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Pie y medio de Beti Onak para salvarse en la fase regular tras ganar al Valladolid (28-21)

Replasa Beti Onak ha puesto pie y medio para salvarse en la fase regular y eludir el play-down en su lucha con Rocasa tras vencer con mucha solvencia al Caja Rural Aula Valladolid.

Beti Onak ha realizado un partido muy completo tanto en ataque como defensa. (Iñigo URIZ | FOKU)

Con cuatro puntos por disputarse y tres a su favor para Replasa Beti Onak frente a Rocasa Gran Canaria, la escuadra navarra está a un paso de eludir el play-down y salvarse por méritos propios en la fase regular.

Su victoria en Oviedo y la de esta tarde frente a Caja Rural Aula Valladolid le han propulsado en la clasificación y le dejan, a falta de dos jornadas por jugarse, con pie y medio en la máxima categoría.

Se lo ha trabajado el equipo de Atarrabia que, con excepción de los inicios de ambos periodos, ha rayado a gran altura, tanto en ataque como en defensa, sobre todo en esta última faceta, cerrándole todos los caminos a su rival.

Así, ha firmado una extraordinaria parte. Tras unos primeros compases con ciertos titubeos, en los que el Valladolid ha comandado en el marcador, obteniendo una distancia máxima de dos dianas (3-5, m.9), las anfitrionas se han hecho con el dominio de la contienda.

Cerrando los espacios en defensa y con una Olaia Luzuriaga transformada en muralla, el cuadro de Atarrabia le ha infligido a su adversario un parcial de 4-0 –Mallo, Costa (penalti), Hernández y Gutiérrez– que ha volteado el luminoso (7-5, m.14).

Y, a partir de ahí, las diferencias locales cada vez han ido a más. Valladolid se ha encontrado con un muro en todos sus ataques, pese a contar con jugadoras de mayor envergadura en la posición de pivote, y Beti Onak ha cogido una enorme confianza ofensiva.

En otro arreón, la brecha se ha marchado a los cuatro goles (11-7, m.24), que se ha visto incrementada en uno más (13-8, m.24), con el cuadro dirigido por Miguel Etxeberria pletórico en todos los aspectos del juego y sin cometer pérdidas.

Es más, al tramo final se ha entrado con esa misma vorágine verde, impulsada desde un graderío intrigado, lo que ha permitido a la escuadra navarra endosar otro 3-0 a su contrincante para irse a vestuarios con un gran 16-9 favorable.

Repetición de dinámicas

Tal y como ha ocurrido en el primer tiempo, el inicio del segundo ha trasladado ciertas dudas, con un Replasa que ha salido un tanto atenazado ante la avalancha del Valladolid.

En un abrir y cerrar de ojos, las pucelanas han protagonizado un parcial de 1-5 que ha apretado el luminoso de manera seria (17-14, m.36) y que, por un momento, ha desatado todos los fantasmas y la posibilidad de echar por tierra el trabajo realizado en el primer periodo.

No ha sido así porque se ha entrado en una fase mutua de fallos en ataque, lo que ha frenado la reacción visitante y ha serenado los ánimos del bloque de Atarrabia para volver a la senda adecuada.

Aunque los guarismos se han ido manteniendo en las mismas distancias (20-17, m.43), la dinámica del partido ha cambiado de manera drástica y las anfitrionas han vuelto a hacerse con el ritmo que más les convenía.

De nuevo, han cerrado filas atrás y el Valladolid ha encontrado tanta oposición que se ha quedado estancado en los 17 goles durante muchos minutos. Tantos como para que Beti Onak se haya marchado a la máxima diferencia del encuentro gracias a un parcial de 6-0 (26-17, m.54).

Mariana Costa ha cogido la responsabilidad en ataque –máxima anotadora del duelo con seis dianas– y la brecha ya se ha hecho demasiado grande como para pensar que la victoria se fuese a escapar del pabellón Hermanos Indurain, concluyendo el envite con un cómodo 28-21.