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Trabajadores de BSH bloquean la entrada a la planta de Ezkirotz

Trabajadores de BSH se han concentrado en la entrada de la planta de Ezkirotz para bloquear la entrada de camiones con materias prima así como la salida de productos terminados. Exigen mayor protagonismo en las negociaciones.

Un portavoz de los trabajadores de BSH, tras dar por finalizado el bloqueo este miércoles. (Iñigo Uriz | Foku)

Trabajadores de la planta de BSH en Ezkirotz, planta cuyo cierre anunció la multinacional, han bloqueado el acceso a la factoría en demanda de protagonismo en las negociaciones que se llevan a cabo.

Ha sido a las 08.00 horas cuando decenas de trabajadores ha bloqueado la valla de acceso a las instalaciones para impedir tanto la entrada de camiones con material para la fabricación como la salida de productos finalizados.

«Nos cierran, nos vetan, nos entierran» y «BSH no se cierra/ ez itxi» son dos de las pancartas que exhiben los operarios concentrados tras la valla, cuya intención es permanecer así hasta tener una solución.

No obstante, la dirección de la fábrica, los representantes de los trabajadores y la Policía foral están intentando llegar a un acuerdo para solucionar este bloqueo.

La petición de los trabajadores es tener presencia en las negociaciones que hasta el momento llevan a cabo en una mesa constituida al efecto en Madrid, en la que participan la multinacional, el Ministerio de Industria y el Gobierno de Nafarroa.

La semana pasada, el comité de empresa de BSH Ezkirotz denunció que su presencia en el diálogo que se mantiene sobre el futuro de la planta está siendo vetada por la dirección de la empresa, cuya decisión de cierre no sería definitiva, aunque está jugando «a la ceremonia de la confusión» sobre la continuidad.

El Gobierno pide diálogo

El vicepresidente primero del Gobierno navarro, Félix Taberna, ha señalado este miércoles en declaraciones a los medios tras la sesión semanal del Ejecutivo que siguen «buscando alternativas».

Sobre la situación de BSH, Taberna ha afirmado que «el consejero lo que está es reforzando los encuentros y el diálogo». El vicepresidente ha explicado que «el silencio es una buena práctica para que las negociaciones lleguen a buen puerto. Es mejor que las cosas fluyan en un entorno más discreto».