Saski Baskonia inicia la semana de su «final» en Badalona por primera vez en el Top 8 de la ACB
La derrota de Manresa por Breogán más la victoria baskonista ante Zaragoza eleva a los de Pablo Laso a la octava plaza de competición doméstica, en triple empate a 16 con el propio Manresa y Gran Canaria, y un triunfo menos que un Joventut que ganó en Gasteiz en la primera vuelta por 79-82.
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La primera vez que Saski Baskonia llegó a una final de la Liga ACB, cayó en cuatro partidos ante aquel indomable TDK Manresa de los ‘Chichi’ Creus, Pere Capdevila, Derrick Alston y compañía, con Luis Casimiro en el banquillo. Desde aquel 1998, la escuadra del Bages siempre ha sido una extraña referencia de equipo entre humilde y pobre, que al albur del acierto en sus fichajes, ha penado por la parte baja de la tabla –con algún descenso incluido– o ha ejercido de china en el zapato de equipos más grandes pero despistados en su pelea por meterse en la Copa o en los play-offs del título liguero.
Y como la vida da vueltas y hasta saltos mortales, la última alegría de Saski Baskonia en esta Liga ACB no fue su victoria por 90-84 ante Basket Zaragoza; aquella fue la penúltima, ya que el 93-104 que el Río Breogán de Luis Casimiro le endosó en el Nou Congost. Una alegría justificada, porque la victoria baskonista del cuadro maño sumada a la derrota manresana ha supuesto que, por primera vez desde que empezase el presente curso, Saski Baskonia haya terminado una jornada entre los ocho mejores de la competición doméstica; es decir, en puestos de play-off.
No hay que olvidar que el curso 2023/24 se cerró con los baskonistas quedándose fuera de la pelea por el título, algo que no sucedía en los 40 años de existencia de la Liga ACB. Port tanto, en una temporada en la que, hasta el momento, los gasteiztarras no han conseguido encadenar tres victorias –contando la competición doméstica y la Euroliga– y se han quedado sin jugar la Copa –por cuarta vez en los seis últimos años– y lejos incluso del play-in europeo, volver a situarse entre los mejores de la Liga ACB no es ningún premio de consolación, sino que es casi una tabla de salvación, a falta de cuatro jornadas para que termine la Fase Regular.
Dos finales y dos entrenamientos
Con un balance de 16-14, Saski Baskonia ocupa la octava posición, en un triple empate beneficioso con Manresa –noveno clasificado– por haberle ganado los dos partidos de Fase Regular y perjudicial con Gran Canaria –séptimo, con un partido menos–, después de que la victoria baskonista en Zurbano fuese más apretada que la derrota en territorio isleño. Con el UCAM Murcia descartado de la pelea –décimo con 14 victorias y con el average particular perdido–, estos tres equipos más el Joventut –sexto, con 17 victorias– se jugarán este curioso «cuadrangular» para repartir los puestos que van del sexto al noveno de cara a la próximo postemporada.
Salvo a Gran Canaria, que «recupera» el próximo día 14 su partido de la jornada 27 ante un Lleida ya salvado, todos los equipos deben jugar cuatro partidos. En el caso de Saski Baskonia, el próximo sábado día 10, a partir de las 17.00 se juega una «final» en toda regla. Al menos, la primera de ellas: visita el Palau Olìmpic de Badalona frente al Joventut, un rival al que no gana desde el 11 de mayo de 2023.
La Penya se ha erigido en una especie de «bestia verdinegra» para el Baskonia en los últimos años, al punto de convertirse en verdugo de Copa y play-offs y que ha ganado en cinco de sus seis últimas visitas al Buesa Arena. En cuanto a los partidos en el feudo verdinegro, incluyendo la Copa de 2023, la Penya ha derrotado al Baskonia en cuatro de sus cinco últimos enfrentamientos.
Así las cosas, el duelo del próximo sábado es para Saski Baskonia mucho más que un partido para mantenerse entre los ocho primeros. Por un lado, se rompería una sequía de dos años sin meterle mano a la Penya. Además, se le igualaría en el número de triunfos y, por último, de conseguir imponerse con una ventaja de cuatro o más puntos –los pupilos de Dani Miret se impusieron en Zurbano por 79-82– para llevarse el average particular y buscar escalar posiciones en pos de unos cuartos de final menos suicidas que ante el Real Madrid.
Teniendo en cuenta que ese fin de semana Manresa visita la cancha del UCAM Murcia y que Gran Canaria se va a dar una vuelta por Valencia, ganar en Badalona sería un trampolín de cara a afianzar a los de Pablo Laso en el Top 8 de la ACB, y de paso afrontar el otro gran partido de esta Fase Regular como es el duelo del día 18 ante el Barça pleno de garantías, y preparar los dos duelos restantes –el derbi vasco ante Bilbao Basket del día 24 y la visita a un Leyma Coruña descendido del día 30 de este mes– casi como entrenamientos de calidad de cara a la pelea por el título.
Cuentas renovables
Pero claro, todas estas cábalas habrá que ir renovándolas con el paso de las jornadas y el optimismo del lunes 5 puede contrastar con el humor con el que se afronte el lunes día 12, según y lo que haya mostrado el parqué.
Fruto de ese optimismo se puede decir que la derrota contra la Penya en Zurbano tuvo mucho de accidental, ya que Trent Forrest no jugó por descarte –Kamar Baldwin, que seguramente no jugará en Badalona, aún no tenía pasaporte comunitario– y Markus Howard no jugó tras el descanso por problemas en el tobillo, por lo que el potencial que vaya a exhibir este Baskonia en Badalona será superior al que exhibiera en Zurbano en la primera vuelta.
Asimismo, el calendario de Manresa –visitando Murcia y Andorra y recibiendo a Real Madrid y Tenerife–, Joventut –recibiendo al Baskonia y a Zaragoza y visitando Gran Canaria y Málaga– y el Gran Canaria –teniendo que jugar en Valencia, Badalona y Lugo, para ejercer de local ante Lleida y Murcia– invitan a albergar esperanzas de tropiezos ajenos.
Pero claro, no dejan de ser cuentas de la lechera con la única certeza de que Saski Baskonia por fin ha pasado a depender de sí mismo para terminar la Fase Regular de la ACB en el Top 8 pero, por el mismo precio, sabe que su margen de error es mínimo, y que buena parte de su suerte dependerá de lo que suceda en el Palau Olìmpic. Salvo que algún otro equipo tenga la amabilidad de hacerle otro favor al Baskonia, como Río Breogán en su último partido en Manresa.