EEUU condiciona el rescate a la victoria electoral de Milei
La salida de capitales, la contracción de la economía y la debilidad política del Gobierno colocan a Argentina en una situación crítica. La posibilidad de perder a un aliado importante ha forzado a EEUU a anunciar un rescate con el que pretenden mejorar las perspectivas electorales de Milei.
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Esta semana el presidente de Argentina, Javier Milei, viajó a EEUU para participar en la Asamblea de la ONU, pero sobre todo para solicitar ayuda al Gobierno de Donald Trump. La reunión con el secretario del Tesoro, Scott Bessent, terminó con un compromiso de asistencia financiera que no terminaron de concretar. Lo importante era la noticia; el contenido, tampoco importa tanto. Los especuladores son muy volubles y cualquier revelación sirve para que su humor cambie.
El apoyo de Bessent ha servido para detener la sangría de dólares que ha obligado al Banco Central de la República de Argentina (BCRA) a gastar más de 1.110 millones de dólares en tres días para sostener la cotización del peso argentino. La razón es sencilla: el plan de Javier Milei ha convertido a Argentina en un paraíso para la especulación financiera. Durante el mandato de Milei han entrado dólares para invertir en pesos y ganar un buen porcentaje con la diferencia de tipos de interés. Esta entrada de divisas ha provocado la revalorización del peso argentino, lo que ayuda a dar una sensación de recuperación, cuando lo único que ha crecido es el flujo de dinero especulativo. De hecho, Gita Gopinath, la segunda del FMI, aseguró que la ayuda es una buena noticia, pero, entre otras cuestiones, Argentina debe devaluar el peso.
La repentina salida de capital durante este mes de septiembre se explica por varias razones. En primer lugar, está la motivación económica. La economía se contrajo en el segundo trimestre de este año en un 0,1%, lo que ha puesto en duda una recuperación que daban por conseguida, pero para la que no hay mimbres: los recortes de gasto público han reducido la demanda. Por otra parte, el crecimiento durante el periodo de Milei se ha nutrido esencialmente de la explotación de materias primas y la venta de activos. Esta semana se ha conocido que la compañía de capital latinoamericano GeoPark Limited ha comprado dos bloques en el yacimiento de Vaca Muerta para la extracción de unos 60 millones de barriles brutos durante los próximos 30 años.
Durante este periodo, la extracción de petróleo en Argentina ha aumentado sin descanso. En julio alcanzó un nuevo récord con 811.000 barriles diarios, el mayor registro desde 1999, gracias precisamente a la extracción por fracking que se ha disparado en el yacimiento de Vaca Muerta, del que se extrae casi el 58% del petróleo del país.
DEBILIDAD POLÍTICA
No solo preocupa la debilidad de un crecimiento que se sustenta en el extractivismo. También preocupa a los especuladores la debilidad del Gobierno de Milei, tocado por la corrupción de la hermana del presidente, Karina Milei, que es además la secretaria general de Presidencia, pero sobre todo enfrentado con todos sus aliados. Buena muestra de ello es la reciente derrota en la Cámara de Diputados, que asestó un duro golpe al oficialismo al poner fin a los recortes del Gobierno en el ámbito de la salud y la educación. Con una mayoría superior a los dos tercios de la Cámara, la oposición rechazó los vetos presidenciales al Programa de Emergencia Pediátrica y al Financiamiento Universitario, dos cuestiones que han sacado a la calle a miles de personas. De ese modo, el legislativo argentino ha fracturado la estrategia libertaria.
Pero lo que realmente ha asustado a los especuladores es la derrota que Milei sufrió en las recientes elecciones en la provincia de Buenos Aires, donde el peronismo saco más de 13 puntos de ventaja a la alianza entre la Libertad Avanza de Milei y el PRO de Mauricio Macri. El problema de esta derrota es que muestra una pérdida de apoyo popular precisamente cuando a finales de octubre se celebrarán elecciones legislativas parciales en todo el país, en las que se renovará el mandato de 127 de los 257 diputados y 27 de los 72 senadores. Una amplia derrota de Milei y sus aliados en esos comicios intermedios dejaría muy tocado su proyecto.
