¿Será el ‘David’, o cómo va a ser el Saski Baskonia que empieza a esculpir Paolo Galbiati?
Dinámicos, extensos, divertidos, desesperantes, absorbentes... Muchos son los adjetivos de los equipos de Paolo Galbiati, un técnico que aprendió de los grandes nombres del baloncesto italiano, pero por el que solo Saski Baskonia ha querido apostar para romper la dinámica de un año para olvidar.
«No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira:
podrá no haber poetas; pero siempre
habrá poesía».
«Rimas IV» (Gustavo Adolfo Bécquer)
Saski Baskonia ha roto la baraja. Pablo Laso llegaba a finales de junio de 2024 con la idea de permanecer en el club que lo vio crecer por tres temporadas, pero las circunstancias de juego han hecho que el preparador de San Viator, que llegaba a Gasteiz avalado por una carrera llena de éxitos en el Real Madrid y un año aceptable en el Bayern de Múnich, en el que compensaba las insuficiencias en la Euroliga conquistando la Bundesliga y la Copa de Alemania.
Pero esta temporada 2024/25 ha resultado un desastre para el crédito de un entrenador que ha levantado mayor revuelo por sus declaraciones en rueda de prensa que por el buen juego de su equipo. Ello ha agotado su crédito al punto de que ya a principios de julio Saski Baskonia anunciaba al técnico gasteiztarra que no iban a contar con él en adelante. El resto del tiempo, hasta que al fin el pasado viernes día 8 de agosto, se han negociado los puntos de acuerdo para romper la relación contractual que unía a Laso hasta 2027, una etapa que ahora cubrirá el preparador italiano Paolo Galbiati, milanés de 41 años y que en Aquila Trento ha conseguido asentar su ideario de juego de tal forma, que no solo se ha hecho con la Copa Italiana y el «Trofeo Sandro Gamba» 2025 al Mejor Entrenador, sino que le ha valido el salto a un banquillo de Euroliga con todos los honores.
Queda por ver su llegada a Gasteiz, su estreno en las ruedas de prensa, el ideario de su juego y, sobre todo, una plantilla que, como mínimo, se va a vestir con un pívot más, sin que pueda descartarse que además llegue un base más, ya que las características de Matteo Spagnolo ubican al internacional italiano tanto en el puesto de escolta como en el de armador, al tiempo que se considera que Rafa Villar, que recién ha cumplido los 21 años, está aún inmaduro para rendir en la Euroliga, aunque se espera de él que en la Liga ACB refrende las buenas sensaciones que diera la pasada campaña en Lleida.
Decía Michelangelo Buonarroti que cuando esculpió el 'David', él siempre vio la imagen que se escondía detrás del único bloque monolítico sobre el que anduvo trabajando. Lo «único» que hizo el escultor fue limar las imperfecciones hasta que el ‘David’ emergió después de dos años de trabajo.
Dos años de trabajo que tiene Paolo Galbiati para conseguir si no un 'David', sí al menos una obra reconocible. Los buenos equipos casi siempre son más que reconocibles al punto de que bien pudieran jugar sin camiseta. Aquel Saski Baskonia de principios de Siglo XXI, el Barça de Xavi Pascual, el PAO de Zeljko Obradovic, el CSKA de Ettore Messina o el Real Madrid de Pablo Laso serían ejemplos palmarios de ello, pero como dice el periodista vizcaino Gonzalo Vázquez en su blog Psicobasket, «un equipo es un estado que rara vez se alcanza».
Así pues, ¿qué equipo espera alcanzar Paolo Galbiati?
Uno de los mayores expertos del baloncesto europeo no es profesional del baloncesto, pero los profesionales lo buscan por la honestidad de sus opiniones. El programa de radio «Kiroleros» entrevistaba a principios de julio a Iván Fernández Hevia, más conocido como 'Sunara' –por el exjugador de basket croata Ivan Sunara– también colaborador de lujo ocasional de este medio.
«Me gusta su propuesta, aunque suene a topicazo. Es un entrenador que conjuga su querencia por el ritmo con intervencionismo táctico y versatilidad, por lo que me parece muy refrescante», resumía.
Uno de los grandes debes de las distintas ligas de baloncesto es lo fácilmente que se esclerotizan. Es decir, la famosa «rueda» de entrenadores de la ACB, la Primera FEB, la Euroliga, la FIBA BCL... se repite en el tiempo, al punto de ir rotando los mismos entrenadores por distintos equipos de la misma competición. Eso hace que, como en su día el entrenador de base y experto Juan Carlos Gallego Serrano, 'Cheatum', explicaba a este medio que «la Euroliga juega con esquemas de juego cerrados, sistemas en los que no hay espacio a la improvisación pese a disponer de jugadores con talento». Por tanto, la llegada de Galbiati, en cuanto no es un entrenador con experiencia en la Euroliga, rompe esa «rueda» y ofrece un punto de partida interesante.
