«Este día, cada uno lleva el género que ha estado cuidando todo el año»

José Lonbide, de Aramaio, es un habitual de las ferias de Santo Tomás de Arrasate y Donostia, a donde acude con sus frutas y verduras ecológicas. En la edición del pasado año de los santamasak, fue el puesto que más gustó a los arrasatearras.

José Lonbide es un nombre reconocido entre los amantes de los productos frescos y naturales de la huerta. Su relación con la agricultura ecológica comenzó en 1991, cuando junto a un compañero de trabajo, participó en la Azoka de Eibar con productos cultivados siguiendo principios ecológicos. «En aquella época nadie sabía ni siquiera lo que era la agricultura ecológica», comenta José entre risas. Pero eso no impidió que, contra todo pronóstico, lograran un tercer puesto, marcando el inicio de una pasión que ha continuado durante más de tres décadas.

Desde entonces, José es un habitual en las ferias de Santo Tomás de Arrasate y Donostia, así como en la de Santa Lutzi de Zumarraga (en la imagen), donde ofrece a sus clientes frutas y verduras orgánicas y respetuosas con el medio ambiente, que «no son más que hortalizas cultivadas como lo harían nuestros abuelos».

Lo que distingue su trabajo es el cuidado con el que trata la tierra. José elabora su propio compost utilizando residuos de vaca y hojas de tabaco, lo que crea «una basura natural perfecta». Su oferta de verduras ecológicas es variada y selecta: en otoño, las berzas, coliflores, puerros, acelgas, escarolas, cebollas, patatas y ajos se convierten en el corazón de las cestas que reparte entre sus clientes. En temporada estival, su huerta da paso a una nueva variedad de productos: los tomates, pimientos, cebolletas y guindillas se convierten en las protagonistas. Además de la calidad, José prioriza la justicia en los precios: «Vendo a precio de mercado, un precio justo que la gente se pueda permitir», afirma.

Este enfoque le ha servido para ganarse la confianza de su comunidad. Un ejemplo de ello fue el premio que recibió en las santamasak del año pasado, donde los asistentes eligieron su puesto como el mejor. Además de la calidad de sus productos, la preparación de su stand, decorado con adornos florales hechos a mano, fue lo que le hizo destacar. Entre los productos que llevó, los perretxikos y el muérdago fueron especialmente populares. Aunque los nabos, que en tiempos pasados eran utilizados como alimento para el ganado, también tuvieron su momento de gloria. «Ahora se usan para adornar platos y dar un toque especial a las ensaladas», comenta José, mostrando cómo los productos tradicionales se revalorizan en los mercados actuales.

Este año, como es habitual, José participará de nuevo en la feria de Arrasate, un evento que siempre se celebra un día después que en otros lugares, y que suele contar con una gran afluencia de público. «Es un día muy importante para los productores de la zona, porque cada uno lleva su mejor género, el que ha estado cuidando todo el año», explica. En su caso, preparará una berza de alrededor de 6 kilos, que recogerá la víspera para asegurarse de que se vea ese brillo y frescor que caracteriza a los productos ecológicos.

Además de agricultor, José es apicultor y cultiva plantas medicinales. Ofrece una pomada especial elaborada con hipérico, verbena, cera de sus abejas y aceite, conocida por aliviar dolores articulares, infecciones y quemaduras. Este producto, elaborado con el mismo esmero que sus hortalizas, es un complemento que atrae a muchos visitantes de la azoka. Con cada nueva edición de la feria, José Lonbide demuestra que la agricultura ecológica no solo es una forma de cultivar, sino un compromiso con la comunidad y el entorno.