Abu Safiya, símbolo de resistencia en el infierno de las cárceles israelíes
La abogada del doctor Hussam Abu Safiya ha alertado sobre las condiciones inhumanas a las que está sometido en las cárceles de Israel, en las que el domingo cumplirá cuatro meses encerrado bajo leyes de excepción, convertido en símbolo de resistencia, pero también de la crueldad israelí.
El doctor Hussam Abu Safiya, director del hospital Kamal Adwan, se convirtió en un símbolo de la lucha por vida y la salud frente a la muerte extendida por Israel, cuando permaneció atendiendo a sus pacientes en el hospital de Beit Lahia, en el norte de Gaza, hasta que fue asaltado y destruido por el Ejército israelí. Ahora, también es icono de la destrucción sistemática del sistema sanitario palestino y de la persecución de sus trabajadores por Israel.
Este pediatra de 52 años había dado testimonio de la suerte de los enfermos, heridos y desplazados en su hospital y se negó a abandonarlo a pesar de las amenazas del Ejército israelí que lo asedió. Finalmente, el 27 de diciembre, los soldados irrumpieron en el centro y detuvieron a decenas de médicos, empleados y pacientes.
La imagen del médico, con su bata, caminando hacia uno de los tanques israelíes se convirtió también en símbolo de su resistencia.
Tras su detención, desapareció durante una semana hasta que el Ejército admitió su arresto. Su abogada, Ghaid Qassem, pudo visitarlo el pasado 19 de marzo en la prisión de Ofer, en la Cisjordania ocupada, pero solo durante 17 minutos y bajo una estrecha vigilancia.
«Está sufriendo enormemente, está muy agotado por las torturas, presiones y humillaciones a las que fue sometido para hacerle confesar actos que no cometió», relató. Antes, pasó un tiempo en la temible base militar de Sde Teiman, donde fue sometido a cuatro interrogatorios con palizas y otras torturas, antes de ser internado en una estrecha celda en Ofer, donde también fue interrogado largamente, señaló la letrada.
Qassem está alarmada por el «muy preocupante» estado de salud de Safiya, que «sufre de presión arterial alta, arritmia cardíaca y problemas de visión». Perdió más de 20 kilos en dos meses y le fracturaron cuatro costillas durante los interrogatorios, sin recibir ningún tratamiento. Según la abogada, sus captores «le exigieron que confesara haber operado a miembros de Hamas o a rehenes israelíes, pero no cedió». Como pediatra, «todo lo que hacía era por deber moral, profesional y humano hacia los pacientes y los heridos», añade.
Qassem subrayó que Abu Safiya no es el único preso inocente sometido a estas condiciones crueles y que plantillas médicas completas y pacientes detenidos en Gaza sufren la misma situación.
Las autoridades israelíes lo han designado como «combatiente ilegal» por un período ilimitado, colocándolo al margen de los marcos jurídicos normales. El expediente del médico fue clasificado como «secreto» por el fiscal militar, que negó a la defensa el acceso al mismo, a pesar de lo cual fue la base para que un tribunal extendiera el pasado 6 de marzo la detención de Safiya por seis meses más, sin cargos ni juicio.
Amnistía Internacional ha lanzado una campaña por su liberación, recordando la tortura sistemática en las cárceles israelíes.
El Ejército israelí destruye útiles de reconstrucción
El Ejército israelí destruyó una veintena de excavadoras y varios camiones de transporte de agua, de aguas residuales y de basura de un garaje municipal en Yabalia, en una empresa de construcción de ciudad de Gaza y en Jan Yunis. Las excavadoras habían sido donadas durante la última tregua por Egipto y Qatar para retirar los escombros de la devastada Franja. Los equipos de la Defensa Civil usaban estas máquinas para rescatar los cuerpos de las ruinas, limpiar las carreteras y permitir un mejor acceso de los servicios de emergencia en Rafah y Jan Yunis. El director de equipos de Defensa Civil, Mohamed al-Mughai, recordó que el comité egipcio-qatarí, al realizar la donación, había notificado las coordenadas del garaje de Yabalia al Ejército israelí para evitar ataques. Desde la medianoche del domingo hasta la mañana de ayer, el Ejército israelí mató a otras 46 personas.