Con jugadores como Clement Frisch, Hamidou Diallo o Rafa Villar que no han jugado la Euroliga –en el caso de Villar sí, pero de forma residual–, o han habitado en el sótano de la misma, como los casos de Spagnolo o Rodions Kurucs, este Saski Baskonia ha convertido su juego en una suerte de imprevisible melón por abrir. Trent Forrest en principio continúa, pasando de golpe en debutante en la Euroliga a referente europeo del Baskonia, como en el caso de Luka Samanic; por no hablar de los Luwawu-Cabarrot, Khalifa Diop o Sedekerskis, que pasan de complementos a elementos de tracción del equipo por su experiencia en las máximas competiciones continentales.
Ante ello, Galbiati deberá acomodar su «librillo». «En baloncesto casi todo está inventado, pero me parece que es un entrenador moderno, al que yo compararía con el Iísalo que entrenó en París y ahora está en Memphis», aclara Iván Fernández. «Tiene muy en cuenta la estadística avanzada, el concepto de ritmo de juego, y por ir más atrás, me recordaría un poco a Mike D'Antoni –exentrenador, entre otros, de la Benneton de Treviso con Nicola, Garbajosa, Langdon... que fue subcampeón de la Euroliga de 2003 y que luego haría fortuna en el banquillo de los Phoenix Suns, y no tanto en los Knicks o en los Rockets–. Galbiati ha sido asistente de gente muy potente como Luca Banchi, Carlo Recalcati, Larry Brown –campeón de la NBA en 2004 con los Pistons–, y a partir de su llegada a Cremona es cuando empieza a adquirir un estilo más propio», añade.
Flexibilidad y dinamismo
Las plantillas con más de 12 unidades obligan a hacer convocatorias y hacer que todo el mundo se sienta partícipe no es nada sencillo. Saski Baskonia, con sus limitaciones presupuestarias, ha evitado hasta estos últimos años hacer plantillas mucho más largas que las famosas 12 fichas, empleando a sus canteranos como fichas adicionales. Pero una vez enviados a Logroño, al Clavijo, los Hrabat o Joseba Kerejeta, entre otros, más los fichajes ya mencionados, todo apunta a que el club gasteiztarra parece haber apostado por fin por un plantel amplio en el que los 12, 13, 14 jugadores puedan tener un mínimo nivel como para ser útiles a Galbiati.
Eso puede obligar a una «amplitud» de rotación, al punto de usar a los 12 jugadores en un mismo partido, como en más de una ocasión ha hecho un entrenador como Aíto García Reneses, ganándose por ello no pocos conflictos con sus jugadores. Ante la amplitud, pero sin renegar de las «rotaciones cortas y veloces», Iván Fernández subraya la «flexibilidad» del modelo del nuevo técnico baskonista.
«Es capaz de involucrar a todos los jugadores, sin que eso implique que todos jueguen en todos los partidos. Puede jugar con ocho o nueve jugadores un partido y que esos ocho o nueve vayan rotando de partido a partido», indica 'Sunara', pero advierte que tiene que encontrarle el punto a las temporadas, sobre todo a nivel europeo.
«El Baskonia arriesga con un técnico que se ha consolidado como primer entrenador estos dos o tres últimos años, y en los que ha cosechado mucho mejores resultados a nivel doméstico que a nivel europeo. Estos dos años ha tenido inicios fulgurantes, pero al final se le ha hecho la campaña un poco larga y la Euroliga es una torturadora, más aún este año con la ampliación a 20 equipos», avisa Iván Fernández, quien adelanta que el dinamismo va a ser una de las señas de identidad de este nuevo Saski Baskonia.
«Va a ser un equipo bastante más dinámico que lo que se ha visto este año. Habrá que tener paciencia en la adaptación, pero sus equipos son bastante divertidos por ser muy dinámicos en defensa y en ataque, más allá de ir a marcadores más o menos altos. En defensa hacen muchos cambios de asignación, arriesgan mucho y son agresivos al jugador con balón... Son equipos de hacer y de encajar grandes parciales. Esa 'locura controlada' puede desesperar por momentos a los aficionados, pero en otros momentos puede engancharlos y emocionarlos», advierte Iván Fernández Hevia.
«Es una persona que crea mucho contacto con el vestuario, psicológicamente es muy bueno», advierte un exbaskonista como Hugo Sconocchini en un reciente reportaje en un medio gasteiztarra. Saski Baskonia, de hecho, ha recurrido al 'Cóndor' para establecer un perfil humano de su próximo técnico. Honesto, sincero y ambicioso, capaz de «robar» ideas de cada primer entrenador con quien ha trabajado, pasional... Ese dizque discurso directo es la gasolina que propone el «caos organizado» de su juego. Tiros en los primeros segundos de posesión, llegar jugando, puestos difusos... con los bases capaces de postear y los grandes tirando de lejos. Otros ex del Baskonia como Daulton Hommes o el mismísimo Luis Scola avalan esta llegada.
Una llegada con el plantel todavía incompleto, sin que todavía no sean más que castillos en el aire de un club que ha decidido volar sus puentes para reinventarse otra vez. Galbiati es el escultor quien deberá obrar el 'David'. ¿Pero será el 'David' el resultado de su obra?