UNA PROMESA DE AYUDA
De ahí que el rescate acordado con Scott Bessent sea en realidad una promesa que sirva para ayudarle a ganar esas elecciones. De hecho, Bessent avisó de que la asistencia financiera dependerá del resultado electoral: si los argentinos no votan bien ya se pueden olvidar... La promesa incluye un programa de intercambio de divisas -línea swap- por 20.000 millones de dólares. Además, Bessent aseguró que el Tesoro estaba preparado para comprar bonos soberanos de Argentina sin especificar la cantidad. Asimismo, anunció que EEUU está dispuesto a otorgar un crédito «en modo espera» cuyo montante tampoco precisó. Lo concedería el Fondo de Estabilización del Tesoro (ESF, por sus siglas en inglés), «un gran 'fondo buitre' público que EEUU, ante intereses estratégicos, utiliza para 'ayudar', por decirlo con un eufemismo, a un gobierno alineado a sus políticas», señaló el economista Pablo Tigani, director ejecutivo de la Fundación Esperanza.
Y todo esto ocurre justo después de que el Gobierno de Milei firmara en abril un programa con el FMI por el que el país recibirá 20.000 millones de dólares, de los que ya se ha embolsado 14.000. El FMI exige además un mayor ajuste fiscal. El aplicado por Milei no les parece suficiente a los burócratas del Fondo, lo que da una idea de la ortodoxia con la que funciona el organismo multilateral.
Pese al acuerdo el Banco Central (BCRA) posee algo más de 39.000 millones, pero las obligaciones a las que tiene que hacer frente durante el último trimestre de 2025 y la primera mitad de 2026 suman 23.534 millones de dólares: 9.816 millones a organismos multilaterales, de los que 3.413 corresponden al FMI; Vencimientos de bonos y letras que suman 10.718 millones; y otros 3.000 millones por el vencimiento de los Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre (Bopreal) emitidos en 2023 para paliar la falta de divisas. En conjunto, los compromisos de pago suman el 60% de las reservas actuales del Banco Central.
EL LÍO DE LOS IMPUESTOS A LA EXPORTACIÓN
En este contexto de volatilidad, el lunes de esta semana el Gobierno argentino decretó la suspensión temporal de los impuestos a la exportación de productos agropecuarios a cambio de que los exportadores ingresaran las divisas. La suspensión se mantendría hasta que se alcanzaran los 7.000 millones de dólares o hasta el 31 de octubre, justo después de las elecciones. Tres días han sido suficientes para lograr esa cifra.
A ello han contribuido decisivamente las exigencias de EEUU para conceder el rescate. Entre ellas estaba frenar la construcción de presas en el sur del país, cerrar la línea de intercambio de divisas que mantiene con China desde que gobernaba Alberto Fernández, y que Milei no ha querido cerrar, y el fin de la suspensión temporal de los impuestos a la exportación.
«Estamos trabajando con el gobierno argentino para poner fin a las exenciones fiscales para los productores de materias primas», dijo Bessent durante el anuncio del acuerdo. Y es que el movimiento oportunista de Milei para ingresar divisas ha dejado un buen número de damnificados. En primer lugar, en Argentina, donde las declaraciones de Bessent aceleraron las peticiones y los grandes productores acapararon casi todos los contratos antes de alcanzar el tope, dejando a los pequeños productores enfadados. En segundo lugar, se resintieron los exportadores de otros países, como estadounidenses y brasileños, ya que al eliminar el impuesto, la soja argentina, más barata, les dejó fuera. Los que se beneficiaron fueron los importadores chinos, que compraron 12 barcos de 30.000 toneladas, pagando la tonelada de soja 15 dólares más barata.
La prensa argentina señala que en las reuniones técnicas con el FMI habrían pedido al ministro de Economía, Luis Caputo, que intentara rehacer las alianzas, en lo que interpretan como un cambio de timonel. Milei ha conseguido enemistarse hasta con sus aliados más cercanos, de hecho, Mauricio Macri confesó que lleva más de un año sin verle. El anuncio de rescate de EEUU conlleva un cambio de timonel para salvar las elecciones.