«Parece ser que la obsesión enfermiza del departamento de Educación por anteponer el euskera a la realidad de la educación navarra no tiene límites», critica en un comunicado.

Para Catalán, «es inadmisible que, con todo lo que lo que está aconteciendo con las convocatorias de plazas, el departamento vuelva a establecer perfiles lingüísticos de 73 plazas de Infantil y Primaria totalmente alejados de las necesidades y de la realidad del sistema educativo navarro».

En su opinión, «no se comprende que el departamento, después de la anulación de las plazas de Primaria por sentencia judicial, los recursos a la convocatoria de OPE de Secundaria y la anulación de la convocatoria de Inspección, vuelva a plantear de esta manera tan arbitraria y discriminatoria las 73 plazas de maestros».

Catalán, quien considera «lógico» que con estas decisiones los afectados presenten los correspondientes recursos para defender sus derechos, sostiene que «lo más grave es que saben que lo hacen mal pero les da igual».

Al respecto denuncia «la inseguridad jurídica en la que está inmerso el departamento» y que «una vez más el Gobierno trate de poner la educación navarra al servicio de los intereses del nacionalismo vasco».

Finalmente, manifiesta que con estas decisiones «en lugar de generar tranquilidad y seriedad, provoca inestabilidad, polémica y confrontación en el sistema educativo navarro» y «en lugar de dar soluciones a los problemas reales de la educación navarra sigue empeñado en generarlos».