El grupo parlamentario presidido por Pablo Iglesias se llamará Podemos-En Comú-Mareas, con una única estructura liderada por el secretario general del partido morado pero división interna para dar «autonomía» a las confluencias catalana y gallega. En palabras de Iñigo Errejón, que ejercerá de portavoz, será un «grupo de grupos».

Durante la campaña, el partido había hecho bandera de constituirse con cuatro grupos diferenciados: uno, de Podemos; otro, de En Comú Podem; un tercero de Mareas y el cuarto de Compromís Podem Es el moment. El veto de la mayoría de la cámara, compuesta por PP, PSOE y Ciudadanos ha dado al traste con este plan. Finalmente, en el grupo parlamentario se inscriben 65 diputados, ya que los cuatro integrantes de Compromís tratarán de disponer de estructura propia. Esto tendrá que decidirlo la Mesa, presidida por Patxi López gracias a los votos de PSOE y Ciudadanos y la abstención del PP.

De cara al exterior el grupo «confederal» no tendrá ninguna diferencia con La Izquierda Plural, que unió a IU, ICV, EUiA y la Chunta Aragonesista entre 2011 y 2015 o al que formaron IU, ICV y ERC en la legislatura anterior, entre 2008 y 2011. Sí que es cierto que el volumen de diputados es muchísimo mayor en este caso y que, por ejemplo, En Comú Podem fue la lista más votada en las pasadas elecciones del 20 de diciembre. Tanto Errejón como Xabi Domenech y Alexandra Fernández, portavoces catalán y gallega, respectivamente, han reiterado que los subgrupos tendrán autonomía, agendas propias, gestión de los recursos y, lo más visible, tiempos en los debates. En este sentido, Errejón ha indicado que cuando la discusión tenga relación con Catalunya o Galiza, serán los diputados de En Comú Podem o En Marea los que tengan prioridad.

«Tendrán libertad para tomar sus propias decisiones y y tendremos la necesidad de coordinarlas», ha concedido Errejón, que sin embargo ha querido destacar la línea unitaria. «No me imagino ninguna votación en la que tengamos una postura diferente. Hemos demostrado que unir en la diversidad no significa estar separados, sino multiplicar», ha afirmado.  

Quienes han quedado fuera han sido cuatro de los diputados de Compromís. Los otros cinco sí que se someten a la disciplina de Podemos, pero el resto tratará de configurar grupo propio. Lo tienen difícil, ya que siendo únicamente cuatro no cumplen con el mínimo de cinco que exige el reglamento del Congreso. En su momento se habló de la posibilidad de que se uniesen a los dos representantes de Unidad Popular, pero la opción se frustró este fin de semana. Ahora hay tres días en los que la mesa tendrá que decidir qué hace con Compromís y estos tendrán que decidir si vuelven a Podemos o se integran en el Grupo Mixto.

Tanto Errejón como Domenech y Fernández han responsabilizado al resto de formaciones, especialmente al PSOE, del veto. El portavoz catalán ha llegado a afirmar que Pedro Sánchez había ofrecido los cuatro grupos a cambio de su investidura como presidente, lo que ha considerado una «frivolidad». Errejón, por su parte, ha cuestionado que ERC y Democracia i Llibertat sí que tengan grupo propio mientras que su formación no. La Cámara argumenta que se incumple el artículo 23 del reglamento interno, que impide que diputados que no han competido en elecciones puedan constituir grupo diferenciado.

En términos más ideológicos, el secretario de Acción Política de Podemos ha querido poner su grupo como ejemplo de la «fraternidad» que ponen como receta para las reivindicaciones independentistas.