El magistrado ha anunciado su decisión tras la reunión que ha mantenido con la ministra de Justicia, Tzipi Livni, y con el presidente del Tribunal Supremo, Asher Grunis, en la que les ha comunicado su intención de renunciar a su cargo como juez de un tribunal de apelaciones.

La ministra Livni ha celebrado su decisión por entender que era lo único que se podía hacer para «restaurar la confianza» en el sistema judicial israelí tras unas declaraciones tan graves. «Todos los jueces deben saber que están bajo escrutinio y que se deben comportar como corresponden a quienes salvaguardan la ley y deciden el futuro de otros», ha afirmado la titular de Justicia.

«Esto no es solo una declaración, se trata de una percepción contra la que las mujeres hemos estado luchando durante años, el que las víctimas seamos culpadas de la violación. Una declaración así, incluso inintencionada, podría legitimar la violación en mentes retorcidas de potenciales violadores y los jueces también deben saber que cuando una mujer dice no significa no», ha explicado Livni.

El juez Yeshaya, magistrado del Tribunal de Distrito de Tel Aviv, hizo su polémica declaración durante una vista judicial en la que se investigaba la violación de una adolescente presuntamente por parte de cuatro jóvenes.

Tras esas palabras, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, aseguró que la declaración era «inaceptable» y «desafortunada» y que dejaría de apoyar su respaldo a ese magistrado en su intento por ser nombrado presidente del tribunal del partido gubernamental, el Likud.

Posteriormente, la presidenta de la Comisión del Estatus de la Mujer del Parlamento israelí, Aliza Lavie, anunció que se reuniría con la ministra de Justicia para exigirle el cese del juez Yeshaya.

La abogada de la adolescente violada por parte de cuatro jóvenes, Roni Aloni-Sadovnik, ha explicado que el juez realizó su polémica declaración en un momento de la vista en el que se estaba dando un «apasionado debate».

«En medio de un apasionado debate, él habló en voz alta y dijo a todos los presentes: ‘Hay algunas chicas que disfrutan siendo violadas’», ha explicado el letrado, en declaraciones a la Radio del Ejército. «La sala se quedó en silencio», ha indicado, antes de asegurar que el propio magistrado «ni siquiera concebía lo que acababa de decir». «No entendió por qué todo el mundo se quedó en silencio de repente», ha apostillado.

La abogada ha dicho que dos miembros del tribunal intentaron calmar la situación y minimizar la importancia de la declaración del magistrado.