El de este sábado ha sido un partido de urgencias para ambos equipos, en el que el Athletic ha estado muy cerca de conseguir su objetivo, aunque la circunstancia de jugar con diez jugadores en los últimos veinte minutos le ha costado muy caro.

El Valencia, por su parte, ha sido un buen equipo en ataque, ha dispuesto de muchas ocasiones para no perder antes de sus dos goles finales, pero ha demostrado que tiene muchas limitaciones en defensa, lo que le obliga a apelar a la épica, tal y como le ha ocurrido ante un rival que ha gustado, al menos hasta la expulsión de Herrera.

El partido ya ha dado comienzo con dos claras ocasiones de gol. Primero Amorebieta ha cabeceado un córner muy cerca del poste de Guaita. Poco después, una contra rematada por Soldado ha acabado en el poste de meta de Iraizoz.

Tras esa jugada, ha habido un cierto equilibrado en el juego, pero no en las ocasiones, ya que el Valencia ha sido más ofensivo que el equipo rojiblanco, con un par de opciones claras de gol en las botas de Viera y Gago.

Sin embargo, en un contragolpe del Athletic ha llegado el 0-1, gol marcado por el exvalencianista Aduriz tras una indecisión defensiva local.

Unas claras manos de Ekiza han propiciado el empate en un penalti lanzado por Soldado. De inmediato otras manos tan claras como las anteriores, de Víctor Ruiz, no han sido castigadas con pena máxima en el área local. El partido ha seguido siendo intenso y prueba de ello ha sido el segundo gol visitante, marcado de nuevo por Aduriz a la salida de un córner.

Con el 1-2, los nervios han aflorado en el equipo local y el Athletic, en el que ha destacado Muniaín, ha controlado el partido hasta el descanso con autoridad.

Al descanso, el marcador premiaba al Athletic, que se ha mostrado con las ideas más claras que el Valencia, y castigaba al equipo local que, sin jugar mal, ha tenido muchos problemas en defensa.

Segundo tiempo decisivo

La segunda parte ha dado comienzo con un Valencia intenso pero impreciso y un Athletic un poco más defensivo que el primer periodo, pero con aplomo a la hora de sacar el balón, consciente de que en un contragolpe podía dejar resuelto el partido con un tercer gol.

Mediado este periodo, se ha producido la expulsión de Ander Herrera, que ha dado una ligera patada sin balón a Rami, lo que ha cambiado la fisonomía del encuentro. Antes de esa jugada, el Valencia ya había dispuesto de varias opciones en ataque, tras ella, se ha lanzado abiertamente a por el partido.

Para ambos equipos quedaba la heroica. Para el Athletic para mantener la ventaja en inferioridad y para el Valencia en su lucha por no perder ante un rival con un hombre menos.

El balón ha pasado  a ser del Valencia y se ha empezado a jugar siempre cerca de la portería de Iraizoz con algunas claras ocasiones para el equipo de Mestalla ante un rival al que solo le ha quedado la opción de defender sin dejar espacios a su rival.

Finalmente, la heroica ha estado de parte del Valencia con dos goles casi al final, el primer con la diestra de Tino Costa en un rechace y el definitivo en un espectacular cabezazo de Valdez.