Se buscan aspirantes que osen hacerse con el trono de la NBA, en poder de los Boston Celtics

Ahora que hay un nuevo campeón en la NBA, como son los Boston Celtics, que los pasados play-offs conquistaron su anillo número 18, volviendo a ponerse en cabeza en la lista de franquicias con más victorias en la mejor liga de baloncesto del mundo, hace falta un aspirante. Un «contender», o quizá dos, porque los «orgullosos verdes» son los vigentes campeones, pero eso no implica que en esta campaña 2024/25 se vayan a pasear. Así pues, se busca rival para retar el reinado de los Celtics, ahora que la NBA arranca, precisamente con Boston como protagonista, cuando en Euskal Herria sean las 1.30 de la madrigada del miércoles. ¿Algún aspirante en la sala?

Los Denver Nuggets del serbio Nikola Jokic, campeones en 2023, los Dallas Mavericks del esloveno Luka Doncic, subcampeones de los pasados play-offs, los Milwaukee Bucks del griego Giannis Antetokounmpo y los Minnesota Timberwolves de Anthony Edwards encabezan la lista de pretendientes a la corona de los Boston Celtics, que arrancan como equipo a batir y en busca del doblete.

Nadie repite título en la NBA desde que lo hicieran los Golden State Warriors en 2018, pero si hay un equipo con derecho a soñar son los Celtics, que el pasado junio conquistaron el anillo, como premio a una generación dorada liderada por Jayson Tatum y Jaylen Brown.

Será el TD Garden de Boston el que dé el pistoletazo de salida a la nueva temporada con un duelo icónico de la Conferencia Este contra los New York Knicks de Jalen Brunson y del dominicano Karl Anthony Towns, el último fichaje estelar de la franquicia neoyorquina.

Los Milwaukee Bucks de Giannis y Damian Lillard, en la primera temporada completa con Doc Rivers en el banquillo, y los Philadelphia 76ers de Joel Embiid y el nuevo fichaje Paul George se perfilan como alternativas más creíbles a los Celtics en el Este.

Más lejos de los focos, pero siempre encomendados a la mentalidad ganadora aportada por el técnico Erik Spoelstra, los Heat comienzan un año de transición, que podría ser el último de Jimmy Butler en Miami.

¿Por qué no repetir?

Después de dominar ampliamente la temporada regular (64 victorias y 18 derrotas), los Boston Celtics aplastaron a sus rivales en los play-offs, perdiendo solo tres partidos y así conquistaron su primer título desde 2008, premiando a un grupo homogéneo liderado por su joven entrenador Joe Mazzulla.

Sin grandes cambios en la plantilla en la pretemporada, la dupla Jayson Tatum y Jaylen Brown –MVP de las Finales–, son ya maduros (26 y 27 años) y ya saben lo que es ganar. Por tanto, son los grandes favoritos: el 83% de los jefes de franquicias de la NBA han pronosticado el anillo número 19 título para Boston en la tradicional encuesta de pretemporada.

«Su química es única, merecen la oportunidad de afrontar juntos este nuevo desafío», ha comentado Brad Stevens, director general de los Celtics.

La única incertidumbre es que el pívot letón Kristaps Porzingis no volverá antes de diciembre tras una operación en un tendón del tobillo izquierdo, lo que deja mucho tiempo de juego a Al Horford, excelente pero envejecido (38 años).

No hay abanicos en el Este

Pero aun poniéndonos en la idea de que Boston volverá a llegar a las Finales de la NBA, al menos deberá superar tres rondas en la Conferencia Este, y en el Este no están por la labor de abanicar sin más a los vigentes campeones.

Así las cosas, Los Philadelphia 76era se han apuntado a «la moda de los tres grandes»; es decir, un trío de estrellas, con la llegada de Paul George procedente de Los Angeles Clippers, para apoyar al líder revelación de la temporada pasada Tyrese Maxey y especialmente al MVP de 2023 Joel Embiid.

La llegada de un anotador como Paul George debería permitir cuidar un poco más al pívot estadounidense-camerunés, todavía lesionado durante los play-offs de primavera. Con Maxey y Embiid por delante en la jerarquía, los históricos apagones de Paul George en postemporada no debieran ser tan graves... salvo que esos apagones se unan a los que el propio Embiid ha tenido en años anteriores cuando había que sacar las castañas del fuego.

Pero el camerunés, con su flamante oro olímpico aún reluciendo en su pecho, le quiere tomar gusto a los premios colectivos y no solo los reconocimientos individuales. «Esta temporada no hay agenda. No se trata del All-Star, no se trata del All-NBA –premiar a los mejores jugadores de la temporada–. Se trata de hacer todo lo posible para llegar y estar listos para las etapas finales», ha lanzado Embiid. Al final, el propio pívot ha sido muy proclive a lanzar mensajes que no siempre se han cumplido, pero sí parece que para los Sixers en esta época el anillo empieza a ser un ahora o nunca.

