Ante un rival deshecho, nunca Saski Baskonia optará a un triunfo más claro que en Berlín
Con un balance de 4-24, el Alba deambula en la última plaza de la Euroliga, sumando un triunfo en los diez últimos encuentros, y acaba de echar al entrenador Israel González. Saski Baskonia solo ha ganado dos partidos lejos del Buesa Arena, aunque para el jueves Laso podrá contar con Kamar Baldwin.
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¿Les suena el concepto de la «burbuja de la felicidad»? Se trata del precepto que maneja el director deportivo del Alba Berlín, Himar Ojeda, según el cual se busca la calma y la continuidad de la plantilla berlinesa, más allá de los posibles zarandeos de los resultados. Pues ese es el talante que se va a encontrar Saski Baskonia este jueves a partir de las 20.00 en la cancha del colista de la Euroliga, tratando de apurar sus opciones de play-in.
Una «burbuja de la felicidad» algo pachucha es, de hecho, lo que se va a encontrar el cuadro gasteiztarra. Con un balance de 4-24 en la Euroliga –a tres victorias de la Virtus de Dusko Ivanovic, penúltimo de la competición– y con un solo triunfo en sus diez últimos encuentros europeos, más la derrota prórroga frente al Ulm este fin de semana, lo cual mantiene a los berlineses en la décima plaza de la Liga Alemana, los acontecimientos se precipitan en la capital alemana.
Después de ejercer de entrenador jefe desde 2021, el cántabro Israel González acaba de ser despedido de su cargo, siendo otro español, el cordobés Pedro Calles, quien deberá asumir el «marrón» de terminar de vagar en esta calamitosa Euroliga para el Alba Berlín, que hace no tantos años al menos ejercía de animador de la competición, llegando a pelear por meterse en el Top 8 en alguna que otra ocasión.
Israel González freigestellt / Pedro Calles übernimmt als Cheftrainer
— ALBA BERLIN (@albaberlin) March 12, 2025
Wir haben unseren Cheftrainer Israel González mit sofortiger Wirkung freigestellt. Diese Entscheidung teilten die Club-Verantwortlichen dem Team am Mittwochmorgen mit.
Gracias por todo, Isra! pic.twitter.com/C3FegH2XkY
Una de las políticas que más a rajatabla maneja el deportan alemán es que sus equipos sean viables en lo económico, y ya desde hace tiempo que el Alba parece apurar sus días en la Euroliga, hasta el punto de que se especula que a medio plazo podrían apostar por irse a la FIBA BCL –aunque también habrá que ver los intereses de la NBA en su acercamiento europeo, donde las grandes ciudades como la capital alemana están entre sus prioridades–.
Bien se ve que Saski Baskonia no está para grandes bravatas, pero en este caso no solo es que está obligado a ganar para mantenerse en la pelea por llegar a la décima plaza, es que no hacerlo sería motivo casi de escarnio en la plaza pública. Sí, es cierto que los de Pablo Laso solo han ganado al Maccabi en Belgrado a puerta vacía y a Zalgiris después de una remontada milagrosa, pero el Alba de Berlín está a un nivel todavía más bajo, con el añadido de que todo apunta a que Kamar Baldwin, que al menos ha viajado a la capital alemana, podré echar una mano.
Su peor enemigo
«Los partidos de Euroliga son siempre difíciles. El Alba es un equipo que juega muy abierto, distinto a los demás, y sobre todo en su cancha, será muy complicado», explicaba Pablo Laso a la llegada del equipo a Berlín, ajeno a la revolución interna que recién había estallado en el club rival, con la «burbuja de la felicidad» estallando en mil pedazos y encomendándose a que con un entrenador nuevo sus calamidades se mitiguen un poco.
Aunque el entrenador sea otro, los jugadores son los mismos, y en 24 horas no caben milagros. La circulación y las asistencias es el punto fuerte del equipo germano que tiene su mayor debilidad en la defensa. De hecho es el equipo que más puntos recibe por partido en la competición, a pesar de ser uno de los que más pérdidas de balón provoca en el rival.
El juego interior formado por David MacCormack y el exbaskonista Yannick Wetzell es clave en el juego berlinés, que vive de los puntos de Matt Thomas y del ritmo que consiga imponer Martin Hermansson.
Por ende, una vez más, el mayor enemigo que pueda encontrarse Saski Baskonia este jueves es posible que sea él mismo. Con la famosa irregularidad que desespera al propio Pablo Laso, capaz de ver cómo su equipo se cae sin motivo aparente para luego volver al partido y a veces logra hasta remontar, aunque sufriendo siempre más de la cuenta.
Evitar esas desconexiones, volver a integrar a Kamar Baldwin en la rotación y conseguir enlazar al fin tres victorias en lo que va de campaña para acometer la lucha por el play-in son los grandes objetivos de este Saski Baskonia, que nunca van a encontrar escenario más propicio que el de este jueves a las 20.00 para ganar un partido. Porque como lo pierda...