Ese día, un joven que protestaba por el operativo contra la interlocución de EPPK resultó herido en una carga policial, en la calle Elkano, siendo golpeado en la cabeza hasta quedar sin sentido. Fue trasladado en ambulancia hasta el hospital de Basurto. Tras pasar la noche en observación, fue dado de alta a la mañana siguiente y trasladado a la comisaría de Deusto. De allí pasó ante un juez, quedando en libertad pero acusado de «atentado, resistencia e injurias».
Ahora, el Juzgado de Instrucción número 4 de Bilbo ha incoado diligencias previas y ha solicitado las grabaciones y fotografías que se tomaron ese día en la calle Elkano y la transversal, Licenciado Poza.
La Fiscalía se opone a la excarcelación
La Fiscalía de la Audiencia Nacional se ha opuesto a la petición de excarcelación de las ocho personas detenidas en la redada, ya que a su juicio existe «riesgo de fuga y de reiteración delictiva». En ese sentido, el fiscal Miguel Ángel Carballo argumenta que el riesgo de fuga «se puso de manifiesto en el intento de huida» de alguno de los detenidos tras la difusión anticipada por error de la nota de Interior informando del operativo.
También considera manifiesto «el peligro de destrucción de pruebas» y asegura que los arrestados «machacaron» un pendrive, escondieron otros en unos cojines y arrancaron ordenadores.
La defensa, por su parte, argumenta que es «más que lógica» la existencia de documentación relativa a ETA en un despacho de abogados que habitualmente defiende a imputados por pertenencia a la organización armada.
En cuanto a la alegación de que el juez Velasco carece de competencia en esta causa al ser análoga a otras instruida por su compañero Javier Gómez Bermúdez, en el que están también imputados Arantza Zulueta y Jon Enparantza, el fiscal sostiene que los hechos «no son los mismos».