Los Knicks de Nueva York llegaron bien lejos en los últimos play-offs, cayendo eliminados en las semifinales de la Conferencia Este en mayo, recibieron a principios de octubre al cuatro veces All-Star Karl-Anthony Towns, que llegó procedente de Minnesota a cambio de Julius Randle y el exterior Donté DiVincenzo.

Nueva York, que no juega una final de la NBA desde 1999, empieza a soñar tras el favorito del Madison Square Garden, el líder Jalen Brunson, que ganó profundidad la temporada pasada (28,7 puntos y 6,7 asistencias de media, primera vez en toda la historia).

Queda por ver si el intercambio será beneficioso y si la alquimia entre jugadores All-Star funcionará. De refilón, en el Oeste Minnesota también se hace las mismas preguntas: brillantes finalistas en el Oeste, los Timberwolves pretenden seguir creciendo con el alero Anthony Edwards ayudado, con la marcha del dominicano a Nueva York, el bueno de Edwards, comparado nada menos que con Michael Jordan por su fantástica actuación en la eliminatoria ante los Denver Nuggets, se erigirá en el líder anotador casi exclusivo de los Wolves, flanqueado por el pívot francés Rudy Gobert, sobre todo para tareas de defensa, rebote e intimidación.

Un Oeste salvaje

Ante el dominio exhibido por Boston la pasada campaña, todo apunta a que su gran rival saldrá del Oeste. Pero es que el famoso «Wild Wild West» se presenta cada vez más salvaje el Oeste de la NBA, con auténticas potencias del baloncesto estadounidense y equilibrio máximo entre franquicias hambrientas como Mavericks, Nuggets, Suns, Timberwolves, Oklahoma City Thunder y Lakers y Clippers.

Doncic y Kyrie Irving llevaron a los Mavs a las Finales el año pasado, cuando pagaron su falta de experiencia ante los Celtics, pero este año contarán en su plantilla con un veterano ganador como Klay Thompson. Si el exjugador de los Warriors mantiene sus problemas con las lesiones a raya, dada su eficacia como tirador que apenas toca el balón, pudiera ser un complemento ideal para dos generadores como Irving y Doncic que, para estupor generalizado, la pasada campaña congeniaron de maravilla pese a ser dos jugadores con constante necesidad de sobar el balón para decidir qué hacer.

El jugador de origen bahameño dejó a los Warriors tras conquistar cuatro anillos y refuerza a unos Mavericks que han fijado el anillo como único objetivo.

Quieren revancha los Nuggets de Jokic y Jamal Murray, que el año pasado se rindieron ante los Minnesota Timberwolves en la segunda ronda de los play-offs. Eran los vigentes campeones los Nuggets y no consiguieron competir con la misma agresividad y hambre de gloria vista en la triunfadora campaña anterior.

Devin Booker y un Kevin Durant que cumplió 36 años el pasado 29 de septiembre afrontan un nuevo desafío en Phoenix, en el intento de entregar a su franquicia el primer anillo de su historia. Pero todo apunta a que la ventana de oportunidad se está cerrando de manera definitiva para la franquicia de Arizona, que no pisa una Final desde 2021.

Faltaría por ver si Oklahoma está capacitado para dar otro paso en pos de su primer anillo. La buena temporada regular 2023/24 del Thunder (57 victorias y 25 derrotas, primero en el Oeste) se vio ligeramente arruinada por la eliminación en Semifinales en el Oeste ante Dallas (4-2).

Pero OKC parece tener en sus manos todas las bazas para reclamar el título de la NBA: un entrenador joven y respetado –Mark Daigneault fue elegido entrenador del año–, una estrella aspirante al MVP como Shai Gilgeous-Alexander y una plantilla reforzada por las llegadas económicas del interior Isaiah Hartenstein y el base Alex Caruso.

LeBron James, año 22

Quedan por ver las reales ambiciones de los Lakers en la nueva campaña, la número 22 en la legendaria carrera de LeBron James, que este miércoles agrandará su extraordinaria historia personal al debutar en la NBA al lado de su hijo mayor, Bronny James.

La franquicia angelina, que abrirá su año contra los Wolves, seleccionó al hijo de James en el último draft y la pareja podrá convertirse en los primeros padre e hijo en jugar juntos un partido de temporada regular de la NBA.

Sus vecinos angelinos estrenarán este curso el nuevo Intuit Dome, su estadio ultramoderno, con James Harden, ya sin Russell Westbrook, ante una de sus últimas oportunidades para perseguir el anillo, más con el corazón que con la cabeza.

Su campaña arrancará sin Kawhi Leonard, quien estará de baja un período indefinido al arrastrar un problema en la rodilla derecha. Leonard solo disputó dos partidos de play-offs el año pasado. Difícil pensar que el anillo de la NBA 2024/25 se vaya a daer una vuelta por Los Angeles.