A sangre y fuego, las New York Liberty conquistan su primer título de la WNBA
La franquicia neoyorquina es una de las fundadoras de la WNBA y a la sexta final, ha sido la vencida. Han ganado a Minnesota en la prórroga por 67-62 en el desempate, con la bahameña Jonquel Jones erigida MVP y remontando ante unas Lynx han puesto a prueba el corazón de la grada del Barclays Center.
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Se acabó la WNBA de 2024, la más exitosa en cuanto a audiencia en las gradas y repercusión mediática, en buena medida por el desembarco de Caitlin Clark, pero también porque las New York Liberty, una de las franquicias fundadoras de la WNBA hace 28 años, ha conseguido por fin su primer entorchado, luego de haber caído en sus cinco finales anteriores. La propia ciudad de Nueva York ha vivido su primer título de baloncesto al más alto nivel después de los anillos de la NBA conquistados por los Knicks en 1970 y 1973 y el título de la ABA de los hoy conocidos Brooklyn Nets en 1976.
Con un Spike Lee al borde del telele sentado sobre el parqué del Barclays Center de Brooklyn, los más de 19.000 espectadores reunidos han vivido con sufrimiento el agónico triunfo en la prórroga del desempate de las entrenadas por Sandy Brondello, que han tenido que remontar un arranque de partido calamitoso y forzar la prórroga para, con un parcial bajísimo de 7-2 en el tiempo extra, imponerse por 67-62 y superar a las Minnesota Lynx en la Final de la WNBA por 3-2.
Aunque las estadísticas ocultan muchas verdades, lo cierto es que no ha sido el mejor partido de estos dos equipos. No es muy habitual ver a toda una Sabrina Ionescu marcarse un ¡1 de 19! en tiros de campo y a Breanna Stewart un 4 de 15. Las Liberty difícilmente ganarán partidos firmando un 2 de 23 en triples, pero si algo ha llevado a las de Sandy Brondello hasta el título ha sido su irreductible deseo de ganar.
Nada más comenzar, las Minnesota Lynx se han adelantado 10-20 y hasta la reacción del tercer asalto, las Liberty han ido siempre a remolque. Pese al mal día en el tiro de Courtney Williams –la ex de Gernika ha firmado un 2 de 14–, entre Napheesa Collier y Kayla McBride se han bastado para tener a la franquicia neoyorquina a raya, dado el mal día en el tiro de sus dos principales referentes –con todo, las labores en las asistencias y en el rebote han salvado y mucho el partido de Ionescu y Stewart–, con la bahameña Jonquel Jones –MVP de la final– y la alemana Leonie Fiebich, más la reserva Nyara Sabally, salvando la papeleta a las Liberty.
Final agónico
Tras el 27-34 del descanso, las de Brondello han dado un paso adelante en su intensidad. Gracias a ello han acabado barriendo en el rebote a las Lynx –44 a 33– y esa intensidad les ha valido para disponer desde la línea de tiros libres hasta 25 lanzamientos, por solo 8 de Minnesota, lo que ha ido igualando el partido hasta un final agónico.
New York ha logrado fugaces ventajas en ese tercer acto, pero Minnesota, con Collier y McBride luchando contra los elementos, han llevado el duelo a un infartante 58-60 con los segundos finales por disputarse. Ahí ha llegado la más que rigurosa falta señalada a Alanna Smith sobre Breanna Stewart que esta, con cinco segundos por disputarse, ha clavado sin pestañear. El triple a la desesperada de McBride no ha entrado, por lo que el desempate de la finalísima se ha ido a cinco minutos extra.
Ahí los nervios han podido con los dos equipos, hasta que un triple de Leo Fiebich –previamente, Ionescu había anotado su única canasta en juego también desde la larga distancia en el cuarto período– ha desatascado el duelo ha empezado a desatar la euforia en el Barclays Center. La defensa neoyorquina ha seguido mordiendo y a Minnesota se le han escurrido sus opciones.
Así las cosas, las Liberty han completado su cuento de hadas logrando su primer entorchado de la WNBA luego de seis finales, Jonquel Jones se ha convertido en la tercera MVP no estadounidense de la historia de las Finales del torneo –tras la australiana Lauren Jackson (Seattle Storm) en 2010 y la belga Emma Meesseman (Washington Mystics) en 2019–, después de una Final con cinco partidos apasionantes e igualados y que ha suplido con emoción e intensidad las fases donde los tiros menos han querido entrar.