El eurodiputado de EH Bildu, Josu Juaristi, y el parlamentario de la coalición abertzale Oskar Matute han comparecido en Bilbo para analizar el acuerdo entre la Unión Europea y EEUU, que, según han advertido, va a tener «va a pasar por encima de la legislación europea y de los estados y siempre va a funcionar en una sola dirección, en la de beneficiar a las grandes corporaciones, que van a tener absolutamente manga ancha y libertad de actuación para contrarrestar, atacar y denunciar cualquier norma que pueda perjudicar a su negocio».

Según han dicho, el objetivo de este acuerdo «no es comparable con el de ningún otro acuerdo comercial» porque «no es un acuerdo sobre la importación o exportación de mercancías», sino que su objetivo es «eliminar las diferentes situaciones y regulaciones que puedan existir en ambas partes y, conseguir así, la unificación de los mercados».

La finalidad de este acuerdo, han insistido, es que las leyes de un estado y las decisiones de sus gobiernos «no pueden perjudicar a las grandes multinacionales y sus intereses económicos». Así, han añadido, este acuerdo busca «acabar con la soberanía de los pueblos y con la capacidad de legislar de sus instituciones para garantizar derechos y servicios públicos para su ciudadanía».

Además, han denunciado que este acuerdo se está «pactando de manera secreta», frente a lo cual EH Bildu ha puesto en marcha una campaña informativa con varias charlas y la publicación de una guía. Así, han anunciado que el próximo 9 de diciembre se celebrará en Bruselas una conferencia bajo el título ‘Por una Agenda de Comercio Ciudadana’, en la que Oskar Matute tomará parte como ponente en nombre de EH Bildu y a la que se ha invitado a los movimientos sociales y sindicales vascos.

Esta conferencia, ha explicado Matute, tiene como objetivo «servir de punto de encuentro de quienes se oponen a este tratado y trabajan por un modelo social más justo, en el que las grandes multinacionales no tengan más poder que los gobiernos».

Juncker

Tras insistir en que el TTIP es «uno de los máximos exponentes del sistema económico actual, cambiar las leyes contra la ciudadanía y a favor de las grandes empresas», han denunciado que «el propio presidente Juncker nos ha dado el ejemplo más claro» ya que «no supo, según sus propias palabras, que siendo ministro de Finanzas de Luxemburgo, el estado acordó con más de 300 multinacionales un mecanismo para evadir impuestos en el resto de estados de la UE».

«Lo hemos dicho y lo repetimos, los mayores delincuentes no están en la cola de Lanbide, sino que llevan corbata y acuerdan en secreto cómo acabar con nuestra soberanía», han asegurado.

En opinión de EH Bildu, la dinámica contra el TTIP «tiene que enlazarse con las luchas contra el fracking, por los derechos laborales y por otro modelo social», porque el TTIP representa «el modelo de los recortes y de la miseria de la mayoría para la riqueza de unos pocos».

Por ello, EH Bildu, han asegurado, está dispuesta a trabajar con quienes «trabajen contra este acuerdo y el modelo que representa» y, por ello, su voluntad es incluir este tema en la agenda política vasca.

PNV, PSE y PP

En ese sentido, Matute ha dicho que, en los debates sobre este asunto que han tenido lugar en el Parlamento de Gasteiz, «por desgracia para nosotros y para el conjunto de la sociedad vasca, la posición del PSE, PP y PNV ha sido de defensa del TTIP, que ni siquiera ellos conocen los contenidos porque se está negociando en secreto por decisión de las multinacionales».

Sin embargo, ha denunciado, «la decisión del PP, PSE y PNV es la de no incomodar a las multinacionales porque ven en ellos su fuente de negocios y de desarrollo económico para Euskal Herria, porque lo conciben como un bazar, no como un lugar en el que residen hombres y mujeres libres».

Matute ha advertido de que, «con el TTIP, Euskal Herria y cualquier pueblo sometido al mismo, pierde soberanía en favor de los mercados y de las multinacionales, se empobrece al conjunto de la ciudadanía, los ciudadanos pasan a ser consumidores en lugar de ciudadanos, sus derechos son negociables y susceptibles de ser anulados si interfieren en el volumen de negocio de una transacional, y se empobrece nuestro medio natural». Además, ha alertado, «se abre la puerta para la privatización de servicios básicos esenciales, como la sanidad y la educación».

A su juicio, la firma el TTIP «puede traer consecuencias tan o más negativas que lo que la firma del tratado de la OTAN tuvo en el año 86 y, por tanto, creemos que la oposición de la ciudadanía activa de Euskal Herria tiene que ser igual de contundente que en esa ocasión».