El expresidente de Túnez, Zin El Abidin Ben Ali fue juzgado en «estado de fuga», ya que huyó el 14 de enero del año pasado a Arabia Saudí tras las revueltas que le forzaron a dejar el país después de 23 años en el poder.
Ben Ali resultó implicado en el caso de la muerte de 4 jóvenes que murieron por disparos de bala cuando intentaron detener a un sobrino suyo, Kais Ben Ali en la madrugada del 15 al 16 de enero de 2011.
El tribunal militar de la capital tunecina le ha condenado ahora a 20 años de cárcel. Quince miembros de sus fuerzas de seguridad, algunos también fugados, han sido condenados a penas de entre 5 y 10 años de prisión.
Las familias de las jóvenes víctimas serán indemnizadas con cantidades que oscilan entre 75.000 y 100.000 euros.
Ben Ali acumula un total de 66 años de prisión por otras causas como tráfico de droga, desviación de fondos públicos y abuso de bienes públicos.
Sobre el expresidente y su mujer, Leyla Trabelsi, pesa una orden de detención internacional emitida desde su huida a Arabia Saudi, aunque este país no lo quiere entregar.