Nerea GOTI
BILBO

Sentido recuerdo a Iñigo Cabacas y enérgica petición justicia

Cientos de personas han abarrotado el callejón de María Díaz de Haro en el acto de recuerdo a Iñigo Cabacas, en el mismo lugar en que hace seis años cayó herido por el impacto de una pelota de goma lanzada por la Ertzaintza que días después le causó la muerte. Sus padres, Fina y Manu, han manifestado ante el juicio previsto en octubre que no todos los responsables estarán en el banquillo y que no están dispuestos «a admitir impunidad». Los participantes han respondido con gritos de «justizia Iñigorentzat».

Cientos de personas han abarrotado este mediodía el callejón de María Díaz de Haro y las aceras próximas para para asistir al acto de recuerdo de familiares y amigos a Iñigo Cabacas. Sobre el escenario, la fotografía de Pitu, junto a la que sus amigos han depositado un ramo de flores y de fondo la pancarta que seis años después mantiene la exigencia de justicia.

El acto ha arrancado precisamente con el audio de las comunicaciones internas de la Ertzaintza la noche en la que Pitu cayó herido por el pelotazo en el mismo callejón en el que centenares de personas celebraban la victoria del Athletic ante el Schalke 04. Tal y como ha recordado Koldo Gutierrez, amigo del joven basauritarra, seis años después la noticia es que habrá juicio en octubre en relación con la muerte de «Pitu», ante el que mantienen que esperan «que la muerte de Iñigo no quede impune» y que toda la gente que durante este tiempo ha arropado la petición de justicia siga haciéndolo. Sus palabras han sido respondidas por gritos de «Justizia Iñigorentzat» y «Eta Pitu, zer?».

Antes de tomar la palabra la familia, en el acto, en el que han participado representantes políticos como la edil de EH Bildu en Bilbo Aitziber Ibaibarriaga y la juntera de la coalición Arantza Urkaregi, familiares del joven han leído una carta enviada por Alfredo Remirez, vecino de Amurrio condenado por sus tuits en solidaridad con los presos vascos y encarcelado en Daroca, en la que ha destacado que recordar a Iñigo es luchar contra «el olvido» con el que pretenden «tapar su mezquindad». «No os vamos a dejar solos, somos miles» ha manifestado dirigiéndose a Manu y Fina.

Tras el aurresku, los padres de Iñigo junto a su primo Oier Amorrortu han tomado la palabra para recordar que «han pasado ya seis años desde que una pelota disparada por la Ertzaintza hirió mortalmente a Iñigo en este callejón», sin que «nadie haya asumido responsabilidades».

Han expresado que estos seis años han sido «tan largos como dolorosos». «Con su muerte, de alguna manera también nos mataron a nosotros para siempre. Nuestra vida nunca será la misma», ha manifestado Manu, arropado por Fina.

«Vivimos para recordarle y para luchar por conseguir justicia para Iñigo y para que su muerte no quede impune», ha agregado antes de referirse a que no todas las personas con responsabilidad en la muerte de «Pitu» estarán sentadas en el banquillo en octubre. «En el camino se han quedado varios agentes que reconocieron haber disparado, los máximos responsables de la Ertzaintza aquel día, los que dirigieron la actuación, los que dieron las órdenes, los que las permitieron y también los que después han contribuido a que a la mayoría de los responsables matar a Iñigo les haya salido gratis», ha señalado.

Se ha referido también a la clase política que habla de reconocimiento del daño causado a la que ha preguntado si «creen que la sociedad merece que la muerte de un ciudadano a manos de la Policía quede impune». Los padres del joven han recordado que les han hecho sentirse «víctimas de segundo nivel» por los responsables políticos, a diferencia del apoyo y la solidaridad que han recibido en la calle. «Sin vuestro apoyo el camino hubiera sido más duro», han indicado.

Amigos de Pitu han tomado la palabra para despedir el acto y llamar a quienes reclaman justicia para Iñigo a seguir haciéndolo en la calle, especialmente ante el juicio que arrancará el 15 de octubre. «No se nos puede olvidar estar en la calle», han expresado, destacando la importancia de mantener viva la exigencia de verdad y justicia para Iñigo y los suyos.