«Impondremos una presión financiera sin precedentes al régimen iraní», ha asegurado Pompeo en un discurso sobre la estrategia de su Gobierno tras la retirada del acuerdo nuclear firmado junto a Irán y otras cinco potencias en 2015.
«Estas serán, de hecho, las sanciones más fuertes de la historia cuando hayamos terminado», ha indicado al subrayar que las sanciones impuestas la semana pasada al gobernador del Banco Central de Irán, Valiollah Seif, son «solo el comienzo».
«La punzada de las sanciones se volverá cada vez más dolorosa si el régimen no cambia su rumbo del camino inaceptable y poco productivo que ha elegido a uno en el que vuelva a unirse a la liga de las naciones», ha remarcadp el jefe de la diplomacia estadounidense.
Pompeo ha augurado que, una vez que esas sanciones entren en vigor por completo, «Irán deberá luchar para mantener su economía viva» y deberá elegir entre eso o «seguir derrochando su riqueza y vidas preciadas en el extranjero», porque «no tendrá los recursos para hacer ambas cosas».
«Irán no tendrá nunca más carta blanca para dominar Oriente Medio. Aseguraremos la libertad de navegación en las aguas de la región. Perseguiremos a los agentes iraníes y sus apoderados de Hizbulá en todo el mundo, y los aplastaremos», ha manifestado.
El presidente iraní, Hasán Rohani, ha cuestionado la legitimidad de Estados Unidos. «¿Quién eres tú para decidir por Irán y el mundo?», le ha espetado Rohani. «El mundo ya no acepta que Estados Unidos decida por él. Como países independientes, esa era se acabó. Seguiremos nuestro camino con el apoyo de nuestra nación», ha subrayado.