Rumanía sonríe del cuádruple empate, al igual que Bélgica y la sorprendente Eslovaquia

El cuádruple empate del grupo más reñido, el E, ha beneficiado a Rumanía, quien pasará como primera a octavos, algo que no conseguía desde el 2000 en un torneo internacional de selecciones.

Bélgica, que se ha clasificado como segunda tras una fase de grupos un tanto decepcionante, ha empatado sin goles ante Ucrania, pero tendrá un complicado cruce en octavos con Francia.

Como una de las mejores terceras, Eslovaquia también estará en dicha eliminatoria, siendo una de las mayores sorpresas y alegrías de este torneo, tras igualar a uno con los rumanos, en un choque en el que el empate les beneficiaba a ambas, aunque solo han especulado en el último cuarto de hora.

La gran perjudicada por tanta igualdad ha sido Ucrania, eliminada por la diferencia de goles tras el nefasto debut que tuvo frente a Rumanía, y a la que le ha vuelto a faltar colmillo, pese al buen número de ocasiones que ha tenido para adelantarse en Stuttgart.

Precaución máxima la que han tenido los cuatro contendientes de los dos partidos del grupo E, que han llegado a este último envite con una máxima igualdad, todos ellos empatados a tres puntos.

Y muchos nervios, que han generado errores de todo tipo, especialmente por las muchas transiciones que han protagonizado, además de jugar con la calculadora en la mano, especialmente en el Eslovaquia-Rumanía, pues un empate les clasificaba a ambos.

Pese a ello, no han parecido especular sobre el césped. Al menos, en cuanto a ocasiones. Con solo diez minutos disputados, ya han fabricado una ocasión para cada lado. El eslovaco Hancko ha intentado un empalme muy complicado que se ha marchado arriba (m.10) y el rumano Ratiu se ha sacado un intento roscado muy bueno que ha rechazado Nita (m.11).

En el otro duelo, Bélgica ha intentado llevar la iniciativa en los primeros compases, con un Lukaku que no conectado bien un pase interior (m.7), pero la parsimonia de los de Domenico Tedesco ha provocado que hayan ido perdiendo dominio.

Ha sido en Frankfurt donde primero se ha movido el marcador. Entre tanta ida y venida, un centro desde la derecha de Eslovaquia lo ha rematado de cabeza a las mil maravillas Duda, picado y colocado (m.24).

La diana del centrocampista del Hellas Verona ha agitado la clasificación del grupo. Los de Francesco Calzona se han puesto primeros, Bélgica se ha visto relegada a la segunda posición y Ucrania se clasificaba como tercera.

Precisamente los de Sergyi Rebrov han dado un paso adelante superados los veinte primeros minutos del encuentro. Aprovechándose de la pachorra belga, han comenzado a rondar los dominios de Casteels.

Y además metiendo bastante miedo. Yaremchuk ha ensayado un chut duro pero centrado (m.20) y un minuto más tarde Dovbyk ha probado con un tiro bastante desviado (m.21).

En esos momentos, el conjunto ucraniano estaba en octavos, pero eso iba a variar en breve. Un penalti sobre el exalavesista Hagi que no ha detectado el árbitro en directo, pero sí el VAR poco después, le ha permitido a Rumanía igualar desde los once metros con un lanzamiento de Razvan Marin (m.37).

Viéndole las orejas al lobo, Bélgica ha espabilado bien guiada por su faro en la medular, un Kevin de Bruyne que ha estado a punto de sorprender a Trubin por partida doble. Primero con una falta lateral que, muy pillo, ha acabado estrellando en el exterior de la red y en otro posterior chut al primer palo que lo ha detenido sin complicaciones el guardameta ucraniano en el descuento de la primera mitad.

Nula eficacia

Los diablos rojos, que podían quedarse fuera con un gol de Ucrania y el empate en el empate en el otro choque, ha apretado las clavijas en el primer cuarto de hora de la reanudación. Una vez más, De Bruyne ha agitado su varita para dar un pase medido a Doku, pero su centro raso al área ha sido demasiado fuerte como para que lo pudiese puntear Lukaku (m.58).

A esas alturas de la tarde, en Frankfurt ha comenzado a caer un diluvio, que ha coincidido también con la lluvia de ocasiones muy claras para uno y otro lado. Punterazo de Razvan Marin para sacar con apuros Dubravka y posterior envío por muy poco por encima del travesaño de Dragus (m.61).

Ha contrapuesto Eslovaquia con dos lances casi seguidos. Pekary se ha sacado un zurdazo (m.64) que ha repelido Nita con el pie y, un minuto después, lo ha vuelto a intentar Haraslin, pero su tiro combado ha salido lamiendo el poste.

La entrada del excolchonero Carrasco le ha dado más ímpetu ofensivo a Bélgica. De sus botas ha podido salir el 0-1, con un trallazo tremendo que Trubin ha sacado como ha podido (m.73).

En la siguiente contra, Dovbyk ha salido como un cohete, pero Faes le ha negado todas sus expectativas, no así un Vertonghen que le ha permitido un metro en el 79 y el ariete del Girona ha tenido un latigazo que se ha ido al exterior de la red.

La tragedia ha rozado a Bélgica en el 83. Malinovsky ha intentado una diana olímpica y le han faltado centímetros. Casteels ha reaccionado de inmediato y ha sacado como ha podido el esférico sobre la misma línea de gol.

Tras la concatenación de oportunidades, Eslovaquia y Rumanía han bajado pulsaciones para el último cuarto de hora del partido, sabedores de que ese 1-1 favorecía intereses mutuos y así ha sido finalmente.

Al contrario que Ucrania, quien ha quemado sus últimos cartuchos con dos grandes ocasiones, pero, como en todo el duelo, ha carecido de puntería. Un pepinazo de Malinovsky (m.88) se ha encontrado con el cuerpo de Castagne y una gran conducción de Sudakov no se ha correspondido con un buena finalización, pues su chut centrado no ha sido problema para Casteels (m.91).