La progresividad fiscal, lejos de mermarla, ha aumentado la recaudación un 200% en Nafarroa
En torno a la cuestión de los impuestos, existen una serie de bulos y mantras que demonizan la fiscalidad para justificar su reducción. Pero los expertos aseguran que la progresividad fiscal, lejos de mermar la recaudación, la aumenta. Así ha ocurrido en Nafarroa.
Lejos de mermar la recaudación, la progresividad fiscal la llega a aumentar. Así ha ocurrido en Nafarroa, según ha asegurado el exconsejero de Hacienda Política y Financiera del Gobierno navarro Mikel Aranburu en una charla sobre el sistema fiscal organizada por el sindicato LAB, que se ha celebrado en Iruñea con la participación también del técnico del Ministerio español de Hacienda Carlos Cruzado.
Son muchos los bulos y mantras que intentan demonizar la fiscalidad para justificar la reducción de los impuestos. Y con el objetivo de desmontarlos de manera sencilla y didáctica, LAB ha reunido a Aranburu y Cruzado en la charla titulada ‘Cambiar el sistema fiscal para que los ricos paguen más». Y lo que han explicado estos dos expertos ha resultado muy revelador.
Uno de ellos es que una mayor progresividad fiscal reduce la recaudación y que puede lastrar el crecimiento económico y el desarrollo. Pero los hechos demuestran lo contrario, según ha detallado el exconsejero navarro de Hacienda.
Aranburu ha explicado que, siendo responsable de esa cartera entre 2015 y 2019, se acometió una reforma fiscal que buscaba atajar la «fiscalidad regresiva» de los gobiernos anteriores de UPN y que fue acogida con una «oposición feroz» y augurando un panorama «catastrofista». Y aunque posteriormente «se ha enfriado» la reforma, «se mantienen los avances», de tal manera que «la recaudación ha subido un 200%».
En relación a la progresividad, el técnico del Ministerio español de Hacienda ha recordado que incluso el FMI ha desmentido que la progresividad «haga sufrir a la economía» y que «es necesario un sistema fiscal más justo», ya que «han aumentado las desigualdades y ha planteado la necesidad de impuestos a la riqueza».
Pero frente a lo que propugna el citado organismo, lo cierto es que las personas adineradas ni siquiera tributan ahora en proporción al dinero que llegan a atesorar, hasta el punto de que «los ricos no pagan IRPF», tal y como se recoge en el libro con este mismo título que ha publicado Cruzado.
Sin embargo, lo que se transmite a la sociedad desde determinados ámbitos es que «solo preocupan los impuestos que pagan los ricos y por ese motivo, no preocupan impuestos como el IBI o el IVA, que todo el mundo paga y donde también se produciría, en principio, la doble tributación de la que se quejan en relación a los impuestos de Patrimonio o de Sucesiones».
Al respecto, Cruzado ha puesto el ejemplo de que «un rentista con un millón de euros tributa igual que un contribuyente con una renta del trabajo de 42.000 euros», por lo que ha abogado por «tender a igualar la tributación».
El agujero del Impuesto de Sociedades
Durante la charla organizada por LAB también se ha analizado el caso del Impuesto de Sociedades, sobre el que el experto ha asegurado que «es donde tenemos el mayor agujero de nuestra fiscalidad». Sobre esta cuestión, ha añadido que en 2022, «el tipo efectivo sobre resultados que pagan las grandes empresas es de algo más del 7%, mientras que las pymes pagan un 17%». Y que «de los 123 grandes grupos domiciliados en España, 26 pagan de media un tipo efectivo del 2,9% y otros 16, por debajo del 10%».
Estos hechos le han llevado a concluir a Cruzado que «las grandes empresas no tributan, porque la diferencia entre el beneficio contable y por el que tributan es muy grande, porque hay exenciones de rendimientos y son las que más se benefician de las deducciones y bonificaciones».
Precisamente sobre la cuestión de los incentivos fiscales, tanto Aranburu como Cruzado han coincidido en que «no cumplen su finalidad y es mejor quitarlos», con el técnico del Ministerio español de Hacienda abogando por «otorgar ayudas directas frente a los beneficios fiscales».
Teniendo en cuenta todos estos elementos, Cruzado ha considerado comprensible que, según una encuesta del CIS, «el 80% de los ciudadanos piense que el sistema fiscal no es justo». Ha destacado que se trata de «una opinión transversal, incluso entre los votantes de partidos de derechas, aunque con una excepción, los de UPN».
Propuestas de LAB
Sobre la cuestión de la fiscalidad, antes de la charla, desde el sindicato LAB han recordado que reivindica un sistema fiscal para que «las rentas del capital y las grandes fortunas paguen más impuestos».
En este sentido, han explicado las propuestas que plantea para «transformar la situación actual» y que pasan por «un tipo de IRPF único para el capital y los rendimientos del trabajo, y subir el tipo máximo a un 60%».
Para el Impuesto de Sociedades, lo que propone la central es «eliminar las deducciones e incentivos fiscales, e instaurar un tipo nominal del 35%. En este sentido, es urgente, vital, recrudecer la lucha contra el desvío de los beneficios a los paraísos fiscales, porque las empresas deben tributar por lo que efectivamente ganan y aunque se han desarrollado tasas sobre el mínimo efectivo, en vista del margen de beneficio que están teniendo las grandes corporaciones, hay todavía mucho trabajo por hacer».
Además, considera «interesante aplicar un recargo que puede variar entre el 1 y el 10% a las rentas de capital, porque hay que tener una tributación aplicada a la riqueza acumulada efectiva» y, finalmente, califica de «necesario un debate popular, participativo, que ponga en el centro los intereses de las personas trabajadoras».