Las primeras estimaciones de voto han arrojado como dato que los dos grandes partidos, el PS y la UPM, se sitúan en ambos casos cerca del 35% de los votos. Por eso, ambos partidos serán los principales aspirantes en las diferentes circunscripciones.

En el caso de la UMP, llama la atención que el porcentaje logrado en estas legislativas es sensiblemente superior al alcanzado por su hasta ahora líder, Nicolás Sarkozy, en la primera ronda de las presidenciales de mayo.

Con todo, las fuerzas que se denominan de izquierda, en su conjunto, han logrado más votos que la derecha. El Frente Nacional ha logrado un importante apoyo, aunque menor que el de las pasadas presidenciales.

Pese a ese porcentaje similar entre ambas fuerzas, el ministro de Asuntos Exteriores, Laurent Fabius, ha asegurado poco después del cierre de la votación que su partido no tendrá necesidad de aliarse con el Frente de Izquierdas para lograr la holgura que necesita el presidente Hollande en la Asamblea para sacar adelante el programa con el que venció en mayo en las presidenciales.

Algunas fuentes indican que, tras la segunda vuelta todavía por disputar, el PS y sus aliados podrían lograr entre 275 y 329 escaños (la mayoría absoluta está en los 289), mientras que la UMP y los suyos tendrían entre 210 y 270, y el Frente Nacional entre ninguno y tres.

El primer ministro, Jean-Marc Ayrault, ha salido ya de estos comicios con su acta de diputado bajo el brazo, ya que en su circunscripción de Nantes (oeste) ha logrado superar el 57 % de los sufragios.

Tras conocer los resultados de esta primera vuelta, Ayrault ha reclamado que los franceses voten al PS pues, dijo, «hace falta una mayoría en la Asamblea, porque sin ella no se podrán votar las reformas» de su Gobierno.

Al menos otros cuatro ministros de su Gobierno también salen de esta ronda con su escaño conseguido, según los primeros recuentos de votos, y de esta manera se aseguran la permanencia en el Ejecutivo, puesto que su victoria en las legislativas es condición para continuar en el equipo de Ayrault.

El secretario general de la UMP, Jean-François Copé, se ha apresurado a manifestar su satisfacción por los respaldos obtenidos por el partido conservador y también a dejar claro que no habrá pactos para la segunda vuelta con los candidatos del Frente Nacional.