Joseba VIVANCO
BILBO

Javi Martínez deberá poner 40 millones más 8 para Hacienda

El Bayern confirma que tiene el dinero para fichar al de Aiegi, que ayer entrenó con normalidad a la espera de su inminente marcha.

Javi Martínez, durante un partido de la pasada temporada. (Monika DEL VALLE/ARGAZKI PRESS)
Javi Martínez, durante un partido de la pasada temporada. (Monika DEL VALLE/ARGAZKI PRESS)

El diario alemán ‘Bild’ apuntaba a última hora de ayer que tanto Javi Martínez como su novia María Imizcoz hablan algo de alemán, lo que facilitaría sin duda la integración. Así están las cosas por aquellos y estos lares, con el de Aiegi en medio de un terremoto futbolístico de tintes europeos, porque de materializarse su adquisición por el Bayern de Munich, sería el fichaje más caro de la historia del club. Pero para que fructifique, antes, el Athletic ya ha dejado claro -como en el caso de Llorente- que la entidad rojiblanca no traspasa a nadie, por lo que si alguien quiere llevarse a uno de sus jugadores, el futbolista en cuestión deberá abonar la cláusula de rescisión hasta el último céntimo y pagar de su bolsillo lo que se derive a Hacienda, en este caso la vizcaina, que podría elevar la cantidad hasta casi los 50 millones de euros. Casi nada. Una `locura' como reconocen los propios alemanes.

Pero por si había alguna duda del interés del conjunto bávaro, ayer, su Consejo de Vigilancia -un órgano de control que debe aprobar los fichajes- dio luz verde a la compra del todavía león, lo que desmentía las decenas de titulares en prensa, radio y televisión que el miércoles por la noche daban ya por hecho hasta el pago de la cláusula. «El Consejo de Vigilancia Bayern ha dado luz verde y creo que en los próximos días sabremos si el fichaje se realiza o no», reveló este jueves el presidente del club, Uli Hoeness. «Creo que en los próximos días sabremos si sale bien o no», agregó.

Los alemanes no tienen problemas de dinero, pero seguramente tampoco están dispuestos a pagar más de lo necesario, de ahí que se esté hablando mucho de las fórmulas a utilizar para abaratar por su parte la operación, a costa si hiciera falta de que el propio jugador rebajara sus emolumentos futuros. Pero lo que está claro es que el Athletic no va a facilitar su salida, ni la suya, ni la de Llorente, ni la que quien les pudiera seguir. «Debo quitarme el sombrero por su estrategia de mantenerse firmes hasta el último día, de no ceder nunca. Siempre dijeron: `Esa cantidad o nada'», alabó Hoeness a la dirección del equipo bilbaino.

Las posturas parecen claras. Pero lo que casi nadie duda ya es que si los de Baviera han dado el paso y lo han hecho público, pondrán al final el dinero que haga falta y Javi podrá cumplir su deseo de dejar el Athletic, al que llegó con 17 años.

Indiferencia en Lezama

Ayer tarde, Lezama acogió una gran entrada para presenciar el entrenamiento de los de Bielsa. Enorme expectación por saber si el navarro aparecería en escena y, de paso, ver también a Fernando Llorente tras saberse que también se quiere ir. «¡Mira Llorente!», gritó un fótógrafo de prensa a la salida de los jugadores. Dos segundos después, casi el último, «¡y Javi Martínez!».

Ambos jugadores, los más seguidos por la mirada de prensa y aficionados, fueron enviados por Bielsa -junto a Raúl, San José, Castillo, Igor Martínez, Aduriz y Ekiza- a correr por la pista de Lezama, entre los espectadores. Apenas sí hubo esporádicos reproches, también algunos aplausos, ninguna pancarta, pero sobre todo silencio. Si alguno esperaba un primer veredicto en Lezama, antes del domingo en San Mamés, este no se produjo. Antes de alcanzarse la hora, ese grupo de futbolistas se retiró a vestuarios.

Bielsa entrenó con el resto -ausentes Muniain y Herrera-, y dispuso un partido contra jugadores de los filiales, donde formaron Iraizoz, Iñigo Pérez, Ramalho, Gurpegi, Iraola, Iturraspe, Ruiz de Galarreta, De Marcos, Isma López, Susaeta y en punta Ibai. En la segunda mitad entró Toquero por Ramalho y el argentino reordenó el once; perdieron 1-3, lo que dejó a los aficionados con muchas dudas, tanto por el posible once ante el Betis como por el juego demostrado. Al final, el de Rosario les sentó sobre el césped durante casi 45 minutos para contrastar opiniones, hablar sobre la pretemporada -como confirmó Gurpegi después- y hacer equipo, sobre todo.

Lo evidente es que el aspecto deportivo está pasando de manera peligrosa a un segundo plano y que el nuevo `caso Javi Martínez' debe resolverse cuanto antes.