Acúfenos
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El pasado miércoles, durante el desayuno de Nueva Economía Fórum en Madrid, el lehendakari, Imanol Pradales, se vio obligado a abordar las divergencias entre PNV y PSE y las declaraciones dominicales de Eneko Andueza. Llamó a blindar la estabilidad que ofrece el Gobierno de coalición de la CAV frente a «intereses políticos de terceros» que quieren «debilitar la alianza».
Pero los problemas no están fuera. De hecho, después de aplaudir esas palabras, su vicelehendakari segundo, Mikel Torres, le dio un buen viaje en redes sociales a su consejero de Seguridad, Bingen Zupiria. Ayer, preguntado sobre las evidentes diferencias internas entre socios sobre el puerto de Pasaia que ha presentado Lakua a Madrid, optó también por el relato mágico del «nos llevamos muy bien», concentrados en la estabilidad y el progreso común, y «lo demás, ruido».
El lehendakari puede seguir intentando convencer a la ciudadanía de que lo que ve con sus propios ojos, lo que escucha con sus oídos, son «ruido» externo y malintencionado. Pero en realidad son, digamos, acúfenos. Es decir, sonidos internos en la maquinaria del propio Ejecutivo y entre los socios que lo componen. Admítase la licencia metafórica. El problema está dentro. Puede ser mayor o menor, pero no hay una confabulación judeo-masónica.
En los Gobiernos de coalición entre PNV y PSE siempre ha habido diferencias. Pero se han capeado sin demasiados aspavientos. Incluso cuando Iñigo Urkullu convivió como lehendakari con Eneko Andueza de secretario general del PSE.
¿Qué pasa ahora? Quizá en la cúpula del PSE hayan olido sangre en sus socios. Tal vez ven un Imanol Pradales colocado en su puesto por los anteriores rectores de Sabin Etxea, el tándem Andoni Ortuzar-Joseba Aurrekoetxea, algo desconectado ahora. Puede ser que hayan intuido que el proceso de relevo en las direcciones jeltzales ha dejado heridas intestinas y que el actual presidente del EBB, Aitor Esteban, no está debidamente asentado en el escenario vasco.
De hecho, por ejemplo, sorprende que seis meses después de su elección todavía no haya recibido a ningún dirigente de la oposición ni hablado con los sindicatos. Dijo ayer la presidenta del ABB, Jone Berriozabal, que Esteban se lleva muy bien los «hermanos mayores» y «jefes» de Andueza en Madrid. Que no haya hecho cuadrilla aquí puede ser un síntoma. Y en ese contexto, el PSE se quiere hacer valer, que todo futuro es incierto.