Zalgiris Kaunas, el mensajero de los augurios para Saski Baskonia en los «idus de marzo»
Cinco de las siete jornadas que restan a la Fase Regular de la Euroliga se disputan este mes, y Saski Baskonia juega en casa frente a Zalgiris este jueves y ante el Bayern el día 20. Fuera de Gasteiz toca visitar al Alba en Berlín y a Efes y Fenerbahçe en Estambul.
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«Guárdate de los idus de marzo», le aconsejaron a Julio César, un 15 de marzo del año 44 a.C., cuando su hijo adoptivo Bruto le asestó, cuentan, hasta 23 puñaladas que le causaron la muerte. De ahí que los «idus» hayan pasado como días inquietantes, aunque en un principio estaban consagrados a los buenos augurios.
Y si nos remitimos a Saski Baskonia, el mes de noviembre es su particular mes de los «idus», donde los entrenadores deben estar preparados para recibir todo tipo de navajazos de frente, por la espalda y hasta debajo de la mesa. Bien lo dijo el mismísimo Josean Kerejeta un día después de presentar a Marco Crespi –uno de los entrenadores de andadura más nefasta de la historia de Saski Baskonia–. «La relación con los entrenadores no es fácil; nunca lo es, en parte porque tienen la tendencia de ponerse por encima del bien y del mal». Y si lo dice Josean Kerejeta, más vale cuidarse de esos augurios.
No parece que Pablo Laso esté por encima del bien y del mal, ni que su puesto peligre, sobre todo en un contexto de tres años de contrato y con un presupuesto, según cifras extraídas hace una semana, de unos 14 millones de euros, la menor de los clubes que disputan la Euroliga –otra cosa es que la web que editó esas cifras mencionase la especial opacidad del club gasteiztarra a la hora de reservarse sus cifras, por no hablar de que sus gastos en plantilla no son los más bajos de la Euroliga, ni mucho menos, sobre todo en un año con las flamantes renovaciones de Howard y Sedekerskis–. Con todo, sí parece que el técnico de San Viator deberá lidiar con estos largos «idus de marzo», ahora que la Fase Regular de la Euroliga entra en su recta final.
Paso a paso
Ponerse a hablar de lo «trascendental» que es el partido de este jueves frente a Zalgiris, que tendrá lugar en el Buesa Arena a partir de las 20.30, es como llegar a la conclusión de que el agua moja. Pero de los siete partidos que les restan a los gasteiztarras, los cinco de este mes de marzo dictarán sentencia. Primero, porque solo van a tener dos partidos en casa: Zalgiris este jueves y Bayern de Múnich el día 20, mientras que las visitan pasarán por el Alba Berlín el día 13, y la doble visita a Estambul los días 26 –Efes– y 28 –Fenerbahçe–.
Por ende, la idea es llegar al mes de abril con opciones aún de colarse en el play-in, y si bien el partido de Zalgiris es una punta de lanza de un bloque de partidos, no es menos cierto que los posteriores augurios de los pupilos de Pablo Laso saldrán de lo que hagan las próximas semanas, amén de lo que hagan sus rivales más directos –esos que tienen dos o tres triunfos más que el Baskonia, como son el propio Zalgiris, Anadolu Efes, Barça y Real Madrid–.
Podría decirse también que si Saski Baskonia pierde frente a Zalgiris, ni «idus de marzo» ni ocho cuartos. Adiós a las opciones de play-in y a verlas venir en Europa mientras se centran los esfuerzos en la competición doméstica. Pero conociendo la forma de entender la temporada del club gasteiztarra, que el viernes celebrará sus 25 años en la Euroliga, ni siquiera una posible derrota hará cambiar sus prioridades.
Saski Baskonia ocupa la decimocuarta posición con un balance de 11-16 y se enfrenta a su predecesor en la clasificación, con dos victorias más en su haber pero con un precedente de la primera vuelta, un 70-83 difícilmente remontable para los pupilos de Andrea Trinchieri a poco que los de Pablo Laso no metan la pata, que llegó luego de una remontada espectacular con un parcial de 4-26, con el quinteto formado por Forrest, Baldwin, Rogkavopoulos, Moneke y Donta Hall para reventar un partido que llegó a ir perdiendo por 57-41.
«¿Nos quedaremos sin opciones de play-in si perdemos? No, pero será mucho más difícil», ha admitido Pablo Laso, que ha contrastado perfectamente el carácter machacón de de su rival de este jueves y los continuos altibajos que padece su equipo. «Ellos forman un equipo que juega bien al baloncesto y que sobre todo es muy sólido. Nosotros, en ese sentido, somos muy diferentes, con máximos muy buenos y mínimos muy malos. Obviamente, intentamos minimizar esos momentos tan malos para que los buenos sean los más posibles».
