Toppin, quien también se ha ganado una técnica.