Los cambios que están definiendo el desarrollo industrial del mundo
La Organización para el Desarrollo Industrial de la ONU sitúa la transición energética, la digitalización, las tensiones geopolíticas, el aumento de la población y la producción de alimentos como los principales vectores que condicionarán su desarrollo de la industria en el futuro
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La Organización para el Desarrollo Industrial de Naciones Unidas (UNIDO, por sus siglas en inglés) publica cada dos años un informe sobre las perspectivas del desarrollo industrial en el mundo. El último acaba de ver la luz.
El documento reconoce que mirar el futuro de la industria es «navegar en una profunda incertidumbre», de ahí que quizás lo más productivo sea fijarse en las cinco megatendencias que considera que están reorganizando el futuro de la industria.
Energía y transición verde
La primera tendencia es la transición energética. Sin embargo, los datos que proporciona no dan pie al optimismo: los combustibles fósiles seguirán teniendo un importante peso.
El informe sugiere que las industrias de baja y media temperatura (textiles, muebles...) pueden electrificarse con facilidad, mientras que en las de alta temperatura (acero, cemento y productos químicos) será más difícil reducir la dependencia. En cualquier caso, advierte que la innovación necesaria para la transformación se concentra en el Norte Global, responsable de la mayoría de las patentes verdes; solamente el 8% corresponde al Sur Global, de ellas el 90% son chinas.
El informe advierte que en las actuales condiciones marcadas por el dominio del Norte Global la transición puede exacerbar las desigualdades en el mundo
Por otra parte, el informe subraya que los eventos climáticos extremos crecerán, por lo que serán necesarias importantes inversiones en infraestructuras para minimizar los riesgos. Por esa razón, afirma que esas inversiones deben ser consideradas «medidas estratégicas para proteger el valor y reducir la prima de riesgo de las inversiones industriales de larga duración».
El informe advierte que en las actuales condiciones marcadas por el dominio del Norte Global la transición puede exacerbar las desigualdades en el mundo. Además de las patentes, las normas ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) y los recargos por emisiones pueden hundir la industria en el Sur Global.
El surgimiento de la IA y la digitalización
La tendencia a integrar la digitalización en el proceso de producción no es nueva, si embargo, los avances en capacidad informática, aprendizaje automático y conectividad han acelerado su ritmo y ampliado su alcance. Y están transformando la naturaleza del proceso de manufactura.
Además, apunta que la digitalización está difuminando los límites entre la manufactura y los servicios. Permite la descentralización de las funciones administrativas y de gestión que las empresas pueden externalizar más fácilmente, lo que se traduce en una creciente contribución de los servicios empresariales intensivos en conocimiento (KIBS) al valor añadido total de los ecosistemas industriales.
La inteligencia artificial se está convirtiendo en una nueva tecnología de propósito general (GPT)
Por otra parte, el informe enfatiza que los avances en inteligencia artificial la están convirtiendo en una nueva tecnología de propósito general (GPT), que no solo está integrada en una amplia gama de productos y servicios, sino que también se está diversificando más allá de las TIC. No oculta su visión optimista al señalar que podría tener efectos de largo alcance, con «capacidad de influir positivamente en el 79% de las meta definidas en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS)».
La reconfiguración de las cadenas de suministro globales
El documento señala que desde el año 2000, la economía mundial ha experimentado un reequilibrio significativo en su poder económico por el creciente peso del Sur Global. Sin embargo, la pandemia de covid y las crecientes tensiones geopolíticas están impulsando a las grandes economías industrializadas hacia una mayor autosuficiencia, a una relocalización de las inversiones, lo que tendrá un impacto negativo en el PIB mundial y en el aumento de la pobreza que afectará, sobre todo, a los países del Sur Global, ya que sus exportaciones se concentran en unas pocas industrias y mercados finales.
Las preocupaciones geopolíticas están llevando a las empresas a reubicar la producción en países políticamente aliados o neutrales, una estrategia conocida como «friendshoring», con lo que buscan reducir los riesgos de disrupción y mejorar la resiliencia de la cadena de suministro.
La relocalización puede asimismo desencadenar una desindustrialización prematura en el Sur Global
Esa relocalización puede asimismo desencadenar una desindustrialización prematura en el Sur Global. La reducción de las inversiones del Norte Global y el desvío del capital y la producción a sus mercados nacionales descapitalizará al Sur Global. Un movimiento que posiblemente también merme las exportaciones de los países en desarrollo, especialmente en sectores con uso intensivo de mano de obra, donde tradicionalmente han tenido una ventaja competitiva. Esta amenaza se verá reforzada por el cambio tecnológico, ya que la automatización erosiona la ventaja en costos laborales de los países en desarrollo.
Las cadenas de valor globales se caracterizan por dinámicas de poder asimétricas, donde las empresas líderes de las economías avanzadas retienen el control sobre las actividades de mayor valor mientras subcontratan tareas estandarizadas de menor valor a sus socios, lo que amenaza seriamente la industrialización del Sur Global.
Crecimiento de la población y cambio en la naturaleza del trabajo
El informe prevé que la población adulta mundial crezca en 1.500 millones entre 2025 y 2050, y que haya alrededor de 800 millones más de trabajadores para 2050. Este crecimiento de la fuerza laboral se producirá exclusivamente en las economías en desarrollo, y la tecnología añadirá presión adicional.
Como mínimo harán falta 1.000 millones de empleos en los próximos 25 años
Para compensar los efectos de sustitución de mano de obra a causa de la automatización, se necesitarán alrededor de 160 millones de nuevos empleos para 2050, que pueden llegar a ser 300 millones en un escenario de gran automatización. Cifras que indican que como mínimo harán falta 1.000 millones de empleos. Este cambio será importante en África, donde se proyecta que la proporción de la población mundial en edad laboral aumente del 16,6% al 24,5% entre 2025 y 2050.
La transformación de los sistemas de producción de alimentos
El informe da una gran importancia a este aspecto en el futuro de la industria. Considera que su auge se verá impulsado por la urbanización, la creciente demanda de seguridad y calidad alimentaria y por los cambios en los hábitos alimentarios, que incluyen un mayor consumo de carne, lácteos, frutas, verduras y alimentos precocinados. Sorprende esta apuesta por un modelo de agricultura industrial que está en crisis, a causa de su enorme gasto energético, la pérdida de biodiversidad y los nefastos efectos que tienen en la salud los alimentos precocinados.
Sorprende esta apuesta por un modelo de agricultura industrial que está en crisis, a causa de su enorme gasto energético y la pérdida de biodiversidad
El informe reconoce que la vinculación de la agricultura, la manufactura y el procesamiento de alimentos puede ser un poderoso impulsor de la industrialización rural. Sin embargo, también constata que la difusión de hardware digital integrado en los equipos agrícolas, que combine la recogida de datos, el análisis y la automatización para aplicaciones, avanza despacio.