Preguntado sobre el porqué de esos altibajos, el técnico gasteiztarra ha achacado a cierto «individualismo» en el momento en el que surgen los problemas. «Parece que dices ‘individualismo’ y suena mal, pero no tiene por qué ser malo, pero ese individualismo a veces nos lastra. Debemos apoyarnos en el juego del equipo, más que en el ‘voy a arreglarlo yo’. Es precisamente en esos momentos en el que más debemos encontrarnos como equipo», ha subrayado.

Más aún frente a un rival de quien ha comentado que «te exige estar concentrado y desgasta mucho en lo físico». «Vamos a tener que atacarles bien, porque ellos a partir de ahí crecen en situaciones de contraataque y en situaciones de uno contra uno», ha insistido.
Los de Andrea Trinchieri cuentan, además, con Sylvain Francisco, líder ofensivo de los lituanos, y acaba de incorporar a Isaiah Wong, para sustituir a Looney Walker, que podría debutar esta jornada. En el caso baskonista, faltará con toda propabilidad Kamar Baldwin, mientras que Markus Howard, que jugó en Andorra pese a hacerse un esguince ante Partizan, parece ir mejorando poco a poco.
Fair play financiero, a partir de 2027
En otro orden de cosas, la Euroliga ha presentado este miércoles la implementación, a partir de la temporada 202/26, de los Estándares de Equilibrio Competitivo (CBS) que amplían el actual Reglamento del 'fair play' financiero de la competición, y que contemplan una compensación económica de los clubes que se excedan en el presupuesto de la contratación de jugadores al resto de equipos participantes.
Según ha informado la Euroliga, el CBS, aprobado en la asamblea de septiembre pasado y que se irá aplicando de forma progresiva hasta su incorporación total en la temporada 2027/28, tiene como objetivo «alinear los niveles de remuneración mínimos y máximos con los ingresos colectivos generados por los clubes».
Y al mismo tiempo pretende «fortalecer la sostenibilidad financiera, promover el equilibrio competitivo, prevenir prácticas inapropiadas y aumentar la transparencia entre los clubes participantes». Este sistema se aplicará sobre los importes netos para armonizar la disparidad en los sistemas impositivos en los distintos países de los equipos participantes.
Para ello, se establecen unos niveles de gasto en la contratación de jugadores que sean iguales para todos los equipos y no en función de los ingresos individuales de cada equipo como ocurría hasta ahora.
Así, los nuevo Estándares de Equilibrio Competitivo calcularán esos ingresos sumando las ganancias del día del partido, los ingresos comerciales y otros ingresos generados por los clubes con Licencia A de la Euroliga durante un período de tres temporadas.
Ese montante, que la próxima campaña asciende a 19,49 millones de euros, servirá de referencia para determinar el nivel de gasto mínimo obligatorio y máximo en las remuneraciones de los jugadores.
En su nueva regulación del 'fair play' financiero, la Euroliga introduce tres rangos de remuneración para todos los equipos: salario bajo, base y alto. Los dos primeros, entrarán ya en vigor el curso que viene, mientras que el rango de salario alto se implementará a partir de la temporada 2027/28.
Así, el nivel de remuneración bajo determina que los clubes con Licencia A deben gastar en la contratación de jugadores como mínimo el 32% de los ingresos colectivos (5,85 millones); los que disputen la Euroliga por invitación, un 24% (4,68 millones); y los que se clasifiquen vía Eurocup, el 21% (4,09 millones).
Actualmente, y tras la exclusión de la Euroliga del CSKA Moscú, hay 12 equipos con licencia A: Baskonia, Barça, Real Madrid, Maccabi, Zalgiris Kaunas, Anadolu Efes, Armani Milano, Fenerbahçe, Olympiacos, Panathinaikos, Bayern Múnich y Asvel Villeurbanne.
El nivel de remuneración base será el mismo para todos los equipos participantes: de hasta el 40% de los ingresos que los clubes tengan de media (8 millones para la temporada 2025/26). De este nivel están excluidos jugadores ancla (un máximo de dos estrellas, que serán elegidas por los propios clubes), jugadores sub-23, jugadores con permanencia extendida y jugadores lesionados de larga duración.
El nivel de remuneración alto (hasta el 60% de los ingresos de los clubes) sí que incluirá a los jugadores ancla, pero no se implementará hasta dentro de dos temporadas.
La nueva normativa contempla que cualquier club que gaste más allá de los niveles base y alto deberá compensar económicamente a los demás equipos que sí cumplan las reglas, a través de un fondo colectivo.
Es decir, todo los equipos que incumplan el 'fair play' financiero aportarán un porcentaje de la cantidad excedida (este porcentaje va del 50 al 100% en función de los diferentes tramos: del 0 al 10% de exceso, del 10 al 30% y del 30 al 50% de exceso) a un fondo que se repartirá entre los que hayan cumplido con la norma de inscripción de jugadores.